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jueves, 29 de marzo de 2018

EL REPASO




No quisiera ponerme tremendo ni tremebundo, pero me da en la nariz que si no fuera por la atención mediática internacional que está acaparando el llamado “proces” catalán, los cuatro acompañantes que iban en el vehículo con Puigdemont cuando este fue detenido a 30 kilómetros de la frontera, dos Mossos, un empresario amigo del President de la Generalitat y un profesor de Historia, ahora mismo estarían detenidos en los calabozos de la Audiencia Nacional. Para aquellos a los que la señal solo les llega si es de TVE, T5, A3, 13TV, La Cuatro y La Cope, decirles que el medio periodístico por excelencia en el mundo, referencia de la libertad de expresión, el diario norteamericano The Times, dedicaba, no un articulo ni una nota ni una crónica, sino su Editorial al tema catalán el pasado miércoles https://www.nytimes.com/2018/03/28/opinion/catalonia-spain-germany-puigdemont.html en la que, sucintamente, le dice a Rajoy que no, que así no vamos bien, que respondiendo al movimiento independentista solo con porras, jueces y cárcel, no se soluciona nada, más bien todo lo contrario. Ayer mismo este mismo rotativo escribía que, con la entrada en escena de Alemania, esta tenía la oportunidad y casi que la obligación de poner un poco de luz en el conflicto,  promoviendo un gesto conciliador extraditando a Puigdemont a España como pide el gobierno español; aunque con la condición de que no sea juzgado en ningún caso por rebelión, habida cuenta que no existe nada que revista indicios de haber cometido ningún acto violento el señor Puigdemont, que es un señor que ha sido elegido democráticamente y que defiende una opción política legitima y, en cualquier caso, no prohibida por la ley española, con partidos políticos independentistas debidamente legalizados. Sostiene el periódico norteamericano que Rajoy no explica “la historia completa” cuando lo reduce todo a un caso mera y puramente judicial, y que con la única respuesta de las del tipo 1-0, represión y cárcel no es como se va a ganar las mentes y los corazones de los catalanes, ni el apoyo de los europeos. Tras lo cual, lo siento en el alma mis queridas y queridos, pero uno tiene que confesar que yo no soy el editorialista del The Times. Más quisiera el editorialista. A más de uno se lo he tenido que recordar aquí mismo en la red, cuando le he dicho que lo que no se vale es empezar a contar el cuento abriéndolo y empezando por la mitad del relato. Y por decir estas…obviedades, que son puras obviedades diáfanas y cristalinas y tener, aquí puesto en el fachabú, que soy de Barcelona, ya soy un adoctrinado, un abducido por los Pujol después de pasarme años denunciando a CiU y la mafieta catalana, un nazi golpista, un supremacista, un hijo de pe punto y no sé, se me han olvidado el nombre de tantas flores. No me sorprende que no me rebatan con otra cosa que insultos, a fin de cuentas se pasan la vida mirando telebasura aplastados en el sofá como si eso fuera lo más parecido a la felicidad que van a poder aspirar en la vida, y ese es el vocabulario que saben, no les da para más. Son los que oyen pero no escuchan; en este caso leen pero no digieren, no asimilan lo leído porque superponen la Verdad Absoluta de Su Relato de las cosas, y no aceptan modificaciones de ningún tipo ni nada ni a nadie que ose cuestionarlo. Y luego les lees escribir, convencidísimos y hasta con sus signos de exclamación y todo, cosas tales como el que ha violado la ley a la cárcel; después de que quien lleva décadas violándola siga libre y siendo elegido y reelegido una y otra vez como es sabido, en cuantiosos casos por muchos que hablan ahora de la inviolabilidad de la sacrosanta ley. Pero claro, no puedes evitarlo y el coco se te dispara a rememorar el titulo de esa maravillosa obra de arte del excelso Robert de Niro: Uno de los Nuestros. Y es que es de eso de lo que se trata. Si es uno de los nuestros…no hace falta decir nada más ¿verdad? Bueno, va, la última: estos días el decano de la prensa británica ha arremetido duramente contra Rajoy por la manera de abordar el problema  “con imprudencia, mano dura y un deseo aparente de empeorar la situación ya de por sí complicada”.

Ahora debería venir cuando yo dijera, pongamos por caso, cuánto  tiempo hace que vengo diciendo que la solución del conflicto catalán,  solo es viable internacionalizándolo, como ahora se está haciendo. No porque yo sea un iluminado, ni en cientos de siglos; sino porque me ha parecido desde un primer momento, desde la primera reclamación de una consulta en la Diada del 2.010, que en Madrid no estaban, estarían jamás, por la labor. Otra cosa es fuera de aquí, con árbitros ajenos a ambas causas. Pero estas pequeñas muestras, que pueden llevar a levantar el ánimo independentista porque provienen, eso es cierto, de prensa tan prestigiosa, no debería llevar a nadie a engaño. A día de hoy la causa independentista catalana no cuenta todavía con el apoyo claro y explícito de ninguna cancillería ni gobierno europeo. Diríamos que estamos precalentando, y parece ser que algunos jueces no ven con buenos ojos los guantes que usa Rajoy, hasta el punto de no ser del todo reglamentarios. Como es obvio no puede haber un consenso ni ningún apaño entre los 4 jueces europeos ( alemán, belga, británico y suizo; aunque Suiza no pertenece formalmente a la UE) para dictaminar una solución conjunta porque cada uno debe regirse por su propia legislación. En tres de los casos parece bastante claro que se va a descartar el tema rebelión, no así el de malversación; y queda todo pendiente del veredicto alemán que vale su peso en oro, porque estamos hablando del país que lidera Europa en muchos aspectos, partiendo de su mayor aportación económica al proyecto europeo, por ejemplo. Ni hay que obviar, por otro lado, el susto y el pasmo que tratan de digerir los euro-optimistas con el tema del Brexit, que ha significado todo un varapalo para ese proyecto de aspirar a ser no solo una potencia competitiva, sino la principal potencia económica mundial como aspiraba Europa, y que en el conjunto de países europeos algunos de estos tienen aun temas pendientes con sus respectivos movimientos separatistas, casos de Escocia, Francia, Italia, España, que no es solo Catalunya…así a bote pronto. Uno de los aspectos, por tanto, que valoraría el gobierno alemán en el contencioso catalán-español, sin duda va a ser el financiero, y Rajoy confía ciegamente en que su sumisión al dictado de la Frau Merkel le va a reportar su apoyo, cosa que ni yo dudo; otra historia es cómo sea ese apoyo, si tal y como espera y desea Llarena, el mismo y toda la cohorte de ladrones y salvapatrias por horas,  o a ratitos sueltos así tontos de esos que te pillan sin nada que hacer y te dices a ti mismo pues venga, va, voy a salvar España un rato; o bien lo hace en clave como desea Puigdemont y descarta la rebelión. Eso, de darse ese caso, nos llevaría a ver algo verdaderamente inaudito en nuestra historia judicial: ver sentados en el banquillo a unos juzgados por los mismos actos pero con diferentes tipologías de acusación, ya que por ejemplo a los Jordis, Junqueras y resto de presos en España se les podría acusar de rebelión, otra cosa es demostrarla, y a los exiliados no. pero pongamos por caso que a los presos en España y acusados por rebelión, se les acaba condenando por ello. Cuando le llegue todo esto al Tribunal de Derechos Humanos de Europa, como no quepa duda a nadie que va a llegar, se van a quedar pasmados empezando por las continuas prevaricaciones del juez instructor del Tribunal Supremo, pasando por lo insustancial de las pruebas en las que basa su teoría de la rebelión y la violencia, para acabar con la rocambolesca y estrambótica historia fabulada de la conspiración, en la que cayeron como pardillos más de dos millones de abducidos por los encantos de un corruto que se hundía en las encuestas.   
                                                                         
                                                                                
A más ver





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