¿Somos un ensayo? ¿Pertenecemos, sin ser evidentemente
plenamente conscientes de ello, a una especie de prueba en la que los
ciudadanos de un país de la esfera democrática de occidente, son sometidos a un
proceso involucionista y represivo, en el que se anteponen, sin muchos tapujos
ni subterfugios, los intereses mercantilistas de las grandes corporaciones y
del mundo financiero, en detrimento notorio de los derechos y la calidad de
vida de la mayoría? ¿Era antes la pregunta, o son los hechos los que han motivado
la pregunta?; ¿Pesa lo mismo en la balanza la democracia que el beneficio
económico de unos pocos, hasta el punto de hacer prevalecer ese beneficio
económico al ejercicio de la democracia plena y directa? ¿Cuánto les vale a los
del sistema financiero una urna, derrotarla, conducirla, adecuarla a sus
intereses, suprimirla? Ante las notorias y evidentes muestras, por las que
estamos siendo sancionados y llamados al orden en diversos foros y organismos
internacionales, de pérdida de calidad democrática y violación de los derechos
humanos en España, con un nivel de independencia del sistema judicial que el
mismo foro de Davos califica entre los peores del mundo, a la altura de cualquiera
de esas denominadas repúblicas bananeras; con, porque ahora también podemos
decirlo aunque se lo prohíban a TV3, presos políticos en sus cárceles, cosa que
como es natural cualquier gobierno que se precie negará por sistema, y ante la “rebelión”
de dos millones de catalanes decididos a tener voz y voto con sus vidas y su
destino, no ha faltado quien ha dicho que cuidadín, que perdemos ingresos económicos
y que todo esto nos va a costar una pasta, por lo que lo mejor es que nos
quedemos, como siempre, sentaditos en el sofá y dando gracias a la vida, que
nos ha dado tanto. Nos dio dos luceros, que cuando los abro…me veo rodeado de
chorizos y franquistas rebotados; no porque quieran romper España, que eso es
el ardid para despertar el nacionalismo español abotargado en el sofá y
hacerles gritar el “A por ellos”, sino porque quieren llevarse la parte más
rica del pastel los catalufos de los cojines, y dejarles sin el chollo.
Porque es
que uno tiene que preguntarse: ¿Los catalanes, son catalanes para pegarles y
españoles para cobrarles? ¿Condecorar al jefe del aparato represivo policial
del 1-0 en Catalunya, es asentar las bases que contribuyan al restablecimiento
de la normalidad; es normal en se, y per se? ¿O no entra mejor en lo que
podríamos denominar la filosofía contemporánea carpetovetónica del “pa chulo,
mi pirulo”? Si es competencia exclusiva, repito exclusiva, como la colección de
otoño-invierno de El Corte Inglés, de un presidente autonómico la convocatoria
de elecciones en su comunidad, tal y como establece la ley; ¿dónde pone en el
art. 155 que el presidente del gobierno central pueda cesar a un gobierno autónomo,
meterlo en la cárcel acusándoles de rebelión, cosa que en cualquier caso está
por demostrar y no he visto ni tampoco escuchado en ningún momento que les se acuse de "presunta" rebelión,
sino que es algo que se da ya por hecho sin haberse juzgado aun, y convocar
elecciones en esa comunidad, manteniendo en prisión a políticos que se
presentan a dichas elecciones, convocatoria para la que no le habilita ley
alguna al presidente del gobierno central? Pero, tate, que en el amor como en
la guerra, todo vale. Como esto no es una guerra en el sentido convencional del
término: no hay parte de bajas, entierros ni cosas y casas destruidas por las
bombas ¿debemos entender que es por amor? Debe ser, sin duda, de aquel amor
del la maté porque era mía. Es lo que a uno le inspira tanto ejercicio de
chulería y prepotencia monclovita, resguardada por la ultraderecha anaranjada y
ese pseudo socialismo descafeinado con sacarina, asentado en tierra de nadie
que hoy habla de multinacionalidad del estado español y mañana es español monolítico,
granítico e indestructible como el Lobezno. ¿Cómo el Lobezno, macho? ; Bueno,
ponle como la jeta del Montoro, que es más dura todavía. Si este individuo
intervino la cuentas de las Generalitat con el pretexto de preservar que no se
hicieran gastos para un referéndum ilegal, pasado el referéndum el individuo
siguió controlando las cuentas de la Generalitat hasta la aplicación del 155,
desaparecido en ese lapsus de tiempo el pretexto por lo que lo hizo,
evidentemente. El mismo que violó la constitución que tanto dicen defender los
franquistas del PP con su amnistía fiscal; y ahí lo llevas: continua regalándonos
esa sonrisilla rateril cual gollum cobarde y traicionero, que se cobija tras la
anchas espaldas del estado y de la información privilegiadísima que le da el
cargo, para hacer negocietes desde su bufete en Jaén de asesoría para evadir
impuestos. Pa chulo, mi pirulo.
Aunque ayer el juez Llanera del TS desmontara mi tempranera teoría,
como desmontó de hecho la de la mayoría, propios y extraños, tomando una decisión
que bien podríamos calificarla de salomónica, que no contentó del todo a nadie
y dejó a ambos bandos perjudicados, no me extraña tanto porque, tal y como
señalé ayer, los jueces no viven en burbujas aislados del mundo y, por lo tanto,
son susceptibles de recibir presiones como la que seguro le llega de la campaña
mediática de los medios y prensa madrileña, contra los rebeldes secesionistas
antiespañoles de la banda terrorista del Puigdemont. Banda terrorista, claro,
porque ya es lo único de lo que les queda por acusar. Pero vamos a observar un
supuesto, perfectamente plausible a día de hoy, que pondría en un brete a
nuestro sistema judicial: imaginemos que el día 14 el juez belga que debe
decidir sobre la extradición de Puigdemont y resto de Consellers que le
acompañan en Bélgica, solo concede la extradición por la acusación de malversación
de fondos públicos porque, tanto las acusaciones de rebelión como los de sedición,
no se ajustan al ordenamiento penal belga y no ha lugar, por tanto, para
juzgarlos por esos delitos. ¿Van a violar las leyes internacionales en materia
de extradición, que establece y circunscribe los delitos por los que pueden ser
juzgados los acusados sujetos a extradición, en virtud de las leyes del país al
que se le reclama dicha extradición? Para evitarse el bochorno, Llanera acaba
de dejar sin efecto la orden internacional de detención y extradición, con lo
que la justicia belga no deberá atender a los motivos que justifican la extradición
y convierten a Puigdemont en una persona libre, siempre y cuando no pise España,
donde aun es efectiva la orden de detención.
Uno no hace las leyes, obviamente,
ni se inventa lo que dicen. Y si alguien en este país tiene por méritos propios
un cum laude en pasarse por el forro lo que dictan esas leyes, es el PP con
toda la pandilla de Ali-Baba, multiplicada a la novena potencia. Tampoco lo digo
ni me lo invento yo: lo dicen los sumarios en los juzgados, los que aun
sobreviven a algunos “incendios”, lo dicen las listas de acusados, procesados y
encarcelados del PP, esos múltiples casos aislados que nunca tienen un número
determinado para que dejen de ser aislados, si evidentemente escuchamos el
relato de la gente del PP; pero que necesitan de pocos números para que estos
acusen al resto de lo más terrible que se les ocurra. Rebeliones incluidas. Porque,
claro, a ver si lo he entendido bien: ¿uno lleva una década abducido, siendo víctima
de los ardides de un clan, que me han llevado a formar parte victimaria de un
plan maquiavélico que tenía como objetivo final romper España, después de echarnos unas risas en las manis
del 11-S, siendo por todo ello una especie de pelele que no se entera de nada,
que es abducido y reorientado hacia la rebelión contra el sacrosanto estado
español, padre y madre de todos mis bienes terrenales y, venga, pon y escribe ahí
hasta bienes dogmáticos también, y
encima vienen los cachalotes de la bofia a partirme la cara y ahora debo dar
gracias al salvador 155? Que uno es tonto ya lo tenía medio asumido; pero tanto…nene,
me voy a traumar con esto. De momento voy a pillar un bajón que no veas, que te
mareas. Voy a pillar la cama y no me voy a levantar en un mes. Esta mañana, por
ejemplo, venia en el metro leyendo la prensa digital por el móvil y me ha llamado
la atención una noticia: las entidades de salud mental, en colaboración con el
ayuntamiento de Barcelona, tiene previsto llevar a cabo un programa de ayuda,
pasadas las elecciones y cuando la situación más o menos se “normalice”, y de orientación
psicológica hacia aquellas personas que lo soliciten, después de un periodo tan
traumático como el vivido por el conjunto de la ciudadanía desde la crisis del
2.008 hasta el presente, y que haya mermado su salud a nivel psicológico y/o anímico.
Dichas entidades ya colaboraron con motivo de los atentados en Catalunya del
pasado agosto, cuando los catalanes aun éramos gente maja, que hace cosas y que
había que apoyar y animar y tal, en momentos tan trágicos. Después supimos que
el cabecilla era informante del CNI; pero eso es peccata minuta y alpiste para
los conspiranoicos de turno.
¿Qué voy a votar?: a la CUP! (es broma, el voto es secreto; aunque igual voto PP, no se...tengo mis dudas), para provocar; y porque no hay
más allá…ni un puto paso atrás ante el fascismo.
A más ver
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