Contra todos los poderes desatados del estado, los visibles
y los invisibles, con el jefe del estado a la cabeza bramando aquel a por ellos
incluido en su iracunda y patética comparecencia, de forma subliminal eso sí,
con candidatos independentistas en la cárcel y el exilio, contra todos “sus”
pronósticos, la nueva realidad catalana fruto del 21-D, es que los
independentistas cuentan de nuevo con mayoría absoluta. Otro cantar es que
vuelvan a cohesionarse y configurar finalmente gobierno, que a día de hoy dentro
del cumulo de contactos, filtraciones, acuerdos y desacuerdos, está el tema
crudo porque incluso se comenta la posibilidad de llevar a cabo una jugada
estilo Puigdemont, que consistiría en que si no tiene este garantía de poder
ser embestido de nuevo presidente, provocar un colapso institucional del
Parlament si logra convencer a Esquerra y la CUP para que, el día señalado para
el evento, 17 de este mes, no se presenten en el hemiciclo, ya que al no haber
mayoría absoluta de diputados, no habrá quórum y, por lo tanto, no
puede constituirse el Parlament ni hacerse ningún tipo de nombramiento, lo que nos
colocaría en otro escenario inédito en democracia en este país, con todo lo que
eso supone. Ya hemos visto lo que el 155, por novedoso, ha traído como
consecuencia: la “normalizacion” hacia la que se tiende en este país, de que un
gobierno nacional pueda cargarse una administración autonómica y no pasa nada. Y
es que por mucho que repitan y repitan y vuelvan a repetir, la cantinela de que
vivimos en un estado de derecho y con separación de poderes, es tan mentira
como que después del lunes viene el sábado. No porque lo diga yo, un mindundi
que pasaba por allí; lo dicen toda suerte de juristas, como la jueza Mercedes Alaya:
https://www.efe.com/efe/espana/politica/la-jueza-alaya-asegura-que-independencia-del-poder-judicial-se-tambalea/10002-3284670
o como señalaba el reciente informe del Greco, del que hablamos en el anterior
post y que ha sido convenientemente soslayado por los medios de comunicación generalistas
al servicio del poder. Y es que las subvenciones y contratas de publicidad, son
las subvenciones y contratas de publicidad, déjate de tonterías que, por la
pervivencia del diario, lo que sea al mejor postor. Eso sí, para satisfacer
morbos tendremos toda clase de detalles, hasta el más nimio, sobre el “presunto”
asesino de Diana Quer, porque a esta noticia le dedican todo el tiempo del
mundo y los recursos que sean necesarios para tener una crónica del suceso de
lo más truculenta. Con ello consiguen, no solo no informar sobre otros asuntos
que son igualmente de interés general, sino también atemorizar aun más a
padres, familiares y a las chicas que son susceptibles de ser víctimas de esos
asesinos. Es el abc del conductismo en lo que se viene a llamar la programación
de la ingeniería social: tener a las masas desinformadas y atemorizadas. Atemorizadas
por esto y por aquello, por estos asesinos, por la inestabilidad laboral, por
la subida de los precios de las cosas más básicas, por esos mensajes apocalípticos
acerca de la independencia catalana, porque nadie es capaz de ponerle fecha a
la normalización política y social en este país de pandereta y navaja trapera,
porque nos gobierna la mafia española. Esa mafia que sale beneficiada de selectivos
incendios en determinados juzgados que carbonizan pruebas de peso sobre esa
mafia, o se ve beneficiada de repentinas muertes de testigos de cargo, o usa medios
de comunicación, a policías que, junto a jueces y fiscales afines, complementan
las maquinaciones provenientes de las cloacas del estado, haciéndonos vivir con
la sensación de estar sometidos a un régimen dictatorial de los llamados “blandos”,
pero régimen al fin, que corta de raíz cualquier intento de revertir el orden
establecido por el Régimen del 78. No hace mucho, asistíamos al bochornoso espectáculo
que supuso el escándalo de las grabaciones en el despacho mismo del ex ministro
Fernández Díaz, grabaciones que pusieron al descubierto como determinados
fiscales “afinaban” falsas acusaciones a rivales políticos a gusto del perturbado
mental que iba con un ángel de la guarda para que le aparcara el coche, y de
cómo presumía el jefe de la fiscalía anticorrupción en Catalunya de haberse
cargado, nada más y nada menos, que el sistema público de sanidad catalana. ¿Y
donde están ambos?: en sus casitas respectivas, tan anchos y panchos, como si
no hubiera pasado nada. Se le llama controlar la situación; que pasa por
controlar los medios de comunicación y
por tener a tu servicio los poderes del estado para callar lo conveniente
y airear lo que interese en cada momento. Si a menudo se dice que la ley y la
justicia son como primas hermanas retiradas, aquí en España lamentablemente
estamos en condiciones de decir que no llegan ni a eso, ni se conocen más que
por los anuncios en la tele. Ahora se está investigando, por ejemplo, por lo que
fueron llamados a declarar ante el juez, a unos profesores catalanes que
informaron a los niños, a petición de estos, sobre la actualidad política en Catalunya
llegando, por parte de la fiscalía, a acusarles de un posible delito de odio.
Yo no estaba en el aula de ese colegio, así que no puedo saber ni qué ni cómo
le contaron a los niños; pero por esa misma ley, me gustaría saber qué y cómo
le cuentan a los niños españoles sobre Catalunya en según qué colegios del estado
español.
Por supuesto que no puedo esperar ni un juicio justo ni nada
que se le parezca sobre el caso del Govern catalán procesado y acusado de rebelión,
sedición, malversación y mal gusto con el amarillo, porque donde este el verde
esperanza…no se puede esperar justicia de unos jueces que no son capaces de
defender sus acusaciones sobre el Govern catalán fuera de España, como
comprobamos al retirar la euro orden de detención sobre Puigdemont y cía. horas
antes de que la justicia belga se pronunciara al respecto. Todos ellos son
sabedores y plenamente conscientes de que este proceso se acabará dentro de
unos 8 o 9 años, cuando la justicia internacional se pronuncie al respecto;
pero para entonces muchos de estos políticos ya habrán abandonado la política y
estarán colocados como consejeros en una gran empresa del sector
correspondiente, y jueces y fiscales ya estarán presumiblemente jubilados o a
punto de jubilarse. El mal ya no tendrá reparo; y evidentemente se la repampinfla
a todos ellos, empezando por la Lamela. No se pueden esperar buenas cosas de
gente con el corazón podrido por el odio, por la animadversión, por el rencor y
el fanatismo ideológico, y como de todo hay en la viña del señor, es evidente
que también hay jueces catalanofóbicos, que han convertido en enemigos de la
patria en su fuero interno a los independentistas, a los que no hay que juzgar
sino ajusticiar, que es otra cosa muy distinta y muy parecido a lo que están haciendo
con Junqueras y demás. El auto del tribunal que vio el recurso presentado por
Junqueras sobre su orden de prisión ayer viernes, no pudo ser un mensaje más
claro para Puigdemont: nada de tregua, ni pacto, ni nada que se le parezca:
como entre en España irá directamente a la cárcel, con lo que nos encontramos
ante el hecho de que un tribunal notoriamente parcial, puede impedir que sea
nombrado un cargo electo impidiéndole presentarse a la investidura, porque ni
está claro que, una vez detenido, se le deje acudir al acto, ya que queda a
criterio del juez y este puede alegar que existe riesgo de reincidencia en el
delito, que es una formula como otra cualquiera de impedir que los acusados
puedan demostrar lo contrario. Amén de que el auto per se destila un tufo a
sentencia contradictorio con el hecho de toda presunción de inocencia que se
supone que rige para un detenido en un estado de derecho. Lo digo porque me lo
he leído https://es.scribd.com/document/368478150/Auto-de-rechazo-a-la-apelacion-de-Junqueras#fullscreen&from_embed
y el tribunal da por sentado cosas que aun están sub júdices y no puede, no
empero, demostrar la forma de participación, que órdenes concretas dio ni a quién,
que lo puedan implicar en el delito de rebelión o sedición, presuponiéndole esa
autoridad por el simple hecho del cargo que ostentaba, pero sin poder establecer
testimonios, testigos, ni más pruebas que la suposición por parte del tribunal.
Lo siento. No tenéis la culpa de que este asunto me absorba de
esta manera, ni yo el derecho de torturaros hasta el mismo día de reyes; pero
es que aquí están pasando cosas muy graves cada día y, lo peor, es ver que no
hay salida a este embrollo. No con Rajoy al frente de ese gobierno podrido
hasta el tuétano de corrupción, de pura mafia. No con esta monarquía parlamentaria
bananera y chabacana, que disfraza el régimen de democracia para quienes se
creen que los burros vuelan y que las corridas de toros son una fiesta. Claro
que, para fiestas, las que deben pegarse los miembros de la realeza con toda la
pasta que evaden el fisco y de la que Montoro ni sabe ni quiere saber, ni mucho
menos va a poner en ninguna lista publica de defraudadores, como hace selectiva
y esporádicamente cuando le interesa ir a por alguien, poner a alguien de
ejemplo o poner en el disparadero de la audiencia pública por motivos
bastardos. Ser un Borbón tiene sus privilegios; ser un Varela, como mucho, carbón
por cabroncete a ratos así sueltos; eso sí: de azúcar, que soy también muy
dulce.
A más ver
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