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lunes, 5 de febrero de 2018

ENSAYANDO




Bueno, en el momento de escribir esto no sé ni si lo leeréis, ni cuándo. Menos mal que últimamente me estaba moderando y, aun y así, este nuevo bloqueo ha sido de órdago. Se ve que, por lo visto, hay gente que no me ama. Es una pena. Y es una pena porque yo amo España. La amo lejos, allá en el siglo que se haya quedado anclada. La amo en la distancia para poder añorarla. Sin resentimientos; con la paz que solo te proporciona esa lejanía, ese desprendimiento de sus grises, de sus oscurantismos, de su profunda y lacerante hipocresía en fa mayor. ¿Qué mal puedo hacer yo que solo escribo, hijos de la basura intelectiva más abyecta y retrograda? Soy lo suficientemente mayorcito para distinguir entre España y los españoles. A veces no son la misma cosa porque algunos la honran de otra manera, o bien otros la deshonran como fruto de las almas podridas que padecen y hacen padecer a los demás. Me han pedido, estos del fachabook, una foto de mi DNI. Igual tengo la suficiente suerte y van y me fichan. Mejor estar fichado por una noble causa que por robar al erario público y tener a un montón de gilipollas y subnormales detrás aplaudiéndome. Que aquellos que vivimos en Catalunya, somos catalanes y queremos librarnos de España, vamos a ser unos malditos, unos proscritos, unos asociales, pues que así sea. Ahora mismo no está en mi ánimo convencer a nadie de nada; ni tan siquiera intentarlo porque cada cual es muy libre de vivir sus errores como les plazca. Pero que vamos, votar a esa gentuza corrupta que os está sacando hasta las entrañas, y volverlos a votar, muy sano no parece, intelectualmente hablando, cuando menos.
                                                                           

Cuando te ves, como me veo yo, enfermo y padeciendo una maldita enfermedad que cualquier día acaba conmigo, de momento sobrevivo sin vesícula, sin bazo, con medio páncreas y un tubito de 3 cm de acero en el conducto biliar, se me ha vuelto a reactivar y ahora mismo estoy con quimio, trabajando y sin pedir la baja hasta donde me acompañen las fuerzas, deberías estar de vueltas de muchas cosas y de muchas situaciones estúpidas. Es estúpido que yo me este preocupando porque algún descerebrado o descerebrada solo quiera leer lo que le gusta y sea, en el fondo, nada más que otr@ intolerante más. Ni siquiera necesito esta cosa del fachabook para escribir, que es lo que a mí me trajina, me absorbe, se me traga. Nunca, y de eso los más antiguos ya lo sabéis por mí mismo, he pretendido dármelas de escritor, en el mejor de los casos, un escribidor que va a morirse escribiendo. Escribidor, para los que no estéis familiarizados con el termino, es la mala versión de un escritor, que es a lo más que uno puede aspirar en la plena consciencia de sus limitaciones. Sea como fuere uno ha vivido la vida hasta ahora creyéndose que lo más transcendente en la historia de José Varela, no soy yo; nunca he sido yo sino las circunstancias, vivencias y complejidades que han configurado mi carácter y mi personalidad. No le culpo a la vida de nada; le agradezco infinidad de cosas, desde que tuviera el sino marcado por unos padres que me abandonaron con 3 años en un cine, cosa que me hizo dejar de ser niño muy pronto, hasta las penas de mi alma más profundas e insondables. A todo, o casi todo, he querido extraerle una lección, un aprendizaje, empaparme bien de la desdicha y vivirla en su plenitud para conocerla como a mi mano derecha. Los niños abandonados somos de una pasta especial. Muy especial. He visto caer a muchos de ellos en el camino porque pertenezco a una generación que, en su juventud, descubrió el mundo aquel podrido de los yonquis, a finales de los 70 y principios de los 80 sobre todo. ¿Mi refugio?: la cultura. A estudiar y empaparme de conocimiento se lo debo todo porque, entre la imagen que veía de algunos de mis amigos caídos en aquella desgracia que los convertía en verdaderas abominaciones humanas, y la imagen de mi mismo desgastándome los codos en una mesa de estudio o en una biblioteca, me quedaba con la segunda. Claro que eso me reporto no pocas incomprensiones y no pocas burlas de quienes, verdaderamente, no se veían en un espejo: se miraban, sí; pero no se veían.

¿Qué es lo que uno ha hecho mal?; ¿escribir lo que piensa?, porque si no escribes lo que piensas, ¿para qué escribir? Comprendo que haya quien se moleste porque diga que España está secuestrada por una banda de facinerosos, protervos, delincuentes de altos vuelos y psicópatas endiosados incapaces de hacerse un huevo frito como dios manda; pero muy capaces de dejarte sin techo, sin trabajo, sin comida, sin futuro y después echarte a ti la culpa porque no estás dispuesto a entrar en el mercado del esclavismo laboral. Y es hasta normal que alguno se ofusque si se le dice que, si eres tan español y tienes tantos huevos, vete a rodear el congreso y hecha a la puta calle a tanto delincuente. Pero es una pérdida de tiempo, obviamente. La idiotizada sociedad española vive tragándose cada día nuevas muestras del detritus e inmundicia política de una casta que se defiende como gato panza arriba si ve peligrar su modus vivendi. Y Catalunya, es obvio, es sinónimo de peligro de alto voltaje en ese sentido, porque el cacho del pastel catalán es la parte que lleva la nata y las fresas, un bocadito de lo más suculento. Para cualquier independentista catalán hoy está más que claro y meridiano por, para y como se les quiere en el territorio español. Se le quiere por su PIB, para que lo mantenga, que se quede calladito y agradecido de pertenecer a tan santo, demócrata y lucido país, que vota corruptos y los vuelve a votar. ¿Dónde están esos argumentos del españolismo para convencer a los insurrectos de que lo mejor es la unión? Cada medida que toma el gobierno y la justicia a sueldo de ese gobierno, es una nueva afrenta, una nueva provocación, un tensar más la situación, un sostenella y no enmendalla tan característico de muchos de esos endiosados, a los que se les llena la boca con la palabra España con la misma facilidad que se llenan unas cuentas de un banco en Panamá. Llevan 4 décadas de falacia, de un facsímil de democracia, 40 años de mentiras, de traiciones, con crímenes de estado incluidos, de saqueo constante al erario, de violaciones de la ley, de todas las más asquerosas y abyectas prácticas que puedas concebir, comprando voluntades de jueces y fiscales que les “afinen” la vida que llevan, se carguen al enemigo y así puedan decir: ¿lo ven ustedes?: todo es legal. Así, por ejemplo, hacen legal que sea acusar de rebelión a quien no ha esgrimido ni un arma, contraviniendo así lo dictaminado en la sentencia 199/87 del propio TC, que circunscribió el término rebelde al ámbito del terrorismo. Pero…da igual. No me preocupa tanto eso como que no despertéis de una vez, y hagáis algo por vosotros mismo. Os puede salir peor o mejor; pero el inmovilismo no cambia absolutamente nada. No vamos a cambiar nada a través de las redes. Las cosas se cambian donde siempre se han cambiado las cosas: en la calle. Una quimera para una sociedad tan autocomplaciente, indolente y asustadiza.
                                                                           

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4 comentarios:

  1. Pervive la España de "Vivan las caenas".

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  2. Gracias Jose. Hacía tiempo que no tenía el placer de leerte.Como siempre admirable tu ojo crítico, acompañado de un léxico sumamente acertado. Mayormente pienso que tienes razón. Me ha conmovido tu historia por lo del abandono y por como llevas tu enfermedad, admirable de todas formas.
    Cuídate,un abrazo.

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    1. Pues muchas gracias. Uno solo intenta ser honesto consigo mismo y por ello debo agradecerte tu tiempo, tu atención y tus palabras. Seguiremos batallando.

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  3. Me has emocionado profundamente,por ser tú,por tu valentía en decir lo que piensas,por tu lucha constante por vencer tu enfermedad, te admiro amigo Varela....es un placer leerte,y pase lo que pase,siempre dejaras un buen recuerdo en mi corazón,muchas gracias por ser como eres

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