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sábado, 10 de marzo de 2018

SERPERTEANDO LA VIDA




Yo me pregunto a mí mismo, y no hace falta que lo haga desde la perspectiva independentista sino por puro y simple sentido común, si alguien se cree, realmente se lo cree, que porque condenen a Junqueras, los Jordis y compañía a 3.000 años de cárcel ¿los independentistas vamos a volver al redil de la borregada y vamos a hacer como si nunca hubiese pasado nada? Decía el otro día el Rajoy que lo que tenemos que hacer es elegir a alguien para presidir la Generalitat sin cuentas con la justicia y, a partir de ahí, oiga usted, volvamos a una situación “normal” desde la que podamos construir…pero vamos a ver, pedazo de gilipollas ¿es que te crees acaso que los más de dos millones de catalanes que nos hemos enfrentado a un puto facha de mierda como tú, somos como tú de gilipollas? Que tú no tengas ni vergüenza ni dignidad y que te de igual que te la pisoteen, no quiere decir que nosotros no la tengamos y, por que sí, de la noche a la mañana o porque a ti te dé la gana, vamos a olvidarnos de todo y actuar como si lo vivido nunca lo hubiésemos experimentado, ni sentido ni padecido. Igual te crees que tu palabra para nosotros tiene algún valor. Puedes creértelo, claro, porque eres gilipollas y eso es lo que pasa cuando uno es gilipollas: que se cree hasta sus propias estupideces. Déjame adivinar…para ti la normalidad debe consistir en que volvamos al estadio autonomista, en el que te propongamos negociar y tú te dediques a hacer lo que has hecho durante los últimos 10 años, que ha sido obstinarte en negarte a negociar absolutamente nada con los catalanes. Porque antes de que apareciera en el contencioso la palabra referéndum, apareció la palabra consulta; y antes de esta también te negabas igualmente a hablar de nada, cuando ni tan siquiera había sobre la mesa ninguna consulta ni referéndum ni nada que remotamente se le pareciera. Eres la negación en persona de cualquier clase de negociación política, porque eso no forma parte de tu cultura fascistoide, te sientes más cómodo en el no a todo y de imponer antes, siempre antes que acordar algo, porque acordar implica ceder y eso es algo contracultural para ti, algo inaudito, impensable y pecaminoso. Así que, volver al estadio ese autonomista, para nosotros, es volver a vérnosla con un tipo como tú, con el que no se puede hablar ni negociar nada. ¿A esa normalidad quieres que volvamos? ¿A eso lo llamas tú normalidad desde la que construir? Pues has tenido años y más años de normalidad y no es que te hayas caracterizado precisamente por tus ansias de construir algo al respecto. Puedes engañar a todos los que están deseosos de dejarse engañar; pero, a nosotros, no. No es que seamos más listos que el hambre. En absoluto. Es, sencillamente, que por un lado vemos y por otro no olvidamos lo que hemos visto y tu palabra, para nosotros, tiene menos valor que las babas de un caracol. Hechos son amores, que dice el dicho, y no buenas razones. Y tú, de hacer, lo único que has hecho es traernos hasta este punto con tu actitud, tus negativas y tu cerrazón porque tú, Mariano Rajoy Brey, eres sinónimo de la anti política.

Estoy acabando de leer el libro de Fernando Rueda, La Casa II. Un libro sin duda de cabecera para todo aquel que quiera estar más o menos al corriente de lo que pasa en este país. Y este hombre no es sospechoso precisamente de ser un recalcitrante independentista, sino un firme defensor del derecho de la gente a estar informada. Pues bien, de entre la muchas cosas que dice, algunas verdaderas perlas del periodismo de investigación, te acusa a ti, ya en tu época de ministro del interior con tu amigo Ansar, y posteriormente como presidente del gobierno español, de no haber hecho absolutamente nada, pero ni lo más mínimo, para que haya existido la más remota posibilidad de llegar a unos mínimos de colaboración entre los diversos cuerpos de seguridad del estado en la lucha contra el terrorismo, que nos ha llevado a desastres como el 11-M o el más reciente como los atentados del pasado 17 de agosto en Barcelona y Cambrils. Zapatero, que no es que haya sido santo de mi devoción tampoco, en eso te ganó de calle, porque él sí que creó un cuerpo operativo de colaboración entre el CNI, la Guardia Civil y la Policía Nacional, que tuvo como resultado acabar con los atentados de ETA. Esto ni es una elucubración mental mía ni está sujeto a ninguna interpretación política condicionada por ningún tipo de ideología, son, sencillamente, unos hechos contrastados empíricamente. Tu nulidad, tu ineptitud y tu incompetencia han costado muchas vidas. Y no lo digo yo, lo dice un hombre que lleva muchos años investigando las cloacas del estado. Pero, reconozcámostelo, tu inutilidad no es total ni plena: para enriquecerte a manos llenas tú y a los tuyos, para robarnos, para eso si que sirves, y no se te da nada mal, visto lo visto. Has preferido ponerte al lado de la banca, vaciarle la hucha a los pensionistas para salvarles el culo a los banqueros; eso sí: mirando para otro lado cuando estos han proclamado que nos vayamos olvidando de que devuelvan el dinero prestado/regalado para rescatarlos, como te has vuelto a poner de su lado con el tema de los desahucios, de las preferentes, etc. Con más morro que un oso hormiguero has salido por la caja tonta para decirnos a los españoles que, chicos, ¿sabéis qué se me ha ocurrido?: que si queréis pensiones dignas el día de mañana, iros haciendo un plan de pensiones privado. Y aquí paz y después gloria, ¿verdad? Pues ahora parece ser que los nuevos sublevados/sediciosos/rebeldes/antisistema, son los alborotadores pensionistas que se han puesto en pie de guerra y te lo van a demostrar, otra vez como vienen ya asomando últimamente, el próximo sábado 17. Y, personalmente, tengo que confesarlo, me han sorprendido y sorprendido muy gratamente, y me alego y congratulo fervientemente de haberme equivocado, porque no veía posible que se organizaran y se levantaran de sus sillones para reclamar lo que les pertenece por derecho, allá donde se consiguen las cosas: en la calle. Ya sé que eso de que la gente salga a la calle a reclamarte sus derechos no te gusta, sinónimo de que ese es el camino correcto, sin duda alguna. Sin ninguna duda. Y vuelvo a decir lo mismo que dije el otro día en relación a las reivindicaciones feministas del pasado 8 de marzo, que también nos atañen a los hombres como maridos de nuestras esposas, padres de nuestras hijas e hijos de nuestras madres: esto de los pensionistas no solo atañe a los que cobran las pensiones, nos atañe a todos porque todos somos potenciales futuros pensionistas que estamos cotizando, a día de hoy, para cobrar mañana. Ojalá la gente se levante, sector a sector, colectivo a colectivo y con ellos el mayor numero de conciencid@s posible, y te jodamos bien la vida, cacho cabrón.

Y por hoy solo un apunte más para dejarlo claro: en relación a las declaraciones en una conversación privada del diputat de Esquerra Republicana Lluís Salvadó que destapó Antena3, conversación que por muy en clave privada que se haya hecho no quita lo que significan del trato hacia las mujeres por parte de ese individuo, lo tengo no claro, clarísimo: ya está tardando su dimisión o su cese. Pero ya. Otra cosa es que, a su vez, tenga derecho, como tiene, a demandar a Antena3 por hacer pública una conversación privada, extraída además de forma subrepticia por formar parte de las grabaciones que constan en uno de los sumarios que se siguen contra los independentistas catalanes, en su caso por la organización del referéndum del 1-O, uno de tantos, y que además no tienen ninguna relación con el objetivo de la demanda. Una cosa no quita la otra: él tiene todo el derecho a demandar a Antena3; y yo tengo todo el derecho a exigirle que abandone la política pero a la voz de ya. Porque es que además hizo esas declaraciones sabiendo, como sabía perfectamente, que podía estar siendo espiado en sus conversaciones privadas por el móvil. Era consciente, plenamente consciente, por lo que no me cabe otra explicación de que este tío es un completo imbécil. Y me da igual que lo haya hecho en clave privada y no le quito que tenga derecho a su privacidad y a hacer con ella lo que quiera, como si se quiere convertir en travesti y llamarse Ignacia en la intimidad. A mí no me representa ningún tío que piense ni en privado ni mucho menos en público, lo que piensa este individuo sobre la capacitación de las mujeres para optar a un cargo público en función de sus tetas. Ni en cientos de siglos, puto gilipollas.

Y para vuestra información una nueva clase de derecho constitucional del que se os veta en España por parte del señor Javier Pérez Royo, en este caso sobre la interlocutoria de ayer del juez Llarena en relación a Jordi Sánchez y su solicitud para asistir al pleno de investidura, ahora ya suspendido por el President del Parlament:  https://www.ara.cat/opinio/Javier-Perez-Royo-Ignorancia-inexcusable_0_1975602519.html Parece mentira, pero esto es el ABC de nuestro sistema político que el juez Llarena parece o bien desconocer o, en mi modesta opinión, pasárselo por el arco del triunfo.   
                                                                               

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2 comentarios:

  1. El maleficio de Paquita la culona es como el virus que ningún programador resuelve.
    Entiendo su ira don José y la comparto,de manera transversal,que es un término que mola.
    La hipocresía y la sumisión a esta barbarie domina el mundo, el país y cada esquina de los barrios.
    Y ante la desesperanza le dicen a un@ sus amig@s que no se amargue.
    No.
    Me voy a poner a dar palmas con las orejas,no te jode.
    Gracias. Siempre un placer leerle.

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  2. Gracias ti Sonidera. Y respecto a lo que te dicen, mi abuela decía que no había que hacer caso a medios días, habiendo días enteros...Un saludo.

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