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jueves, 4 de enero de 2018

PALABRAS





¿Para qué son las primeras palabras de este 2.018?: ¿para el honor, para el amor, para el horror, para el dolor, la esperanza, la música, los amigos, cualquiera de mis no dos, sino de mis ocho personalidades distintas, octopolar el niño, alienadas por estos tiempos modernos, locos, fantásticos y absurdos tiempos modernos; para mis Sócrates y Platón, los dos gatos que corretean por mi casa con sus irrepetibles filosofías gatunas de la vida a cuestas, dos refugiados del maltrato y el abandono? ¿Para el silencio, la nada, la ausencia, el salvajismo irracional de unos bípedos que van de Armani o de Primart? Cogorzas y otros excesos aparte propios de estos días que algunos se hayan podido permitir, nos topamos de lleno con la cruda realidad del año nuevo, tarifas nuevas y sueldos y pensiones…que no dan más de sí. ¿De la subida del 0,25% de las pensiones, qué decir, a estas alturas, que no se haya dicho ya? No. No digamos España. Esto no es un país. Es un negocio. Y si los ciudadanos no se agrupan, si no se asocian, más allá de los grupos convencionales políticos, cada día estarán más y más solos. Como en los saqueos pasados al erario, como en los saqueos presentes, contemplarán los futuros saqueos que, ante la indolencia generalizada, les harán pagar como los de antaño y los de ahora, versus Castor que a pesar de la sentencia del Tribunal Constitucional, Rajoy ha hecho publicar en el BOE que va a pagar a Castor lo que el TC dice que no hay que pagarle: 1.300 milloncejos de nada que, claro, no va a pagárselos Rajoy, sino tú y yo. Si, por poner un ejemplo, el gobierno aragonés hiciera lo mismo, esto es: saltarse una resolución del TC y pagar una indemnización en contra de lo dictado por dicho tribunal, la que se lía es pequeña, amén de que al día siguiente el gobierno aragonés ya tiene intervenidas sus cuentas; pero a los de Moncloa ¿quién se las interviene? Barra absolutamente libre; y lo que te rondaré, morena, porque se auguran tiempos futuros en España de mayoría absoluta de ladrones y sinvergüenzas en fraternal armonía (PP-C´S). Con un PSOE grogy, a la deriva de los acontecimientos, sin saber ni poder y quien sabe sin ni querer, construir un relato ilusionante, componer un programa real para ilusionar y no…es que es absurdo todo lo que uno pueda esperar del PSOE a estas alturas, y de ese embustero que ha pasado de la multinacionalidad del estado español, a la una e indivisible, en menos de lo que le dura a un Policía Nacional unos Tagliatone y unas croquetas, poco bueno cabe esperar como socialista, no digamos ya obrero. 4 croquetas, tampoco te pases ahora, espléndido. Y me gustaría equivocarme, pero creo que el juez no va a soltar ni al Junqueras ni a ningún otro, de momento. Sigue siendo asombrosa, no obstante, la facilidad, prontitud y diligencia con la que actúa cierto sector de la judicatura, en contraposición a las trabas, retrasos, dificultades e inoperancia que demuestran en otros casos. Por no hablar de lo caro que le resulta a un ciudadano tipo en España pretender encontrar justicia en los tribunales. Si no te mueres antes o ya te ves abuelo cuando se dicte la sentencia definitiva.

El rapapolvo del Greco (grupo europeo contra la corrupción) a Rajoy, que en un país normal no tendría sentido y aquí los medios generalistas soslayan como mandan los cánones de la objetividad y transparencia informativa http://www.lavanguardia.com/politica/20180103/434043924557/greco-consejo-de-europa-espana-recomendaciones-corrupcion.html debería avergonzar a algun@s que se suelen mostrar muy exigentes con los demás; fenómeno que sería verdaderamente inaudito en un país con una casta política que tiene la ética de un tornillo y la moral de un gollum al uso. Pero el percebe pontevedrés no tiene intención de rectificar un ápice en su política anticatalanista, achacando ahora la culpa de todos los males económicos a los independentistas, como si estos fuesen los responsables del vaciado de la hucha de las pensiones, de los sueldos y trabajos míseros y de miseria, de la factura de la luz, de que el propio PP sea el nomber one de la corrupción, con denominación de origen, o de que desde el propio ministerio se haya llamado por teléfono a empresarios catalanes ofreciéndoles de todo por marcharse de Catalunya. Por arte de birlibirloque este individuo de mala calaña se auto exculpa, a las primeras de cambio, con la misma facilidad con la que mi hijo se cree estar tomándome el pelo, que ya lo veo venir antes de que se haya puesto de pie. Su cortocircuitado cerebro que va perdiendo células grises a capazos, le lleva a veces a decir disparates sin ton ni son, y como no le faltan aduladores y lamesuelas a su alrededor, estos le invitan a vivir en una suerte de país de las maravillas en el que, toda la gente, es tontita porque sí, que todo lo aplauden y todo les parece, pues eso: de maravilla. Naturalmente que esto pasa, entre otras muchas causas, porque no tiene oposición política. Pedro no se atreve a serlo, ni puede aunque quisiera; que tampoco quiere enfrentarse al sistema mafioso de estado y sí formar parte de él. Con la crisis catalana decidió tomar partido por la perpetuación del Régimen del 78 que, al fin y al cabo, a él tampoco le ha ido tan mal cuando firmaba las actas en CajaMadrid para que los Blesa y compañía hicieran a su antojo con tarjetas, Preferentes y demás. Ya dio unas primeras señales cuando prefirió pactar lo económico con C´S y no contar con Podemos en su frustrado intento de ser nombrado presidente, teniendo encima el cinismo de achacar su fracaso a Podemos. En dos sonoras ocasiones, pues, tenemos a Pedro desdiciéndose de su pretendido giro a la izquierda, su frontal oposición a Rajoy y al recetario económico liberal, que él abraza sin rubor alguno por aquel mantra que lo convierte en “el único modelo posible” económico. Entre lo más parecido a los modelos de Keynnes y Friedman, aquí Friedman es poco menos que palabra de dios; mientras la administración norteamericana de tintes más keynsianos florece por su economía abierta a la inversión pública como detonante del consumo y la productividad, ergo índice de desempleo 4,1% ; aquí…¿pues qué quieres que te diga? si una administración pretende cualquier cosa que no le guste al Gollum mayor del reino, con su sonrisita rateril asaltara la administración y la pondrá en cuarentena, como de hecho ya quiere hacer cuando amenaza con recortes si no se aprueban los presupuestos y el gobierno se ve obligado a prorrogar los actuales del 2.017; y todo porque los vascos no ven clara la cosa de Catalunya y el 155, que exigen su retirada amén de “blindar” el cupo vasco ante las posibles acometidas de C´S sobre el mismo. Habría salido más barato para el estado español llegar a algún acuerdo con Artur Mas cuando este le hizo las primeras 24 propuestas de negociación, entre ellas la consulta que no tendría validez jurídica ni recorrido legal alguno, que la factura que ahora está pagando no solo a nivel económico, sino y sobre todo de prestigio y de imagen al mundo. Porque como los sabios alentadores del enfrentamiento no dicen, todo el mal económico que se le haga a Catalunya en tanto que territorio español, se lo hace el estado así mismo. Súmesele la cantidad que se ha pagado por el despliegue policial, cantidad que no podremos saber por haberlo declarado el gobierno secreto de estado, los costes judiciales, lo perdido por la bajada del turismo… y el impresentable ese que en un concurso de tontos no le dieron el primer premio…por tonto, escurriendo el bulto volviendo a las tesis del hilillo de plastilina cuando su metedura de pata ha sido mayúscula, demonizando al oponente por cualquier nimiedad o construyendo relatos idílicos para presentarse como nuestro nuevo mesías, nuestro redentor y salvador de la patria, sin el que no podríamos vivir y caeríamos todos en la ruina más absoluta, terrorífica, terrible, terribleza, territorial, terribilísima, terrícola; ¿te quieres callar ya? Ojala que llueva café en el campo…pesaito…quisiera ser un pez, para tocar mi nariz en tu pecera…¿Por qué no te callas?

Pos ya me callo.
                                                                           

A más ver   

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