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miércoles, 2 de enero de 2019

ESPAÑA, 2.019: AÑO PREHISTÓRICO





Llámalo una peculiar ironía del destino, pero no deja de tener su miga que, precisamente, aquellos que tanto despotrican contra los radicales extremistas, necesiten, vaya por dios y mira que soy agnóstico, de radicales extremistas para gobernar en Andalucía. Evidentemente, como no les viene de ser hipócritas en grado superlativo, habida cuenta de que están bien mamados y aleccionados en la materia, sus apoyos no son nunca de radicales, sino, oficialmente, de gente muy fina, culta, ponderada, razonable y sensata, que igual te quiere quemar una patera llena de migrantes pobres, en lo pobre está la clave, que justifican el la maté porque era mía, que la mía es la clave de bóveda de estos Australopithecus. Los reconocerás porque, hombre, es fácil: son más españoles que nadie y siempre van con la bandera a cuestas, están muy orgullosos de la historia de España y creen que el mundo les debe alguna cosa, porque van presumiendo de haber descubierto un día las Américas, como si estas no hubiesen estado nunca donde estaban y los españoles nunca hubieran sido unos intrusos que les impusimos nuestras normas, nuestra religión, idioma y costumbres a base de saqueos, crímenes de toda índole, exterminios de culturas, lenguajes y costumbres propias de los nativos invadidos. ¿Lo comido por lo servido? Nosotros también fuimos invadidos por los que pasa, paisa, no comas galufo, galufo malo. ¿Qué tal la experiencia, moló mucho? Recordad que adoráis cosas como La Giralda, que no es enteramente árabe pero bueno, aceptamos chinche como sanguijuela de compañía, o esa Alhambra de Granada, el Alcázar de Córdoba la llana, y/o tantos y tantos viaductos, patios y jardines, por no hablar de la herencia lingüística, etc. ¿Qué puta leche tenemos los españoles de puros españoles? Como no sean los ovarios de la Esperancita Aguirre, ya me explicaras. Pero, penitenciaguite, no nombres al diablo, que luego aparca donde le sale de allí mismo y te la lía. 

                                                           

No se puede, como es natural, escribir a gusto de todos y nunca ha sido mi misión ni siquiera intentarlo. Es absurdo. Y al respecto uno debe aceptar de buen talante las criticas de los y las quejicosas, faltaba más. Pero no voy a pedir disculpas, por ejemplo, por haber incluido una determinada imagen en uno de mis últimos post, Ni Santos ni Inocentes, porque no ha sido mi intención ofender a nadie, sino reflejar el crudo resultado de unas elecciones, que devuelve a Andalucía a la prehistoria bajo la nociva influencia del fascismo más descarnado bajo la bota de Vox; y con el beneplácito del fascismo descafeinado de peperos y naranjitos, que andan desgañitándose con sus rencores y reproches por las esquinas, remarcando su odio visceral hacia el noroeste de la península. Por cierto, que no he visto defender a los catalanes cuando nos llaman nazis, a esos que se quejan de una imagen que refleja el resultado de las elecciones andaluzas, que ha sido el que es, con la irrupción de Vox en el parlamento andaluz, y que amenaza con extenderse al resto del estado español. Ahora quizá sientan lo que uno siente al respecto cuando es tildado de nazi, sin que venga mucho a cuento, si es que ese es el caso, que tampoco uno lo ha pretendido. Si por ahí abajo habéis votado lo que habéis votado, apechugad porque os ha salido un gobierno que solo podrá ser posible gracias a los racistas, misóginos y homófobos de Vox que, evidentemente, va a exigir cosas a cambio de votos que aprueben medidas en el parlamento andaluz. Por cierto, que, de entrada y este año, nada de reducir listas de espera, crear empleo y transformar Andalucía, porque de momento este año van a tener que gobernar con los presupuestos prorrogados de la Susanita, que no va a recibir inyecciones económicas de Madrid si Pedro Sánchez no consigue aprobar sus presupuestos que son en esencia, salvo alguna pequeña modificación vía decreto ley y similares, los del PP de Mariano que el PP de Casado se niega a apoyar. ¿Curioso, no? Porque el no de Casado a los presupuestos de Sánchez no es que ayude mucho al nuevo presidente andaluz. Y digo que son en esencia los presupuestos del PP de Mariano porque, de echo históricamente, la política económica del P$O€ nunca se ha diferenciado mucho de la pepera y ahora, además, debe ceñirse al dictamen de Bruselas o hay multa de las gordas, que le pregunten al presidente italiano, por ejemplo, que mucho piarla y, al final, pasó por el aro sin vaselina ni nada, que es algo que no se si lo contempla el techo de gasto, pero sería todo un detalle de urbanidad. La vaselina, digo. Como veis, todo se entremezcla por la dey del embudo de la historia esta de la globalización, la pertenencia a un club tan sui-generis como el de la CEE que dicta e impone su propia política económica, en las antípodas de otras políticas que han demostrado ser más útiles para combatir la crisis del 2.008. Mientras Europa se ciñe escrupulosamente a una política austericída que ya anuncia una subida de los tipos de interés del dinero para este próximo verano, con una crisis política y económica añadida por mor del Brexit con consecuencias aun  por ver, que empieza además a ver el resultado de esa política austericída en forma de chalecos amarillos en Francia que reclaman una reformulación de la República misma en otra nueva República, la política de EEUU por ejemplo ha llevado a los yankees a los menores índices de paro de las últimas décadas, aunque ha  tenido y tienen otros evidentes problemas en forma de presidente desquiciado y peligroso.
                                                          

Vaya manera de empezar el año, gachón. Empieza uno en plan doméstico y acaba como ya veis, pidiendo la bombona de oxígeno. Y eso que no he dicho nada de cosas que no se pueden decir nadas, así en plural, como esa patética pretensión de Pedrito Pedrete Sánchez de influenciar, nada menos, que en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al que dice que piensa ir a ver para explicarles su idea sobre los Derechos Humanos saltándose las normas protocolarias, entre las cuales no se contemplan pretensiones, por parte de los presidentes de gobierno, de influir en el citado tribunal ante los eminentes recursos de las sentencias de los diversos juicios relacionados con el independentismo catalán. Por cierto, catalán, si eres de esos independentistas y crees que puedes esperar algo bueno, bonito y/o barato de Sánchez, tengo que decirte, con todos mis respetos, que en el mejor de los casos eres demasiado inocente, por no decir otra cosa. Como he dicho muchas veces y me reafirmo a día de hoy, el independentismo catalán lo único que tiene que negociar con Sánchez es el referéndum de autodeterminación, nada de un nuevo Estatut ni milongas por el estilo. Creía que eso de la autonomía era una cosa ya superada, que no tiene más recorrido mientras siga igual de infectado el TC, que es la primera institución inconstitucional del estado y no se acerca a los estándares de los tribunales europeos semejantes. Como los españoles se muestran tan afectos al fascismo, lo que tenemos que hacer en Catalunya es deshacernos de los españoles.

A más ver  

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