Si el mismísimo puto
Francisco Franco Bahamonde se levantara de su tumba, se asombraría de lo bien
que lo hacen sus acólitos contemporáneos en la España el siglo XXI. Sin duda
que viendo como gobiernan este país, se sentiría de lo más orgulloso. Lo tienen
todo controlado: si les falla el PP, tienen a C´S que es la versión más
radical, provocadora y ultra fascista del lugar; si les falla C´S, no os preocupéis:
siempre les quedará el P$OE para acabar de cerrar el círculo virtuoso de la una
grande y libre porque ¿qué hace Pedro Sánchez últimamente?: en vez de sacar a
toda España a la calle en defensa de la libertad de expresión y en protesta por
el encarcelamiento del rapero Valtónyc, por ejemplo, o de encabezar una manifestación
de jubilados, de mujeres en lucha por sus derechos, etc. se dedica a dar
conferencias por Europa, probablemente por encargo de Rajoy, poniendo a parir a
los indeseables catalanes independentistas que quieren acabar, no ya solo con España,
sino incluso y ya de paso con Europa (menudo poderío el de los catalanes, y yo
sin enterarme…) De ahí que Rajoy piropee y halague al Pedrito y su fidelidad y
sentido de estado ante Rivera, al que acusa de desleal al estado por sus
ataques furibundos al gobierno en el tema catalán, por la indulgencia del
marrano Mariano que quiere deshacerse de 155 en cuanto haya gobierno en Catalunya.
¿Cuál sería la próxima del Rivera?; ¿obligar a todos los independentistas
catalanes a jurar fidelidad a la Constitución o los declara apátridas, errantes,
ilegales, sin papeles?
Ayer TV3, esa televisión
que reúne todos los requisitos para acabar en el cadalso, en una muestra más
del adoctrinamiento al que somete al pueblo catalán, se atrevió, la muy pérfida,
a entrevistar en directo al abogado de la Consellera Clara Ponsatí, exiliada en
Escocia, Aamer Anwar se llama, https://www.elnacional.cat/es/politica/entrevista-aamer-anwar-abogado-clara-ponsati-1o_254226_102.html
del que aquí os remito a una entrevista
de un medio digital catalán, para que veáis cómo piensa y qué cosas dice sobre
el caso de Catalunya, el recién nombrado mejor abogado de Escocia. Evidentemente
no esperéis que lo entrevisten en una cadena generalista española, ni que se
hubieran vuelto locos los de Tele5, A-3, TVE, Cuatro, La Sexta y demás. Estoy seguro
no, convencido de que muchos de los televidentes catalanes que asistieron como
yo a la entrevista, que a esas horas habían sentido flaquear sus ansias
independentistas, recibieron las respuestas de ese hombre como una bocanada de
aire puro, como una bomba de oxigeno que hizo reavivar sus deseos de
desprenderse de la una grande y libre. Por el contrario, que todo hay que
decirlo, en el bando españolista pienso otro tanto de lo mismo, después de que
las cadenas generalistas españolas hayan repetido y debatido hasta la saciedad,
los tuits y pasajes de publicaciones del candidato a President de la
Generalitat Quim Torra, que, a su vez, habrá reavivado los odios y rencores
hacia los independentista, como si todos pensaran y dijeran esas cosas. ¿Hipérbole
mediática casual, azarosa, impensada? Dejemos eso para los conspiranoicos. La realidad
es que mañana va a entrar en la cárcel un chaval por cantar una canción en España,
y que eso per se nos habla de la anomalía democrática que padecemos. La
realidad es que España y su democracia están siendo motivo de estudio en Europa,
una Europa que ni comprende ni comparte ciertas cosas que pasan últimamente por
aquí, porque les retrotraen a tiempos pasados donde el dictador hacía y deshacía
a su antojo, y que son evidentemente contrarias a los valores de una Europa
comunitaria. Yo no digo que vivamos una dictadura como aquella, porque es obvio
que tenemos ciertas dosis, cierto nivel de libertad y aparentemente disfrutamos
de un más o menos disfrazado estado de derecho; pero la praxis de este gobierno
hiede a franquismo que apesta en lo tocante a la perpetuación del privilegio y
el pillaje al erario público, y desata sin rubor alguno los viejos mecanismos fascistas
si se pone en entredicho la unidad de la patria y el régimen monárquico,
violando y pisoteando todos los derechos de la ciudadanía y de sus
representantes políticos que sean menester. El viejo régimen, por ejemplo, no
necesitaba de eso que se ha venido a llamar las cloacas del estado, porque no tenía
ni necesidad ni intención de disimular nada, más bien todo lo contrario: daba
ejemplo quitando de en medio a quien hiciera falta sobre lo que no se debía hacer,
decir, pensar…este gobierno, sin embargo, necesita recurrir al disimulo de esas
cloacas a través de las cuales pueden maquinar para destruir al enemigo. Esas partidas
presupuestarias, absolutamente opacas, como solo lo son los fondos reservados
del CNI, por ejemplo, sirven para pagar “servicios especiales” de personajes
tan oscuros como el ex comisario Villarejo. Este cumple todos los requisitos de
los “colaboradores externos” que el CNI utiliza ocasionalmente, porque el CNI
no solo son un puñado de analistas y cuatro espías, que acaban enriqueciéndose,
no por lo que les paga el CNI, sino por la información privilegiada a la que
tienen acceso, como los contactos y los medios que tienen a su alcance.
En 1945 Franco, con
el objetivo de dotar al estado de cierto cuerpo jurídico, promulgó lo que se
vino a llamar El Fuero de los Españoles, una ley que, en el papel, concedía a
los españoles la prerrogativa de poder disfrutar de ciertos derechos. Sobre el
papel, porque era una farsa en realidad ya que el mismo Fuero en su art. 32 es
de lo más elocuente: “El ejercicio de estos derechos no podrá atentar contra la
unidad espiritual, nacional y social de España”. Ese espíritu perdura hoy día y
está inscrito en el ADN del estado, como lo vemos perfectamente reflejado siguiéndole
el rastro en el título preliminar de la Constitución del 78: “La Constitución
se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e
indivisible de todos los españoles”. A partir de aquí, es fácil prever que
aquellos personajes como Mariano o Llarena, que se creen que el estado son ellos, piensen
que pueden hacer y deshacer según sus entendederas para preservar la unidad de
la patria por encima de todo, que todo les será permitido y perdonado. De ahí
que sean incontables las barrabasadas y disparates jurídicos del Llarena, las
violaciones de los derechos más elementales de los encausados por la causa
catalana como el derecho a la presunción de inocencia, tal que las purgas y
limpiezas ideológicas llevadas a cabo al amparo del 155 en todas y cada una de
las instituciones catalanas por parte de Rajoy y sus cómplices del 155, entre
los que están, obviamente, ese auto proclamado progresista de pacotilla del
Pedrito, enésimo dirigente socialista que traiciona a su electorado manteniendo
unos posicionamientos políticos que me provocan vergüenza ajena.
Evidentemente que a
uno le enorgullece, y mucho, que le censuren post como el que os puse ayer
sobre el Opus Dei. Me reconforta, me vivifica y me deja en paz conmigo mismo y
no me preocupa ni lo más mínimo, me hace incluso cierta gracia, sobre todo si
esperan que uno se calle. Y eso que tan solo tiré de un poquito de ironía y de información,
para que pudierais reconducir vuestras vidas y llevarlas por la senda correcta
de la renunciación y del amor a la virgen. Que les den.
A más ver
Chapeau amigo Varela,ya te dicho otras veces que prefiero leerte a ti que los periodicos tradicionales,..dices lo que piensas sin importarte las represalias..hay que tener valor para eso..respecto a tu enfermedad,le pido al poder superior(cada cual como uno se lo imagine)..que te de larga vida y lucidez mental,para poder disfrutar de tus post,saludos
ResponderEliminarGracias Fernando. Como ya sabes, uno solo intenta ser honesto consigo mismo. Por las represalias no temo, lo que temería es quedarme callado sabiendo que soy muy libre de pensar. Y de lo otro, el bicho, lo estamos volviendo a vencer. Llevo ya 3 años de lucha con él y no hay manera de que pueda conmigo. Es cierto que no lo conocía al cáncer; pero el cáncer tampoco me conocía a mi. Espero que ahora tengo claro que soy un hueso duro de roer ;) Un saludo, amigo Fernando.
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