Quien sabe como educarían a estos personajes del PP cuando
hace siglos eran unos niños, si bajo las normas que rige la filosofía del palo
y tentetieso y eran llevados de las manitas a misa de domingo, o vaya usted a
saber que otro tipo de depravaciones. Para mí que los pobres se llevaron unas
cuantas hostias y ahora, claro, viven bajo ese recuerdo que les tortura el alma
y se sienten impelidos al maltrato generalizado a sus semejantes. Quien más o
quien menos, recordareis la colleja que le dio Rajoy a su hijo durante una
entrevista en un programa de radio, cuando el hijo literalmente se burló de la opinión
de su padre sobre fútbol y marrano, perdón Mariano, impuso su autoridad paterna
con una colleja en el cogote de su tierno infante. Trasladado a la política y más
concretamente a la cuestión catalana, podríamos decir que el independentismo se
la llevado, desde el 1 de octubre, tres collejas de Rajoy en forma de tres
intentos de investidura de un President de la Generalitat. Ya sé que muchos
españoles que solo ven Tele5, la 1 de TVE, Antena3 y/o 13TV y similares, lo verán
como la cosa más natural del mundo pero, muy a su pesar y a pesar de que se
nieguen a reconocerlo, de natural y de normal no tiene absolutamente nada. Yo
iría más allá de lo que va la mesura y diplomacia del Catedrático de Derecho
Constitucional Javier Pérez Royo, cuando afirma que el juez Llarena ha
prevaricado en el caso de la investidura de Jordi Sánchez, motivo por el cual el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha conminado al gobierno español a
respetar los derechos políticos del líder de la ANC, y afirmaría, a título personal,
que además de prevaricar ha cometido dolo, porque es evidente que su manifiesta
parcialidad le ha llevado a tomar resoluciones con la intención de dañar a los
encarcelados y al movimieno independentista en su conjunto. En un país normal,
democráticamente estructurado, debe existir la libertad ideológica y este
caballerete debe respetarlas todas, aunque no le gusten. Mientras no sea ilegal
el independentismo, ningún juez puede argumentar que el reo no piensa modificar
su apego a la causa independentista, para mantenerlo en prisión.
Ayer hubo pleno en el Parlament de Catalunya. Estaba convocado
para lo que se suponía que debía haber sido la sesión para investir a Jordi Turull
como nuevo President de la Generalitat, intento frustrado como todos sabéis por
el prevaricador reincidente del Llarena, que lo envió la noche anterior a prisión
junto a Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa y Carme Forcadell. Marta Rovira,
siento decirlo, fue la más lista exiliándose en Suiza para hacerle compañía a
la Anna Gabriel. Así mismo, el juez había prohibido que se celebrara la sesión de
investidura porque no habría candidato alguno. Pero el President del Parlament
Roger Torrent emplazó a sus señorías para que, una hora más tarde de la fijada
en principio para la investidura, celebrasen un pleno para que todos los grupos
parlamentarios pudieran dar su opinión acerca de los hechos excepcionales que
se había producido. Fue una sesión muy emotiva, hubo lágrimas, voces quebradas
por la emotividad y una cálida y larga ovación para las familias de los
diputados encarcelados que habían asistido al pleno. El PP de Albiol y en la línea
que caracteriza a ese brabucón de feria, se ausentó del hemiciclo porque aquel
acto era un fraude de ley; la verdadera razón no fue otra que la de presumir
ante C´$ que ellos la tienen más grande y que no iban a participar de aquel
acto sensiblero e independentista, que era lo que tenía que haber hecho también
C´$ según Albiol. La Arrimadas en su línea: mucho blablabla, mucha queja, mucha
protesta pero cero propuestas para alcanzar esa cacareada, por ella misma,
concordia que debía haber en el Parlament y en la política catalana. Puro
postureo. Bueno si, una propuesta: que los independentistas dejen de serlo y
todo volverá a ser lindo y maravilloso como un esplendido día de primavera. A
día de hoy sigo sin haberle oído ni una sola palabra acerca del programa político
de esta chica para Catalunya, como líder de la oposición que es.
El Iceta quiso tener el detalle de mostrarse algo más empático,
más conciliador y respetuoso con lo que allí estaba pasando y por la alta dosis
de emotividad se que conjugaba por momentos. Posteriormente alguien le devolvió
a la realidad al recordarle que ellos, su P$OE, eran los del 155. Que corta
rollos. Con lo chulo que le había quedado… si no fuera que tiene que bajarse
los pantalones cuando lo dice Ferraz, que esa misma noche le dieron un nuevo
toque llamándole al orden y recordándole que, solidaridad con los independentistas,
cero patatero. Y el que esta vez sí que estuvo
la altura para pasmo y sorpresa de no pocos, fue Xavier Domenech, que ya
veremos cómo lo rumia Pablo Iglesias que su amigo catalán se haya alineado con
los independentistas, hasta el punto de que a la propuesta del President del Parlament
de configurar un frente común anti represivo, se sumó Domenech, lo que ha dado pábulo
a las elucubraciones acerca de una posible alianza legislativa entre
soberanistas y comunes, al abrir la puerta el propio líder de los comunes a una
alianza de gobierno. de 70 diputados que se necesitan para la mayoría absoluta,
con los comunes pasarían a ser 78, sin contar con la CUP, cosa que satisface,
aunque no lo digan por aquello de la corrección política, a Esquerra y el PDeCAT,
que ya no se verían tan chantajeados por los 4 escaños de la CUP. ¿Se han
vuelto independentistas los comunes?: ni mucho menos. Se han adherido a un
frente anti represivo para combatir a Rajoy y facilitar la gobernabilidad en Catalunya.
Como ahora ya se ha puesto en marcha el reloj, cuentan con 2 meses antes de
volver a convocar unos nuevos comicios para llevar ese plan a buen puerto. Haría
bien Pablo Iglesias en rumiarlo bien, despacito, sin atragantarse, entre otras
cosas porque los comunes son un partido independiente de Podemos y,
naturalmente, son muy libres de estar donde creen que deben estar. Y ahora más
que nunca hay que combatir al psicópata Rajoy y su estado de derechas.
Pues todo esto, y mucho más, es lo que ha conseguido de
momento el juez Llarena enviando a prisión a los políticos catalanes: no solo
que haya vuelto la cohesión soberanista, sino que ha ganado adeptos a su causa.
No comparto, por razones obvias de carácter y actitud, la versión catastrofista
de aquellos independentistas que siguen llorando por las collejas recibidas. ¿Qué
esperabais de esa ralea de franquistas caducados? Y más que están por venir. De
momento no creo que salga nadie de prisión ni antes del juicio ni después,
porque ya están condenados de antemano a menos, claro está, que se dé la
remotísima casualidad que Europa llame al orden a Rajoy. Las resoluciones que
adopten los jueces de los países donde se encuentran los exiliados van a tener
su peso, pudiendo darse el caso de que a Puigdemont, Comí, Ponsatí y demás, no
puedan ser acusados de rebelión aquí en España porque los jueces europeos no
vean constitutivos del delito de rebelión los hechos que se les presenten,
mientras que a los presos aquí sí se les podría acusar de ese delito. A
Puigdemont y compañía en cualquier caso sí que se les podría juzgar, pero solo
por malversación, que tiene una pena de 4 a 8 años y la inhabilitación para
cualquier cargo público de 10 a 20 años. Pero en última instancia, todo esto
acabara en el Tribunal de Derechos Humanos de Europa, cosa que les jode, y
mucho, a muchos que yo me sé, porque es tan flagrante la instrucción del
sumario por parte del juez Llarena que, como dijo Javier Pérez Royo, con las
interlocutorias y resoluciones del juez, este había conseguido que se anule
todo el proceso por una incuestionable parcialidad del juez instructor.
Disfrutad de la primavera aunque no sea en el corte inglés
y,
A más ver
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