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domingo, 24 de diciembre de 2017

PUIGDEMONT: PROCESO A CATALUNYA




Hubo un momento, confieso que lo hubo, en que creí que Rajoy no iba a llegar tan lejos como para hacer detener a Puigdemont. Nunca se había dado que, como efecto de llevar a cabo una acción parlamentaria en democracia, se detuviera a alguien y se le condujera ante el juez en este país; y dudo que en cualquier otro de nuestro Primer Mundo. Pues hizo más: mandó a su fiscal de Zumosol a detener a todo el Govern. Probablemente alguien debió soplarle a la oreja que eres el presidente de España, controlas el aparato judicial, no tienes oposición y puedes hacer lo que te salga de las olivillas. Y vaya si lo hizo. Ya sé que es historia pasada, pero es evidente que condiciona el presente y el futuro de este conflicto; que es la clave, el procesamiento de los miembros del Govern y otras personas ajenas al mismo como los Jordis, para entender que, solapadamente, se pretende hacer una causa general y un proceso contra el independentismo. Aun puede embarullarse más aún próximamente con motivo de la presumible investidura de Puigdemont como President, algo que está constituyendo ahora mismo fuente de discusiones y debates jurídico-políticos. Mi impresión es que no lo van a dejar ser investido si antes no lo detienen y lo envían a prisión unos días, hasta que el juez lo reclame para la vistilla de cara a prestarle declaración y adoptar las medidas que, a partir de ese momento, el juez Llanera estime convenientes. Se puede entender que el President Puigdemont quiera evitar su entrada en prisión a toda costa porque, como es evidente, quedaría totalmente expuesto a una suerte incierta y hay que recordar, para situarnos en el contexto preciso, que estamos hablando del President de todos los catalanes, que no lo es solo de los independentistas.

Dejemos a los tontos diciendo tonterías, que es lo propio, como el percebe pontevedrés que pretende hacernos creer que, su interlocutor en Catalunya, es la Arrimadas porque los de Ciudagramos han ganado las elecciones. Yo no sé si ese individuo se ha llegado a creer que el 155 era la panacea a todos sus males, si se ha flipado mucho creyéndose que, 155 era igual a muerte del independentismo (recordemos a la Chuky presumiendo de que Rajoy había “liquidado” a los independentistas), pero sí sé, parece obvio, que estas elecciones deben ser todo un baño de realidad para muchos flipados: Catalunya, y con sus republicanos independentistas, está más viva que nunca, gracias.

A Rajoy entre otros; ¿a quién sino íbamos a agradecérselo por sus ingentes esfuerzos en alentar a la sociedad catalana, por su impagable contribución a la causa secesionista, por su inspiradísima política que ha hecho florecer tantas consciencias? Deberíamos levantarle un monumento en su honor por ponerse a parir independentistas a destajo como nadie. Pero hablando en broma: a veces me ha dado el pálpito de que a este también se lo va a cargar el proceso independentista, como se ha venido cargando, sistemáticamente, a muchos políticos que se han ido oponiendo al llamado “procés”, de una forma u otra desde los diversos partidos. Es presumible que viendo que Catalunya sea la losa de su tumba política, quiera arremeter judicialmente contra todos los que pueda. Parece que da esos primeros pasos con la ampliación de investigados que supimos, curiosamente, a la mañana siguiente de las elecciones, con la inequívoca intención de aguar la fiesta de los independentistas y recordarles hasta donde está dispuesto a llegar el estado español al que él representa, llegando a acusar de acciones rebeldes las manifestaciones, y uno entiende que por extensión a sus manifestantes, de las Diadas del 11-S de los años 2.013, 2.014, 2.015, 2.016 y 2.017. Una “rebeldía” muy singular la catalana que, como todo el planeta tierra ha tenido ocasión de comprobar, se desarrollaron absolutamente todas ellas en un ambiente lúdico-festivo, sin el más mínimo altercado, de forma absolutamente pacifica. Ojalá todas las llamadas por este gobierno rebeldías, fueran así. De un presidente de un partido y del gobierno, podrido hasta el tuétano de corrupción, amoralidad y psicopatía manifiesta, si tú esperas algo decente y honrado, allá tú con tu fe. La historia escribirá el balance político de Rajoy algún día, y aquellos que lo lean deberían llevarse las manos a la cabeza ante semejante desastre político, social y de toda índole bajo el mandato de esta excrecencia política llamada Rajoy. Después del saqueo, nada mejor que una con crisis con Catalunya para tapar los ecos del saqueo y seguir a lo suyo, llevando de la manita a sus acólitos del Régimen del 78 que le dan cobertura ante los muy y mucho españoles, adoctrinados en el nuevo patriotismo selectivo que solo ruge contra catalanes, pero enmudece ante la miseria, el paro, la explotación laboral, los corruptos…yo no creo que España sea franquista; pero si tengo absolutamente claro y meridiano que el franquismo nunca ha dejado el poder en democracia en España, que tan solo se ha puesto la careta de demócratas pero que, ahora ya no lo dudo, son capaces de perder Europa con tal de no perder Catalunya, de invadir Catalunya con sus tanques y actuar militarmente contra la población civil, cosa que en la teoría debería conllevar la salida de la CEE de España; lo que sea con tal de no perder Catalunya. 
                                                                                 

Y dicen que la Merkel llamó a Rajoy después del resultado del pasado jueves para pedirle a este que dialogara con los independentistas. Y este sale, al minuto siguiente, diciendo que con tiene que hablar es con la Arrimadas; aunque ya ha rectificado y ahora dice que con quien hablará será con el President de la Generalitat. Pero hablar… ¿de qué? volvemos a estar como al principio: hablar de nada, desde el no a todo de Rajoy a los 46 puntos de negociación propuestos por los independentistas. A muchos les va bien apalancarse en la realidad virtual de una España moderna, democrática, que respeta y garantiza los derechos de la ciudadanía; pero la realidad objetiva es bien diferente a esa España de postal para turistas y flipados. La realidad objetiva es que una pandilla de salteadores de caminos, de delincuentes,  han saqueado el país de arriba abajo, los mismos que de un plumazo han barrido los derechos de la gente a la que dicen proteger y dejarse la piel trabajando para ofrecerles una vida mejor, al tiempo que implementan la cronificación de la precariedad laboral, que liquidan las ayudas a las personas dependientes, que igual matan a tiros a unos inmigrantes en la playa y dicen que la culpa es de los muertos por querer llegar a la orilla, que lavan el dinero de sus amigotes con una amnistía fiscal, que defienden la fiesta nacional, que nos ponen un tributo por usar el sol (digo yo que porque serán los dueños del sol…) o que acaban con el fondo de pensiones para rescatar a una banca que, con beneficios, no devuelve lo prestado y ni lo piensa hacer. Pero los malos, claro, son los catalanes. Los que nos hemos levantado contra toda la podredumbre que simboliza Rajoy y el rey vividor, somos el mal a combatir con todos los medios al alcance. Es imposible que con Rajoy este país viva un nuevo paradigma, que salga de la negrura del pozo en el que ha hundido a España con su corrupción y su más que evidente involución democrática; y que no tiene ni quiere tener propuestas para Catalunya, porque Rajoy vive creyendo que el enfrentamiento con Catalunya le beneficia electoralmente, ergo dialogar, no digamos ya ceder, le perjudica.

No hay nada que hacer, desde la perspectiva independentista, con ese ecce homo en la Moncloa. Nada de lo que dialogar ni nada que negociar. El propio Rajoy le dijo a Puigdemont que ni puede, ni quiere, hablar de consulta o referéndum; y más de dos millones de catalanes vamos a seguir esta senda hasta el final. Dijimos que ni un paso atrás. Que no vamos a olvidar el “A por ellos”. Que lo que queremos, en democracia, es tener voz y voto sobre nuestro destino como pueblo. Y no van a tener que juzgar y condenar a un Govern elegido democráticamente: nos van a tener que juzgar y condenar a más de dos millones de catalanes que vamos a seguir ahí, como una mosca cojonera, tocando las narices hablando de urnas, de votos y de democracia. No es probablemente la mejor de las recetas en un país tan primitivo como este para según qué cosas; pero es la única que tenemos desde la vía pacífica de la reivindicación. No. No se está procesando a Puigdemont y su Govern, se está procesando el independentismo y no sería nada extraño ver próximamente nuevas muestras de ese tic franquista de este gobierno, con más medidas represoras, más falsedades, ataques a Catalunya y una renovada política de intoxicación, de desinformación y manipulación de la realidad catalana. Quizá después de la nueva mayoría absoluta renovada del independentismo y del 0-3 del Bernabeu, los psicólogos de la capital se froten las manos ante el aluvión de psicoanálisis que se les avecina. Ojalá. Serviría al menos para que muchos desnortados se encontrasen así mismos y encontrasen la raíz de sus problemas psicológicos y afectivos. Y, de paso, si dejan los polvitos mágicos, mejor. No en vano somos una potencia mundial consumidora de magia en polvo y alguno debe tomarse mi dosis. ¿La tuya también?: pues algunos deben ponerse hasta el culo, tete. Ah; ¿que ahí también se ponen? Por dios…no quiero saber para qué. Ay mami que será lo que tiene el negro…mi coco a veces hace asociaciones algo así de locas; tan locas como la loca esa reprimida con barba canosa que pulula alegremente con su andar danzarín en el Palacio de la Moncloa. Que allá cada cual con su elección y con su culo respectivo, no es asunto mío, evidentemente; ni ganas. Tampoco, perdóneseme, es la mejor de las imágenes para un día como hoy…ciertamente.

Y ahora nos toca el discurso del vividor mayor del reino. De ese que no ha elegido nadie democráticamente y nos va dando lecciones de democracia al resto. Me da igual lo que diga. Absolutamente. Yo no tengo rey ni soy vasallo, plebeyo, súbdito ni esclavo de nadie. Soy republicano. Por lo tanto lo que diga ese individuo me la trae al pairo. La última vez que salió por la caja tonta ya vimos lo que eran más de dos millones de catalanes para este sujeto, por lo tanto lo que pueda decir ahora el berberecho este tiene menos relevancia para mí que los ronroneos, miaus y miarramiaus de mi gato.  Se meta el discursito bien encanutado por salva sea la parte; o no sea salva en su caso, que también me la repampinfla. De tal palo tal astilla, dicen: de un sátrapa vividor a otro pretencioso, esa es vuestra corona.
                                                                             


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1 comentario:

  1. Buenas tardes , yo en este caso discrepo de su opinión. zCreo que la derecha catalana y la nacional son lo mismo , de hecho han viajado en varias ocasiones en el mismo vagón. No me fío de ninguno de ellos , o es mucha casualidad que el muchacho se fuera en el momento preciso , dejando aquí a los que han dado la cata : a los presos políticos reales .asignó diciendo como hace meses , que esto es una obra teatral , en la cual pagan los gastos aquellos que realmente debían de desaparecer de la escena , los que molestaban a las dos derechas. Por lo demás, sigo esperando a que se instauró la democracia para abrir proceso constituyente republicano
    Lo demás vendrá sólo . SALUD Y REPÚBLICA.

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