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lunes, 5 de noviembre de 2018

SNIF, ÑAM-ÑAM, CATAPUN.

                                                                                   
                                                                           
         
Qué rata. Qué miserable. Qué asqueroso carroñero de mierda. Qué asco de fascista. Ir a Alsasua a provocar. Eso es todo lo que sabe hacer “por España”: armar bronca, enfrentar a la gente, dividirla para ganar unos votos. ¿Tanto echan de menos a ETA? Yo no tengo nada en contra de que el líder de un partido político vaya a donde quiera a llevar a cabo un acto de apoyo y homenaje o lo que le dé su real gana, a la guardia civil o a quien quiera; pero no es necesaria la bronca para eso, como dicen que hizo Pablo Casado, que no se enteró ni la mitad de la Guardia Civil. Este, el Rivera, el que se llama así mismo constitucionalista, español, guapo, reformista, unionista, más español, más guapo, liberal, más español…vive de la bronca. Lo habré dicho tropecientas millones de veces; y ahí lo llevas: a lo suyo, con total impunidad. Le viene de perlas que le abucheen, que le insulten, que le lancen objetos y no precisamente flores como a los toreros, ni bragas señora, tampoco eso, y el summum para Albertito es que alguien un día llegue hasta él y le endiñe un soplamocos de aquellos que hacen época. Como a Rajoy. Solo que Rivera le sacaría muchísimo más partido, evidentemente tirando del victimario españolista (oído jefe de campaña del ínclito consumidor de Coca y Cola, por si se te ocurre preparar la movida). Y a mí, que después de repasar mentalmente todos esos sumandos: Rivera, Casado, Vox, Bronca, Aguiluchos, fascistas desbocados, Catalunya, Alsasua… ¿me sale como resultado la Faes? Debe incluso encontrarlo hasta divertido eso de ejercer de cerebrito en la sombra, de Maquiavelo castellano que máquina y manipula para alterar los ánimos en una determinada dirección, y cuya finalidad no es otra que la de mantener a la periferia controlada, sometida y sojuzgada, que es la mejor de las maneras, para estos tipejos, de mantener compacta esta ensaladilla rusa a la española o, como les gusta decir a esos: la indisolubilidad de la patria. Te reto a que pronuncies indisolubilidad con un polvorón en la boca. Complicado. Que ni de Estepa ni nada: es complicado. Para aquellos que no lo sepan o no lo recuerden, Maquiavelo acabó en el exilio…ya sé que no caerá esa breva y que este Ánsar no nos lo vamos a quitar de encima ni con agua caliente; pero no os dejéis engañar: solo hay una derecha en España, no varias, como pretenden hacernos creer. La única diferencia es que hasta ahora mantenían a sus perros con bozal, atados y calladitos, y ahora los han soltado para que vayan a morder por ahí a todo lo que no suene a español de raza.
                                                       
                                                          
 No quiero hablaros de Catalunya. ¿Para qué? Uno es tan estúpido que albergaba la vana ilusión de que la gente va a percibir qué es lo correcto, y que va a actuar en consecuencia. Una leche migá con sopas gordas. Predomina la falta de autocrítica, y de crítica sobre todo al poder, por parte de una población a la que se le han lanzado una serie de proclamas, se le ha asustado un poco y se le ha señalado un enemigo endemoniado, perverso, que iba a acabar con España y con sus placenteras vidas, a los que hay que combatir, a degüello, con todas las armas licitas e ilícitas al alcance. Y claro, le gente necesita que haya culpables, sí o sí, y que sean bien escarmentados. Todo lo que no sea eso o se aleje un ápice de ello, es antipatriota, es antiespañol y simpatiza con los sediciosos, con los terroristas rebeldes de Catalunya; que, aunque no tenemos Chechenos, tenemos catalufos, que viene a ser lo mismo ¿verdad? Estoy “deseandito” que se ponga en marcha la gente y paralicemos el país. Son claves los puestos fronterizos con Francia, líneas ferroviarias, puertos de Barcelona y Tarragona, autopistas…todo eso hay que llenarlo de gente. Algo se mueve para después del puente de todos los santos, y no parece que vaya a ser flor, o cortes, de un día. A mí me va genial porque ya había reservado para irme a esquiar esos días. Y si no a esquiar, por lo menos a intentarlo, aunque acabe uno bajando la pista rodando, que es muy chulo también. Pasado el puente del 1-N ya no hay excusas para que el movimiento independentista de su opinión con relación a los escritos de acusación y las peticiones de penas para los encausados en el llamado caso del Procés, y esa opinión no puede ser otra que la de una movilización que esté a la altura histórica de los acontecimientos; o sea: una parada indefinida de país. Y uno estará, como no puede ser de otra manera, dispuesto y disponible para lo que sea menester.

Y mientras tanto, la justicia independiente española, presume de independencia dejándose influenciar y presionar por la banca, hasta el punto de que va a retrasar su comunicado sobre el impuesto de las hipotecas famoso, al menos hasta que cierren la Bolsa a las 18.00 p.m. Porque son independientes y no quieren provocar una alarma social; en este caso, en la sociedad de valores de la bolsa donde cotizan los bancos. Sea cual sea la sentencia definitiva y como ya aventuré en su momento, el banco, si al final es obligado a pagar a los clientes esos impuestos, repercutirá en las próximas hipotecas ese gasto, de forma que, sea como sea, acabará pagando el señor y la señora paganini de turno. Si alguna vez jugaste al Monopoly ya deberías saber que la banca nunca pierde, por eso yo siempre me pedía la banca 😉. Qué gozada. Otros de los que juegan con ventaja son esos togados como el Lesmes, que mucho hablar y exigir y reclamar el coto privado de caza; perdón: la independencia judicial esa, pero bien que ha alabado al juez este que se ha muerto y que instruía la causa contra el Procés en primera instancia, el del juzgado número 13 https://www.eldiario.es/zonacritica/carta-Carlos-Lesmes_6_832626760.html  (con ese número, bien no podía acabar la cosa) de Bar-cel-ona. (Bar, cielo, ola, señas de identidad barcelonesas). Cosas de un tipo que se llamaba Gato Pérez, argentino, precursor de la rumba catalana. En las antípodas, los puristas del flamenco se quejan de que una catalana, sin raíces andaluzas, cante flamenco como la Rosalía, “porque eso es una usurpación de la cultura”. ¿¿¿Perdona???  Hay que ser…cateto, vamos. Y luego somos nosotros, los catalanes los que, ¿qué? ¿racistas, nazis, antiespañoles? Quizá, lo que más les joda a esos puristas, es que sea tan buena cantando.
                                                           
                                                                         

Y nada: que viva el Betis. 


A más ver      


1 comentario:

  1. Me encantó el libro "La aznaridad" de Vázquez Montalbán. Peaso artículo (como siempre).

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