Desde estas tiriteras
mudas que nunca vienen solas, en relación al ingreso en prisión de Millet y
Montull por un desfalco de, al menos probados, más de 23 millones de euros para
viajes, fiestuquis, buen yantar y mejor beber, de paso financiando ilegalmente
a la antigua CiU de Pujol y Artur Mas, me viene a la memoria aquel viejo dicho:
justicia demorada es justicia denegada. Algunos debaten sobre la edad en la que
una persona puede entrar en prisión en España; discusión baldía porque las
leyes son claras en ese sentido: no hay una edad tope a partir de la cual una
persona no entrara en prisión. La única eximente es que su salud, al ingresar en
prisión, pueda deteriorarse hasta el punto de provocar el deceso. De hecho,
muchos hemos denunciado la estrategia de demora del proceso llevada a cabo por
la defensa y, sobre todo, que una vez confesados los delitos, entregada una
parte del dinero robado y quedando manifiestamente claro por la confesión de
ambos que eran culpables sin ningún género de dudas, lo más lógico y a tenor de
que su confesión no podía comportar otra clase de sentencia que una
condenatoria, hubiese sido haber decretado el ingreso en prisión en ese momento
procesal. Algunos podéis pensar: “Hombre, más vale tarde que nunca”.
Ciertamente. Pero no metiéndoles en la cárcel cuando tocaba, se ha perdido un
tiempo precioso que ha podido servir para que destruyeran pruebas y evadieran
el capital al extranjero. Sea como fuere estos dos elementos están donde debían
estar ya hace tiempo, por lo que nos tenemos que congratular las personas de
bien. No podemos decir que ha prevalecido la justicia porque, como decía más
arriba, justicia demorada es justicia denegada; por consiguiente lo que ha
prevalecido ha sido un intento ejemplarizante que, además de ser injusto per
se, llega tarde. Esos problemas que tiene España, y con ella Catalunya, con la
justicia, es infinitamente más grave de lo que aparenta, que no se soluciona
porque la casta política podrida la necesita manipulable, influenciable, en
alquiler y/o afín ideológicamente al gobierno de turno, salvo honrosas
excepciones de algunos jueces que se convierten en víctimas propiciatorias del
sistema corrupto. La asociación Jueces para la Democracia ha denunciado estos
días el pestilente inmovilismo del Consejo General del Poder Judicial ante la
escandalosa injerencia de este gobierno podrido de esa mofeta andante, llamando
por teléfono a dicho tribunal con el claro objetivo de influir en el caso de
los políticos independentistas catalanes. Una comunicación de la que se han
hecho eco todos los medios de comunicación y que nadie ha desmentido. ¿Cómo en
el amor y en la guerra, todo vale para combatir al independentismo? Es una
verdadera lástima ver hundirse a este país en el fondo de su miseria moral, que
transige con todo sumisamente y no tiene lo que hay que tener para saltar al
ruedo y enfrentarse al toro.
Como en Catalunya tenemos
unos medios de comunicación de lo más tendenciosos y adoctrinadores, el diario
La Vanguardia ofrece a sus lectores las grabaciones de los testimonios de Oriol
Junqueras y Jordi Sánchez ante el juez Llarena. http://www.lavanguardia.com/politica/20180207/44595510922/audios-jordi-sanchez-declaracion-ts-pablo-llarena-1o-gobierno.html
Y esta, de Oriol
Junqueras: http://www.lavanguardia.com/politica/20180207/44591665090/audio-declaracion-junqueras-juez-supremo-llarena.html
Como puede
comprobarse en ambos casos son manifestaciones exacerbadas de unos rebeldes
insumisos y sediciosos, que amenazan seriamente con la voladura del status quo.
Por cierto que el juez no le ha requerido las citadas grabaciones que guarda
Jordi Sánchez, porque debe entender su señoría que no son relevantes, que
pueden estar manipuladas por los abyectos criminales independentistas o que las
pueden haber comprado en el chino; y estos chinos, ya se sabe: la calidad
brilla por su ausencia. Amnistía Internacional ha criticado la actitud del juez
en su nueva denegación de libertad provisional para los detenidos, por
desmedida y por violar sus derechos de manifestación y de reunión. No han
entrado a valorar, cosa que me deja de pasta de boniato, los evidentes juicios
que hace el juez sobre la ideología política de los detenidos, poniendo de
manifiesto claramente que se les está prejuzgando por su ideología, entrando el
juez a su vez en contradicción consigo mismo al denegarle la libertad a Jordi
Sánchez “…porque ni siquiera ha renunciado a su acta de diputado”, cuando
igualmente se la deniega a Joaquim Forn que sí ha renunciado a su acta y ha
manifestado su voluntad de irse a su casa y acabar así su vida política porque,
según el juez, en libertad podría volver a reincidir en los delitos de los que
se le acusa; malversación: imposible porque no ocuparía ningún cargo público; sedición
y rebelión: igualmente imposible desde su calidad de ciudadano civil libre de
responsabilidades políticas. No es justicia lo que imparte el juez Llarena con los
independentistas catalanes, sino una estrategia del estado para mutilar cualquier
atisbo de enfrentamiento con el estado por parte de los independentistas;
incluso se quiere procesar a una recién llegada como quien dice al ruedo de la
primera línea política como es Elsa Artadi, una de las personas de confianza de
Puigdemont que suena como nueva Consellera de Economía en la composición de
gobierno que quiere imponer Puigdemont a los de Esquerra Republicana. ¿Y por
qué la quieren procesar? Porque es una cabecita que se asoma y que hay que
cercenar pero a la voz de ya, siendo como es a día hoy, una de las personas de
confianza del enemigo público número 1 del estado español, como es Puigdemont.
Y mucho se habla y contra más se habla más se miente sobre Puigdemont, como por
ejemplo que la casa en la que reside la pagamos todos porque quien lo dice no
es que este mal informado, es que miente a sabiendas de que miente, porque no
solo se lo paga un amigo suyo empresario, sino que si lo pagáramos todos la Generalitat,
ahora mismo en poder del sieso ese de Moncloa, le estaría clavando un golazo
por toda la escuadra desde más de 30 metros a Moncloa y sobre todo a Montoro,
Gran Fiscalizador de la tesorería catalana. Con la Generalitat intervenida y en
manos del enemigo ¿cómo pretende un pseudo periodista colar semejante
estupidez? Son ruines, embusteros y falsificadores de la realidad a sueldo. Así
que decididamente Puigdemont lo mejor que puede hacer es lo que está haciendo:
quedarse fuera de este país fascistoide (fascistoide si, porque eso es lo que votáis)
seguir dando la lata a nivel internacional todo lo que pueda, hasta que quede
absolutamente claro y meridiano para el mundo la clase de demócratas que son
esos delincuentes mafiosos que están pudriendo este país con sus prácticas
antidemocráticas, su saqueo al erario y su justicia de alquiler. España va a
enfrentarse a unas cuantas condenas de tribunales internacionales, porque
aunque aquí tengan a sus amigotes en las poltronas de las salas de los
tribunales, nuestra jurisprudencia está sujeta y supeditada a los tribunales y
el derecho internacional.
Pero nada, hombre,
pelillos a la mar porque esto es lo que ha querido la ciudadanía. Y aun seréis
capaces de otra vuelta de tuerca más, votando a ese de C´S que a la mínima que
os descuidéis va a hacer bueno a Rajoy, como Rajoy ha hecho santo bendito a
Zapatero. Ayer 6 de febrero, por cierto, se han reincorporado al trabajo sus
señorías diputados y diputadas del congreso: después de 8 semanas de vacaciones;
y va Wall Street y registra ese mismo día una caída de más de 4 puntos. ¿Qué no
tiene que ver?; ya lo sé: tiene lo mismo que ver eso, como lo tienen de
rebeldes y sediciosos los presos políticos catalanes. El Parlamento, decíamos, ha empezado su periodo de sesiones, pero como si
no hubiera empezado, porque sin presupuestos y con todas las iniciativas
de la oposición, bloqueadas por el tándem PP-Ciudadanos, que son amigos y
enemigos a la vez, la actividad legislativa del Congreso está más parada que
los leones de la puerta. Así vamos construyendo país y preocupándonos de los problemas
de la ciudadanía.
A más ver
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