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domingo, 21 de enero de 2018

LO CONSUETUDINARIO


Gobierno y Poder. A menudo la gente, por un mero reflejo irreflexivo, suele confundir los términos y creer que ambas cosas son lo mismo; nada más lejos de la realidad sobre todo en un país como España, donde la normalización democrática está a años luz de semejarse a la de los países desarrolladlos de nuestro entorno. Aquí, digamos, se nota más esa diferencia. Las revelaciones del tal “Bigotes” acusando a Paquito Camps (nada que no sospecháramos, por otro lado), el reciente caso Palau con la implicación de CiU, etc. son fiel reflejo de la dependencia de los partidos políticos de esas esferas de poder que les subvencionan hasta las putas, las drogas y las cuentas en Panamá. Esas mismas esferas de poder ahora se están volviendo en contra de aquellos a los que mantenían en el gobierno o la administración del estado, el PP en romano paladino: por la crisis catalana, los casos judicializados de corrupción, el desgaste propio del ejercicio de gobierno y sus impopulares medidas, la debacle del propio PP en Catalunya…son elementos, para esas esferas de poder, que convierten al PP en caballo perdedor ante un pujante C´S que está “aparentemente limpio” y que simbolizan el nacionalismo español radical al modo del bosnio, por ejemplo, en contraposición con el nacionalismo pepero, más trasnochado y melifluo. Además C´S viene con el añadido de ser un partido remarcadamente anti autonomista y recentralizador, que tiene como objetivo no solo combatir al independentismo catalán, sino que su aspiración sería convertir el gobierno autónomo catalán en una suerte de subdelegación del gobierno central; una particular Diputación más. Y los ataques de Rivera, por otro lado y como otro ejemplo más, al Cupo, no son otra cosa que el primer torpedo contra el Concierto Vasco. La vida del ultraliberal no puede ser más simple: se divide entre los Aptos y los No aptos al sistema. A partir de aquí construyen su relato de modelo social, del que salen paridas como el contrato laboral único, por ejemplo, que esbozó Rivera en pasadas campañas. Podemos, por tanto, estar asistiendo a los últimos coletazos de la dictadura rajoniana, para adentrarnos en una nueva época de liberalismo ultramontano, intolerante, reaccionario, españolísimo por los cuatro costados, y renovado sostenedor vigoroso del modelo de estado actual, de la podrida monarquía y de la podrida clase política.  

Yo mismo escribí aquí, al inicio de las manifestaciones masivas reivindicativas del soberanismo del 11-S en Catalunya que comenzaron en 2.010, que muchas, pero muchas  y muchas más de esas personas que se manifestaban reivindicando su derecho a decidir, no lo hacían por un recién nacido sentimiento patrio catalán, sino como huida del sistema político español, gentes cansadas de las disputas con esos gobiernos de Moncloa que vivían, como viven, perpetuando las disposiciones franquistas que se implementaron con la instauración del Régimen del 78, manteniendo y refortaleciendo un sistema de gobierno corrupto que no es que sea estructural, sino que ha estructurado la corrupción como sistema de gobierno. También escribí que el pueblo catalán tonto precisamente no es, y que en su día daría cumplida cuenta de sus propios corruptos, como así está siendo y como muestra la caída electoral de la derecha nacionalista catalana: el respaldo que mantienen algunos de la antigua CiU es debido única y exclusivamente a que esos nombres se han incrustado en el llamado “procés” como tabla de salvación política; capitaneados por un Puigdemont limpio de corrupción en lo personal y convertido en icono del independentismo por la ineptitud de Rajoy, que quiere encima elevarlo a la categoría de mártir de la causa independentista metiéndolo en la cárcel. La actitud y las medidas represoras de Rajoy en lo tocante a este asunto, no solo ha refortalecido la voluntad de esas gentes, que no es que fueran nacionalistas catalanes naturales, y sí reactivos, sino que además ha sumado más adeptos a la causa, al tiempo que Rajoy ha visto como se desinfla su apoyo popular, atacado además en su flanco derecho por su propia marca blanca: C´S, que le reclama más radicalidad, porque C´S se mueve más cómodo en el “a por ellos” que bajo la batuta de un maricomplejines. Así las cosas, tenemos movida para rato con el tema catalán, que próximamente va a vivir presumiblemente otras jornadas de esas históricas con alguna posible acción estrambótica o fuera de lo común, para divertimento de algunos, sofoco de otros, indignación de algunos y guasa; por favor: que no falte la guasa.  
                                                                         

Según los mentideros políticos de la capital del sacrosanto imperio español, desde ayer, sábado 20 de enero del año 2018 de nuestro señor y santo Mariano, Rajoy le ha declarado oficialmente la guerra a C´S; alguien le ha debido soplar en la oreja que los naranjas van primero en las encuestas, motivo por el cual el patria salvatorem máximus, el Yo Rajoy, gñeee, ha decidido tomar cartas personalmente en el asunto y ponerse al frente de la oposición a su oposición. Un nuevo frente, por tanto, que se ha abierto ya en canal al comúnmente indolente personajillo que habita ocasionalmente La Moncloa, por lo que no es de extrañar que, a partir de ahora, los peperos vayan a por todas, digan más sandeces de las que dicen normalmente, y hagan más tonterías de las habituales, como la de ayer, personándose, junto a C´S, en la manifestación que hubo en Barcelona de Policías y Guardias Civiles, que reivindicaban la equiparación de sueldos con las policías autonómicas. Justa reivindicación, todo sea dicho, aunque perdida un poco también en las formas, ya que y de acuerdo con las cifras que ofrecieron los convocantes, se congregaron más de 160.000 agentes del orden del estado español; cuando, y según fuentes del ministerio del interior, el total de Policías Nacionales y Guardias Civiles en toda España ronda los 140.000, lo que convierte sencillamente en imposible las cifras de los primeros. Que fueran 160 mil personas cabría; pero 160 mil agentes, imposible y, por tanto, mentira cochina. Pero esto, como casi todas las cifras que se ofrecen siempre por parte de uno y otro bando en las concentraciones y manifestaciones, no pasa de la categoría de anécdota. Lo relevante es que es una reivindicación histórica de las fuerzas del orden, que sistemáticamente han sigo ninguneados y engañados por parte de los gobiernos de PP y PSOE, y es, por tanto, un contrasentido que el PP este apoyando una reivindicación que ellos se han dedicado a torpedear e ignorar durante décadas. No deja de ser hasta gracioso que se haya reactivado la reivindicación por el contencioso catalán y que haya sido eso, justamente, la espoleta que les vaya a permitir celebrar esa equiparación salarial.

Y al tiempo, curiosamente, que se pone en marcha la guerra entre PP y C´S, un tal Feijóo, único líder pepero que sigue gobernando con mayoría absoluta, se deja ver y se deja oír por las televisiones y radios de las Españas, quien sabe si como candidateándose para posible relevo de Rajoy a medio plazo, ya que a día de hoy, sin el apoyo para los presupuestos de debía recibir del PNV, que no está muy por la labor mientras siga vigente en Catalunya el 155, y con C´S dándole guerra al mono día sí y día también, es harto dudoso que agote la legislatura. Veremos si el poder dora a fuego lento al PP para deshacerse de él, sin pausa pero sin premuras, o lo abrasa a la máxima potencia y este mismo año tenemos de nuevo elecciones generales.  
                                                                               
A más ver

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