Otro, de entre los muchos, efectos perversos que está
conllevando el conflicto catalán, es que estando toda la artillería mediática
centrada casi que exclusivamente en lo que pasa en el noreste de la península,
aquello que acontece sobre los mandatarios del sur, socialistas ellos de toda
la vida y de toda la vida gobernando en el sur, Chaves y Griñan, pasa a un
segundo o tercer plano periodístico-mediático, de modo que es más noticia unos
lazos amarillos, que la denominación de origen de algunos chorizos. Tampoco es
desdeñable ni la apatía y/o aburrimiento que causa tanto corrupto, repetitivo,
cansino, diario, constante, ni esa especie de anómala normalidad con que mucha
gente asocia y asume que los políticos es sinónimo de embuste, trapicheo y esto
para mi, esto para ti y esto, para mí también. Mangoneo a pequeña, mediana y gran
escala. Saqueo de aquellos que se repartieron el pastel (PPSOE) y que, por
aquello del corporativismo del crimen, colegueo de profesión, les impedía denunciar
a otros que se sumaron al festín: CiU y otros partidos minoritarios que disfrutaron
de un fugaz poder en alguna alcaldía. Es todo un fenómeno sociológico digno de
un sesudo y profundo estudio, el hecho de que tras 40 años de gobierno y saqueo
socialista en Andalucía, estos sigan gobernando, tendiendo a la población como
la tienen en esos índices de paro del que devienen un sinfín de consecuencias
más; y que la alternativa a eso sea la derecha porque los socialistas no
quieren saber nada con otras fuerzas de izquierdas. Es, más que digno de
estudio, algo paranormal: España, mismamente, singular hasta en la mansedumbre.
En realidad, en la práctica, ese pretendido y pretencioso izquierdismo de los
socialistas andaluces, se desmorona como un terrón de azúcar cuando se trata de
la política económica socialista, madre de todas las políticas, más proclive y
propensa a abrazar postulados liberales conservadores, que progresistas o de
izquierdas propiamente dicho. Todo esto forma parte del mismo pack del embuste
y el fraude sociolisto, por el que han estado viviendo de la mentira y el
saqueo a una población políticamente inculta, religiosa y socialmente mansa. Y
ahí están y ahí siguen, con un nuevo secretario general a frente intentando
renovar el compromiso socialista con el espolio, la corrupción y las traiciones,
que son últimamente parte preponderante de los de Ferraz. Creer a esta gente
del PSOE cuando se proclaman de izquierdas, es tanto como creer a los
naranjitos cuando hablan de sus preocupaciones y sus prioridades por las políticas
que palíen los problemas sociales. Como el lobo vestido de Caperucita o como Rajoy
hablando catalán.
Si alguien en la campaña catalana está protagonizando el
patetismo y su barrio bajeza innata, no es otro que el candidato Albiol del
Partido Podrido, puesto una y otra vez en evidencia por sus salidas extemporáneas
y sus pasadas de rosca. Así le va: hundiéndose míseramente en las encuestas. Ese
victimísmo del que hace gala este bocazas de marca mayor, viniendo de un tipo que
cobra del ayuntamiento, cobra como diputado del Parlament y cobra como senador,
no acaba de colar como no cuelan las evasivas, preguntado acerca de qué tipo de
tareas del hogar comparte con su esposa. Es capaz de verse delante de la
lavadora y creerse que su mujer se ha comprado un nuevo modelo de robot, rollo
R2P2 de la guerra de las galaxias. Por otro lado, esto se me escapa: Yo no sé qué
tipo de apoyo puede representar la presencia de Rajoy más días de los previstos
en principio en Catalunya, porque el individuo ese tampoco es que sea
precisamente la alegría de la huerta, ni que haya venido a Catalunya a decir
nada especialmente relevante; pero sí denota cierta inquietud pepera por la
subida de los naranjitos, que siguiendo en esta línea en las próximas generales
y municipales puede darle un zarpazo mortal de necesidad al PP, por el que
muchos panchas contentas colegas del percebe pontevedrés, verán perder sus
privilegiadas posiciones. Tampoco hay que llamarse a engaño: C´S es igual a PP;
pero con caras más guapas, lo que provoca que alguno me haya comentado en algún
post que votará Arrimadas porque tiene mejor presencia. Bendito criterio político.
Inés es puramente un producto de marketing, con un fondo liberal en lo económico
y conservador en su esencia política, que pertenece a un partido que, si puede
hacer gala de algo, es de su espíritu contradictorio fruto del primario no a Rajoy,
para acabar con Rajoy como uña y carne y seguir, cínicamente, repitiendo que están
por la lucha contra los corruptos y la regeneración de la política. Y hay que
recordar que C´S sin Catalunya no sería nada ni tendría razón de ser, porque la
razón de ser primaria de C´S ha sido y es españolizar Catalunya desde su
españolismo catalán de quita y pon. Sea como fuere y ante el próximo 21-D, los
unionistas parecen, más allá de las disputas dialécticas propias de una
campaña, unidos por y con el 155 y España en lo indivisible y eterno.
El otro bando, el bando soberanista, otro tanto de lo mismo,
independientemente de los tiras y aflojas sobre quien deberá ser hipotéticamente
el próximo President de la Generalitat: si Carles u Oriol, si Puigdemont o
Junqueras (y si es este, finalmente dejaría al frente del Govern a Marta Rovira,
como se dijo en principio...) al tiempo que se vaticina una participación
masiva, record histórico auguran muchos, en contraposición, sospechoso o no
dependiendo de quién y cómo lo interprete, a que se está registrando un menor
porcentaje del voto por correo que en anteriores elecciones, lo cual no deja de
ser contradictorio con el masivo aumento de la movilización que se espera en
estos comicios. Y otro dato que no reflejan las encuestas es que el 21-D
tendrán derecho a voto 140.000 catalanes más, que habrán cumplido la mayoría de
edad y que, en su conjunto los sociólogos inclinan la mayoría de esos votos
hacia el bando soberanista. Sigo creyendo que los unionistas cocinan más y
mejor las encuestas, pero que en buena lógica el bando soberanista debería conservar
su mayoría absoluta si son capaces de movilizar a todo su electorado. Ambos,
Puigdemont y Junqueras, preparan el cierre de campaña despertando expectativas
absolutamente inusuales hasta ahora en este país: Esquerra Republicana montando
el circo delante de la prisión donde está encerrado su candidato, y Puigdemont
anunciando que quizá aparezca por aquí incluso para votar, cosa que no me acabo
de tragar porque me parece más inteligente que eso y porque, si su intención es
la foto esposado, es mejor foto siendo con motivo de su investidura como
President del Govern. La primera tendría más efectos internos y la segunda,
evidentemente, externos porque estaríamos hablando ya de un cargo electo. Que si
aparece por aquí le espera la cárcel, si yo fuera él no tendría ni el más mínimo
atisbo de duda y, si quiere que eso le rente políticamente, deberá sopesarlo
muy serenamente por el sacrificio que conlleva en lo personal. Y con el
gobierno más corrupto de Europa, dueño y señor de las resoluciones de unos
tribunales al servicio del mismo, nada bueno se puede esperar de los primeros y
más flagrantes violadores de las leyes y de la constitución, esos que se han
montado sus organizaciones criminales
para robar y delinquir y que tienen aun la desfachatez, ante la desidia
general, de ir de salvadores de la patria y referentes de la legalidad y el
orden. No era imposible ver a tanto delincuente, psicópata, cínico e hipócrita juntos:
solo había que dejar gobernar a Rajoy.
A más ver
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