SIN SABER NI CONTESTAR

Y justo cuando la oruga creía haber llegado a su fin, en ese instante, se transformó en mariposa.

Esto es un auténtico desquicie: Al tiempo que EEUU se vuelve proteccionista, la China alaba el sistema capitalista y la libertad de los mercados, pringada la Cospedal hasta el tuétano de detritus e inmundicia política dimite y se va a su casa, señora casa, eso sí, el Mariano sale trastocado del entuerto y es retratado como el capo que está al tanto de los espionajes en su partido, espionaje que aprueba, según las grabaciones de Villarejo, que muy chusco y turbio el personaje este del excomisario encarcelado, pero gracias a sus grabaciones podemos poner nombres y apellidos a algunos personajes que han frecuentado y usado a discreción las cloacas del estado, mientras nos daban lecciones de democracia, de respeto al imperio de la ley, nos señalaban e indicaban quienes eran “los enemigos de la patria” a los que hay que ir a por ellos, y los borregos de turno les votaban y defendían como si les fuera la vida en ello. De paso que sabemos porque el Pujol no ha ido a la cárcel: porque tiene pruebas del dinero en negro que ganaba el emérito gracias a sus comisiones, dinero que invertía en Andorra como los Pujol, se nos es dado a conocer lo engañados que han estado la inmensa mayoría de los españoles durante estos 40 años de “democracia”. Y sí: es descorazonador comprobar como esa masa aborregada llegado el caso es azuzada contra una parte del territorio que lo único que ha reclamado es votar democráticamente algo; no cualquier algo: sino algo que iba a acabar, como acabará, con el chollo de esos rateros de marca mayor. Y es que la derecha de este país, que no ha soltado el poder aunque al gobierno lo hayan revestido de siglas como P$OE, ha degenerado tanto las cosas, ha sido tan chapucera, intolerante, reaccionaria y dañina, que a día de hoy el problema con Catalunya no es saber si será independiente o no, sino cuando lo será, porque es indudable que lo será, por culpa sobre todo de aquellos que han vivido una vida plena haciendo las cosas por cojones, que es la forma tradicional, está en los genes de la derecha fascistoide de esa cosa deforme llamada España, en la que la iglesia compra catedrales a 1 euro y tú te pasas toda una vida para pagar una vivienda de 60 metros cuadrados. Créete muy listo tú.

                                                          

¿Y? Sí: porque yo escribo, os relato unos hechos, opino sobre ellos y otras cosas, os gusta, me decís que muy bien, que estáis de acuerdo, que tengo razón, etc. ¿Y? No me resigno a vivir en un país de cegatos voluntarios no vaya a ser que sea contagioso. Porque yo, ¿por qué hago todo esto?: porque me gusta escribir, vale. ¿Sabíais que en el ultimo año me han jodido dos portátiles? ¿Cómo lo vais a saber, si no lo he dicho? Pues sí: dos. Con el mejor de los antivirus y el firewall en plena forma, se los han cargado: muertos, que ni se ha salvado el disco duro, no solo me han censurado algunas publicaciones en la mierda esta del face, con eso no les llega para ser felices. Yo podría, incluso en buena lógica debería, centrarme más en mi mismo y más concretamente en mi salud, dedicarme a vivir un poco más, trabajar menos y disfrutar la poca vida que me quede junto a mi esposa, organizarme mis escapadas con ella, viajar, darme a la buena mesa, a la despreocupación, al relax…Pero no. Tengo que complicarme la vida, sacar tiempo a veces de donde no lo tengo, descuidar otras cosas y dedicarme a creerme que algo va a cambiar por arte de birlibirloque, en un océano de asnos, con perdón de los animalistas. La democracia en este país da miedo porque puede llevar al país a su inviabilidad. España, encerrada en sí misma y víctima de su propio orgullo fascista, sin Catalunya y el País Vasco, devendría en un país inviable, fallido, un caos. Porque, vamos a ver: ¿Alguien cree que, con lo que van diciendo por ahí los hermanos Pinzones esos del Rivera y el Casado, o lo que dice y luego hace el Pedro Sánchez, los independentistas catalanes vamos a dejar de serlo, y que no se van a añadir los vascos, más temprano que tarde? Se está fraguando una posible coalición de las fuerzas independentistas de este país, catalanas, vascas y gallegas, para concurrir juntas a las europeas, con lo que la movida no parece que vaya a acabarse sino todo lo contrario: va a seguir y se va a internacionalizar el conflicto, hasta que Europa tome cartas en el asunto, porque no deja de ser un asunto que atañe a los valores fundacionales de la unión, tales como la libertad de expresión, de ideología política y de democracia: votar las cosas, que se dice. Y es que, sencillamente, no es creíble una unión europea que se erija en garante de las libertades y derechos civiles, y al mismo tiempo tenga en sus cárceles a gente que ha convocado un referéndum acusadas de rebelión, golpe de estado y de haber matado a dios. Otra vez, sí.

                                                           

Me repugna y abomino de esa España cateta, zafia, inculta por voluntad propia, esa que ya le puedes poner negro sobre blanco que le da todo igual: siguen apoyando a sus mangantes y creyéndose que son sus angelitos de la guarda, o votando contra la libertad porque esta les espanta, sobre todo si es la de los demás. Es lógico que, si después de todo lo vivido, sabido, demostrado de forma tan fehaciente que han acabado sentados en el banquillo los dos presidentes autonómicos (Chaves y su amiguito Griñan), con millones y más millones de euros volatilizados del erario, uno piense que tienen lo que se merece el pueblo andaluz, por ejemplo, si vuelve a votar a esa individua derechona del P$OE, que siempre tiene a mano el recurso del victimismo para desviar la atención sobre la gestión “socialista” durante los últimos 40 años, que ha arrojado como balance ser la autonomía más pobre y con la tasa de paro más alta de España. Como se dice vulgarmente: con su pan se lo coman. Es como pretender que un sordo te oiga, un ciego te escuche o un zombi que no te muerda. Como quiera que fuese que no nos da la gana aprender de la historia, esta se repite, una y otra y otra vez. Las circunstancias nunca cambian porque por ellas mismas no lo pueden hacer: somos las personas las que hacemos cambiar las circunstancias; o no.

A más ver