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sábado, 13 de enero de 2018

DICOTOMÍAS Y TUYAS





Enfrascado, envuelto, absorbido plenamente por el trabajo, parece que ni estoy...pero solo lo parece, como parecen unas cosas que solo lo aparentan, pero…lo mejor de esta conjunción adversativa, siempre viene después. Y ese pero, es que no pierdo ripio de lo que pasa, que como viene siendo norma habitual últimamente, no pasa poco y lo mucho que pasa, nos debería afectar más de lo que aparentemente lo hace. Pero la ciudadanía, y sobre todo la de este país, tienen su ritmo, su propio latido que a veces parece batir en función de los colores, nombres, formas y maneras de hacer determinadas, que hacen pervivir el sempiterno trauma de las dos Españas. Porque aun que ahora parece que haya más colorines y aparentes bandos donde escoger, en el fondo sigue siendo igual, como antaño y como probablemente mañana: azules contra rojos, izquierda, derecha, ricos y pobres, poderosos y resto de pringadillos al uso. Y uno, la verdad, no sabe que espera este Rajoy, tan mísero de ideas y de razón, tan coprófago, tan ausente de sentir y sin alma. No hemos estado, como país, tan rotos, tan deslavazados, tan empobrecidos y enfrentados, por mor de una clase política capitaneada por ese mustio andrajo andante que no sabe ni habrá ni discutrí, que confunde peras con pantalones y que no es más tonto porque no es más grande. Eso es lo trágico de esta historia nuestra reciente: que un bobalicón de esta naturaleza, sea el capitán de la cueva de Ali-Baba y tenga esa cohorte de aduladores, seguidores, lamesuelas y bobalicones conformando esa masa humana borreguil, taciturna, enfrentista e intolerante con todo lo que no les suene al primitivismo congénito que padecen. Como su sabia podrida les suministra el odio suficiente, no les sirve el enfrentarnos, sino que entre ellos mismos se muerden a dentelladas secas y calientes, que diría el poeta, como vimos en la comparecencia de Rato, acusando al gobierno de querer meterlo en la cárcel, ¡a él! Por dios…si era el no va más de la economía, que se paseaba como un dios por los ministerios dando lecciones de innovación, eruditismo y milagrerío económico, cuando en realidad estaba abriendo la puerta de par en par a la crisis que, amén de la propiamente económica que desataron en el parquet de Wall Street con los productos tóxicos, posteriormente se sumó a nivel inmobiliario en España, facilitado por la liberalización del suelo y la especulación inmobiliaria que él propició con su gobierno. Gracias a él nos vimos con dos crisis, dos. Aunque no solo a él, que aquel de la “desaceleración económica”, no sé como tiene aun la poca vergüenza de salir a la calle. 

¿Qué es lo que nos ha traído aquel movimiento popular del 15-M como legado de lo que se proclamaba de la nueva política y las nuevas formas de hacer política? ¿Estas son las nuevas formas; los nuevos políticos…ande andarán? Unas pinceladas en algunos ayuntamientos relevantes, que son sistemáticamente torpedeadas por los iracundos acostumbrados al ordeno y mando de toda la vida, y la “rebelión” en Catalunya como hechos más destacables, entendiendo la rebelión catalana como un movimiento rupturista con el sistema político establecido, que tiene como objetivo revertir ese orden y configurar un nuevo estado independiente en la península. Ambos, Podemos y Catalunya, se dan cita en el recurso que presentó Podemos al TC sobre el art. 155, que este ha admitido a trámite para meterlo en la nevera, en tanto que al haber presentado el recurso, el alto tribunal debería llamar a las partes, gobierno central y autonómico, para practicar la diligencias oportunas; pero al ser el mismo gobierno el que ostenta el poder en Moncloa y Barcelona, es un contrasentido llamar a Rajoy para que presente alegaciones como gobierno central; y como gobierno autonómico al mismo tiempo contra el gobierno de Maricomplejines, que le llama el otro. Santo varón, Losantos de la santa inquisición radiofónica de piadosos y devotos escuchantes. Ciertamente un pobre, muy pobre balance para un país que necesita acabar con legislaciones laborales esclavistas, limpiar sus instituciones de sanguijuelas parasitarias, reiniciarse, actualizarse en modo siglo XXI, y superar esta decadencia del sistema caduco que se mantiene desde, por y para favorecer a las elites rapaces y codiciosas que nunca tienen bastante. ¿Pero qué más da que esto lo diga yo, tú, ese o aquella, verdad? Después, aquí se vota lo que se vota. 
                                                                                   

De votos, votantes y votaciones está compuesta la columna vertebral del proceso soberanista catalán; pero la clase política del sector soberanista anda hoy discutiendo la dicotomía abierta entre los independentistas realistas y los independentistas llamados puristas, que son aquellos que te empiezan el discurso diciendo que Catalunya es ya una república. A todo esto Puigdemont está más solo a cada segundo que pasa, descartada casi con toda probabilidad la elección telemática, se ha intentado una especie de negociación con el juez que no ha llevado a ningún lado como es natural porque un juez no puede, ni debe aunque sepamos a ciencia cierta que los hay que, mira, son más laxos en según qué cosas, actuar fuera de lo que le dicta el ordenamiento judicial. En romano paladino: que los dos abogados que querían comer con él unos moluscos con patatas fritas, que vayan a su despacho si quieren; que no hay moluscos. Me satisface el nuevo paso al lado de Mas, que diga lo que diga la realidad es que lo que espera próximamente es ser inhabilitado por alguno de los 3 procesos judiciales en los que está acusado. Viene, al mismo tiempo, a ser un aviso a navegantes como Puigdemont, al que avisa, y yo creo que acertadamente, de que no fuerce unas nuevas elecciones y permita la formación del nuevo gobierno, con él o sin él, porque lo prioritario, ahora mismo, es recuperar el gobierno y las instituciones catalanas de las zarpas de los okupas de Moncloa. Y con relación a esto, a esos okupas de la Moncloa que todo lo emponzoñan con su bilis y su estulticia, algunos siguen siendo tan crédulos que esperan un gesto, un algo de lo que se pudiera desprender que Rajoy tiene voluntad política de solucionar el problema político y tener algún detalle, una cesión por su parte, una vez abandonada, como lo está por todos los interpuestos, la vía unilateral de independencia. Nada de nada. Para eso deberíamos levantarnos una mañana y sorprendernos a nosotros mismos confesándonos que a este Mariano me lo han cambiado. No hay cuartel que valga para estos, eso es lo que se desprende también por ejemplo y siguiendo en esa línea, de la interlocutoria del juez Llanera sobre la petición de Junqueras de asistir al pleno del Parlament en la sesión de investidura, y de su traslado a una prisión catalana. Nada de nada. Una interlocutoria en la que deberíamos entrar a fondo para analizar sus contradicciones flagrantes, que las tiene, y los derechos violados de la ciudadanía de representación política que conlleva, que también. Dicha interlocutoria del juez, además, se hizo sin consultar en este caso con la fiscalía, favorable a las peticiones de Junqueras o que cuando menos no se opondría, entre otras cosas porque la tesis que defendió ante sus sinodales en su momento el fiscal, la dedicó a la inviolabilidad del derecho parlamentario. Uno de los argumentos sostenido por el juez, además, no puede ser de lo más peregrino, ya que si bien es cierto que él a título personal puede creer que la presencia de Junqueras puede causar desordenes públicos, igual se podría decir de su ausencia ya que esta, per se, no garantiza que no los pueda haber, sino que incluso se podría interpretar que todo lo contrario: que puede considerarse toda una provocación, una más, de las ya incalculables provocaciones recibidas en Catalunya, sobre todo en los últimos tiempos. Y es que por mucha propaganda y mucho que se esfuercen en decir lo que quieran, aquí no hay normalidad mientras nuestros representantes políticos estén en la cárcel o el exilio y siga en vigor el 155.
                                                                                 

No. No vamos a desaparecer. Vamos a ser para Rajoy esa gota malaya que cae incesante, paulatina e inexorablemente, sí o sí, entre otras cosas, porque sí: porque él lo quiere así.


A más ver

2 comentarios:

  1. Ja era hora hombre,ja encontraba a faltar el post del amigo Varela,...tu si que sabes,siempre me sorprendes, porqué será que prefiero tus comentarios que los de la vanguardia,el país,el periódico....joder,es que todos dicen lo mismo,felicidades comparto,...sigue asi

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