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miércoles, 21 de febrero de 2018

CASPA



Relajaos, que aun no me he muerto, tan solo me he tomado un pequeño descanso. Y el caso es que siendo como soy un hombre que suele despertarse por las mañanas con una sonrisa, siquiera para darle gracias a la vida por otorgarme otro nuevo día, cuanto veo, escucho y leo de lo que pasa a mi alrededor, al optimismo, la fiesta y el jolgorio no es que invite mucho. IFEMA, o lo que es lo mismo: la Feria Internacional del Arte Contemporáneo de Madrid, ha hecho retirar de la pared donde estaban expuestos una serie de cuadros que simbolizaban a un número determinado de presos que lo eran por defender sus ideas políticas, entre ellos los presos políticos catalanes, en una clara demostración más del concepto patrio sobre la libertad de expresión. Acto seguido los noticiarios confirman la sentencia de más de 3 años de cárcel contra un chaval por escribir y cantar una canción de Rap en la que se metía con el zángano mayor del reino, ese que ocupa la jefatura del estado sin haberse presentado a unas elecciones y que no tiene ni el valor ni la honestidad de hacerlo; eso sí: a la hora de salir por la tele, hecho un energúmeno contra la gente pacífica que, pacíficamente, pretendía votar, es el primero dándoselas de ofendido. El cuerpo me pide meterme con este payaso. No con el chaval, pobre. Sino con ese impresentable que vive opíparamente sin haber hecho lo más mínimo para merecerlo, gracias a tu sueldo y al mío, que tampoco es que se nos haya permitido elegirlo y ha sido puesto ahí a dedo. No sé cuantas generaciones de españoles va a necesitar este país para concienciarse del anacronismo que lleva implícito mantener en la jefatura del estado a una familia real que no aporta absolutamente nada al reino de España en pleno siglo XXI, contrariamente a la inglesa, por ejemplo, que gracias a la reina mantiene viva la cohesión entre los miembros de la Commonwealth y que le reporta pingues beneficios a las arcas de la tesorería inglesa, manteniendo la moneda anglosajona como una de las más fuertes del planeta. ¿Alguno de vosotros os habéis preguntado alguna vez porque los ingleses nunca se quisieron integrar del todo en la CEE y porque han acabado saliendo mediante el Brexit? No por su moneda, que en parte sí que también; sino por su soberanía. Son muy celosos y están muy orgullosos de su soberanía, forjada a lo largo de siglos de batallas y guerras. Aquí, en comparación, tenemos un reyezuelo carnavalesco, un bufón más del sistema dispuesto a menear la colita cuando se lo mandan de Moncloa, ahora contra los catalanes, mañana contra lo que le dicten. A la reina de Inglaterra nadie le escribe sus discursos. Es, sencillamente, inconcebible y absolutamente lo contrario de lo que pasa aquí, porque si tú te creías que el papafrita ese se escribe sus discursos, no puedes estar más fuera de órbita: tanto a él como al borrachuzo, mujeriego y pendón de su padre, se los han escrito siempre desde Moncloa. Hasta, y sobre todo, los de navidad. Es el protocolo. Por ello podemos decir sin ambages ni medias tintas, en honor a la verdad, que ese reyezuelo de España no es más que un títere, un polichinela, un figurilla de tres al cuarto que, lo mejor que podría hacer es coger los bártulos, los millones que él ha recaudado, más lo que su graciosa familia a defraudado al fisco, e irse a vivir a Suiza, que allí pueden pasarse prácticamente todo el año dándole a los esquíes.

Y hablando de Suiza, se nos ha ido allá la que debía presentarse hoy ante el juez Llarena, Anna Gabriel de la CUP, sin que precisara la chica mucha orientación al respecto, siendo, como es, profesora de Derecho de la Universidad de Barcelona. Y ahí se va a quedar. Fuentes suizas han manifestado que, si pide asilo político, la posible extradición sería prácticamente inviable, si se demuestra que la chica está siendo perseguida por sus ideas políticas, como es el caso, ya que Anna Gabriel no formaba parte del gobierno de Puigdemont ni tenía poder decisorio ninguno. Os lo he escrito muchas veces aquí y os lo vuelvo a decir: nos guste o no, ningún país ha reconocido jamás tener presos políticos, pero no evita que, aquí y ahora, los tengamos. Presos y exiliados por temor a ser presos por sus ideas políticas llevadas a la práctica. Aquí los advenedizos los llaman políticos presos, pero los políticos catalanes no están presos por otra cosa que por política, por aspirar a una república catalana. Y además son unos mandados. Deberían encerrarnos a los más de dos millones que votamos lo que votamos el 21-D porque vamos a seguir aquí dando algo más que la lata. No nos van a callar.

Me he dado un volteo por youtube y he caído en el video de Mediapro sobre las cloacas del estado. Ya lo había compartido con vosotros, lo que no sabía es que lo habían quitado cuatro veces y otras tantas vueltas a colgar. En esta ocasión incluyo una respuesta a un comentario de una tal Ángeles Cardoso. No os pido que os molestéis en responderla porque no merece la pena, bastante sufrirá la pobre viendo como este país ha dejado de ser de misa y sacristía. Debería encontrar otra vía para canalizar su frustración y su infortunio, sin dedicarse a justificar lo injustificable ni insultar a las personas que no opinan como ella. Pecata minuta en la que uno inopinadamente a veces repara para asombrarse de cómo la gente acumula esas cantidades de bilis.
                                                                          

A más ver

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