En Moncloa dirían que no a las aspiraciones
independentistas, aunque estas contasen con el apoyo del 75% o el 80% de la
población. Esto hay que tenerlo claro. Incluso en el supuesto de que le
llegaran voces de Europa a Madrid en el sentido de que hay que hacer un
referéndum y respetar su resultado, seguirían instalados en el no y apelando a
que es un problema de orden interno. Por otro lado, si se cumplieran ciertas
expectativas electorales que vaticinan algunos, ¿cómo cree el votante de C´$
que Albert Rivera iba a solucionar el conflicto? Porque una cosa es estar en la
oposición limitándote a oponerte y dar la apariencia incluso de que tienes
propuestas alternativas, y otra, muy distinta, gobernar. Las “propuestas
alternativas” de Rivera, si tomamos como referencia lo que ha venido
manifestando de no retirar sino endurecer las medidas del 155, no auguran
precisamente una pronta ni satisfactoria solución, sino un recrudecimiento del
conflicto, que es, parece ser, el ambiente en el que mejor se desenvuelve el naranjito.
No hay que olvidar, no obstante, los supremos intereses que defiende este
individuo puesto ahí por el Ibex35. Porque Rivera dirá lo que quiera y podrá
criticar al Rajoy lo que le dé la gana; pero en el PP tienen una táctica que
sigue funcionando para parar y callarle la boca a ese “regenerador” de la
política de pacotilla: le sueltan al Rafa Hernando y le quitan el bozal para
recordarle que ellos, los del PP, saben perfectamente quienes les financian…y
la fiera se les amansa, aun. Tan poco el resto necesitamos tener todos los
datos que pueda manejar Montoro, para tener la convicción moral de quienes hay
al otro extremo de la correa que sujeta al bicho porque, para bien o para mal
España, a pesar de lo mucho que se esfuerzan algunos, sigue siendo mayoritariamente
bipolar, o bicolor si te gusta más, roja o azul; aunque, repito, ahora quieran
disimularlo con más colorines y supuestas alternativas, no engañan a nadie que
no se deje engañar. C´$, independientemente de que en su día fuera concebido
como un partido antisoberanista catalán, un antisoberanismo que algunos dicen
que dejó de ejercer el PP, es un partido liberal conservador y
ultranacionalista. ¿Y eso se supone que es una novedad en la política española?
Se podría aceptar, y es mucho aceptar, que lo novedoso fuera lo de
ultranacionalista; pero el PP está plagado de liberales conservadores,
evidentemente, así que al niño maravillas se le dejaría mandar en cuatro cosas,
pero los temas de estado y materias delicadas, eso ya es otro cantar. Era en su
idea primaria como hemos dicho antisoberanista catalán; en su trasvase al campo
operativo de la política nacional, nada le ha ido mejor que con el alboroto
catalán, como creen que pasará si alborotan a su vez el gallinero vasco con el
tema del cupo o del propio concierto, tan insolidarios con el resto del
territorio español según Rivera. Pero desnudados de la bandera, sus recetas
económicas están a años luz de ser las que necesita España: austeridad por
encima de todo, absoluta sumisión a las directrices europeas en materia sobre
todo de control del déficit público, una nueva batería de medidas laborales que
recortarían más aun los dos derechos y medio que les quedan a los trabajadores,
políticas encaminadas a la privatización de las pensiones, de la sanidad y de
otros servicios públicos privatizables, una escasa atención presupuestaria
dedicada a los imprescindibles fines sociales, el firme e inquebrantable
compromiso del pago de una deuda pública impagable, etc. pero eso sí; de eso no
va a faltar cada día, mañana, tarde y noche: España. España esto, España lo
otro, España por aquí, España por allá y que vivan los españoles que son mas
chulos que un ocho; aunque no ganen el eurofrikivisión ese, por culpa de los
catalufos de los cojines.
Me cuentan que en los madriles se ha descubierto de pronto
una ola de ansias de españolear inusitadas en algunos. Y lo contrasto, por
ejemplo, con lo que vienen diciendo los medios y es verdad: hasta el Pedrito
Sánchez se ha apuntado a la fiesta, no sea que se diga que él es menos o que no
es español, si no apoya las medidas anti independentistas del estado, vía 155,
y se nos destapa el “progre” proponiendo una reforma de las leyes para que no
sea imprescindible la violencia para acusar a alguien de rebelión, ampliando la
tipología del delito. Por esa misma ley, y nunca mejor dicho, cualquier día
cualquier imbécil con un cargo podría acusar a los yayos de rebelión si
alborotan mucho con el tema de las pensiones, o a las mujeres que se
manifiesten por sus derechos, o cualquier otro colectivo que arme un poco de
ruido. Así españolea ese de la rosa marchita: intentando avanzar por la derecha
a sus supuestos rivales; aunque hermanados en la lucha contra los insurrectos
catalanes. El chico necesita su cuota de
pantalla, su pequeño momento de publicidad, no sea que pierda puntos en la
clasificación de español del año. Y no le puede apoyar en el partido nadie como
José Blanco, el ex ministro socialista que ahora anda por Europa de
parlamentario, que le ha dicho en su Twitter a Rajoy que, ya que la Arrimadas
ha sido la constitucionalista que ha ganado las elecciones en Catalunya, que la
nombre Presidenta de la Generalitat directamente y asunto concluido. Se
agradece por parte de Pepiño que nos deje a todos tan claro lo que piensa de la
democracia y del respeto a los resultados electorales porque, imaginemos que
siendo investida Presidenta tal como dice el gallego del siglo este, ¿cómo
piensa el Pepiño que iba a ganar Arrimadas las votaciones en el Parlament con
su minoría, ante la mayoría independentista? ¿Suprimimos también los escaños
independentistas, y porque no suprimimos del mismo modo ya de paso el propio
Parlament? Aunque este trío calavera sigue sin mandar a Catalunya ni una sola
propuesta política que debatir, que negociar, después de, como mínimo, 8 años reclamando la atención desde Catalunya
sobre el hecho de que tenemos un problema político de primer orden con España,
y España obviamente con los catalanes. No lo digo porque sea algo que,
personalmente, me decepcione o me frustre o me desanime la falta de propuestas
políticas de la facción españolista. Siempre he tenido claro que este asunto es
fruto de la ineptitud política de Rajoy, de sus intereses electorales y fruto,
también, de ser Rajoy victima de su propia estrategia, ya que al judicializar
el conflicto ha conseguido que al final se le vaya de las manos y dependa
políticamente de los designios del juez Llarena, que por momentos parece
cogerle el relevo encabezando o liderando la lucha contra los sediciosos. Es
esa misma actitud pusilánime de Rajoy y sus adláteres, y las continuas muestras
de no querer negociar absolutamente nada porque, evidentemente si hubiera
querido Rajoy, se habrían producido esos contactos y esas negociaciones que se
le pedían, con lo que no habríamos llegado a esta situación. Todo es cumulo de
cosas me han dejado claro y cristalino que no hay nada que negociar con esta
gente. Con otros no sé; pero desde luego que con Rajoy, Rivera y el Pedrito no
tenemos nada que negociar. Si no hay intermediación europea, yo no me sentaría
a negociar nada con esa gente. Es una pérdida de tiempo de lo más absurda y
desatinada posible. Así lo pienso, lo creo y lo digo tal cual. ¿Qué clase de
honestidad vas a esperar, si te sientas a negociar con los mayores mafiosos,
criminales y delincuentes de la historia contemporánea española?
A más ver
Autentico como siempre,sigue,sigue no pares
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