En serio: si os lo explico vais a
pensar: “¡Joder! ¡Vaya mierda!” Y con razón. Pero no contarlo yo creo que es
peor. Ya lo ocultan los medios, al menos yo no lo he visto en los informativos
porque los elementos estos ya han dejado de ser noticia. El caso es que, al
parecer, el otro día un elemento, llámalo X, estaba en El Corte Inglés de
Sevilla, en el barrio del Nervión. Vio unas gafas de sol chulas, se las
probaría, vería que le quedaban guapas y decidió por lo visto que, además de
guapas, le iban a salir gratis. Pero, así como los más tontos suelen ser
aquellos que se creen que los demás lo son más que ellos, de pronto se vio
sorprendido por los vigilantes y comenzó una huida a ninguna parte, que le
llevó al aparcamiento del centro comercial donde tenía estacionado su vehículo,
con los vigilantes de seguridad privada pisándole los talones. Aun y así, fue
rápido y tuvo tiempo de subirse en el coche y no se le ocurrió otra cosa que
arremeter contra sus perseguidores, hiriendo a dos de ellos que, aunque tuvieron
que precisar asistencia médica, se encuentran fuera de peligro y su estado no
reviste gravedad. Finalmente, la película de este choricillo de tres al cuarto,
de este ratero de poca monta y menos vista, de este miserable gilipollas, y así
seguiría hasta mañana, terminó cuando un coche de la Policía Local de Sevilla
le detuvo. Este…individuo de baja estofa, resulta que tiene nombre y apellidos:
Ángel Boza. ¿No te suena? Es natural. A mí a veces se me olvida hasta la
vergüenza. La dejo en casa. Se me olvida. Y eso que salgo pensando que algo se
me olvida, que me he dejado algo, que hay algo que me falta. Bueno, es igual…
que uno sea un tarado no es culpa de nadie. La cuestión es que, si no te suena
el nombre de Ángel Boza, quizá te suene más el sobrenombre que se pusieron esos
supermanes simpaticones y dicharacheros que van con su natural gracejo andaluz
repartiendo risas y alegrías por el mundo: La manada. Ahora sí que te suena: a
menos que seas un recién llegado a España o seas un eremita reinsertado hace 24h
en la sociedad. Para los más desmemoriados, este tal Boza (comprenderéis que
trate de evitarme a mi mismo llamarlo ángel; aunque mi esposa me recuerda que
lucifer era un ángel pero eso es porque ella es creyente y yo no, llámalo
armonía) era el pringadillo del
grupo, el que aun estaba así como verde, el que dijo que había que usar el burundanga y los retinoles con las tías y que no participó del abuso sexual a una
chica en Pozoblanco, Córdoba, junto a sus compinches, por lo que no será
juzgado como estos por esos hechos en los próximos meses. Como broche final del
relato de las andanzas de semejante piojo, hay que destacar que mientras
permanecía en la prisión de Pamplona, fue sancionado por participar en una
agresión grupal contra otro interno, un joven musulmán que acababa de entrar
acusado, precisamente, que jodidas ironías tiene la vida ¿verdad?, de abusos
sexuales cometidos contra una chica en un bar. Un violador molesto con otro
violador, por violador. ¿Ofendido, quizá, por la competencia? Cuidado donde
vomitas, que me pones todo perdido y yo no tengo la culpa, solo soy el
mensajero, recuerda…y eso que uno llegó a pensar que, al salir de prisión, no
les faltaría una tele que les soltará un buen momio por las entrevistas propias
de los programas basura, que gracias a la inmoralidad de los directivos de esos
medios de comunicación, estas hienas nadarían en la abundancia y, sin embargo,
ahí lo tienes: convertidos en unos jodidos choricillos de tres al cuarto, pura
escoria. O quizá es que esta criatura encontró el amor en la prisión y sentía
añoranza…
Y aquellos jueces que los liberaron,
uno se imagina que vivirán encantados con sus propias vidas, sus bonitas nóminas
y sus buenas vacaciones en uno de nuestros fantásticos paradores nacionales, o
quizá son más de ir a veranear a la costa azul francesa; pero que andarán tan
campantes y campechanos por ahí, seguro. Afortunadamente solo han sido unas
gafas que despertaron en este sujeto la ambición de tenerlas por su cara
bonita, porque él es más chulo que un ocho y saldría de El Corte Inglés con
unas gafas gratis. Por suerte esta clase de individuos solos no son nada,
su fuerza radica en la pertenencia y tanto que elementos del grupo; pero uno a
uno: pura bazofia sin valor para hacer lo que solo pueden hacer en grupo. ¿Pero,
y si en vez de unas gafas, lo que se le hubiera antojado a ese miserable
hubiese sido darse el lote con otra chica, a pesar de todas las teorías sobre los
grupos de violadores? Lo que me gustaría ahora es verle la jeta a esos jueces
que dictaminaron que no había riesgo de reiteración delictiva. ¿En base a que
argumentos sólidos y de peso, llegaron a creerse que eran unos pobres chicos
que habían cometido un error y que, por un error, no vamos ahora a desgraciar
las vidas de estas criaturas? Eso presuponiendo por mi parte que llegaran a creerse
que habían cometido tal error, porque como bien recordareis, según uno de estos
eruditos y sabios jueces estuvieron disfrutando de una velada en un ambiente
distendido y de jolgorio, con una chica con la que habían entablado una
profunda amistad en cuestión de minutos, tan profunda, que aquel portal mismo serviría
para llevarla a la gloria, ¿no? Francisco Cobo, Raquel Fernandina y Ricardo
González, son los nombres de esos tres elementos togados a los que les pagamos
un opíparo sueldo por cagarla de esta manera. ¿Esperas que ahora y en base a
los hechos, los sancionen?: de mi para ti no descartes que incluso los
promocionen, por aquello del espíritu gremialista que instintivamente los lleva
a protegerse los unos a los otros cuando tienen un resbalón. A fin de cuentas,
no dejan de ser colegas los que juzguen los actos de esos jueces y sus consecuencias
sobrevenidas.
Yo creo, quiero creer que es que este
calor refríe algunos cerebritos y claro, luego se dicen las tonterías y
disparates que uno lee por ahí, como que si los de las pateras van a acabar con
la invasión y muerte del pueblo español y chuminadas por el estilo. O eso, o son
Trolls, que nunca es descartable. Yo no soy un Troll, afortunadamente; pero a
veces vaya mañanitas, o tardes, o noches que os doy, lo reconozco. No es esa mi
intención, obviamente; pero comprendo perfectamente que los haya que prefieran
leerse los prospectos de las cajas de paracetamol a leerme a mí. No sufráis, que
en una semana me vais a perder de vista al menos unos días. Además, en estos últimos
tiempos siento como si se estuvieran reiniciando los generadores que, a su vez,
dan vida al reactor de mi propia central nuclear, lo que se transforma en creación
de mi propia energía. Traducido al romano paladino quiere decir que yo, con energía
y vacaciones, no dejo de ser un peligro para mi entorno, porque soy de los de
levantarse temprano y querer marcha ya. Pero ya. Tengo, así como perdido en el baúl
de la memoria eso de hacer vacaciones con mi costilla, los dos solos, liberados
de biberones, pañales y sonajeros. Ya tengo hasta fecha de mi reincorporación al
curro: el día 3 de septiembre, como tantos y tantas que reiniciarán sus
quehaceres habituales ese mismo día. El otro día, con motivo de la jubilación de
un compañero se organizó un pequeño evento típico en estos casos, con la
entrega de un pequeño regalo que le hicimos entre todos, y estuve un ratito
saludando al personal y departiendo con unos y otros. Ha habido cambios, y no
solo de personal que, como le dije a uno, es material fungible en estos
tiempos. Ya me veo en clases de mandarín…y mira que les he dicho que la legislación
china no nos interesa porque tienes que reinvertir en el propio país un
porcentaje muy elevado de los beneficios, y para llegar a tener beneficios
vamos a tardar un tiempo. Pero, ya sabéis: doctores tiene la iglesia, que dicen…todos
por cierto me dicen que me tome mi tiempo, que no tenga prisas…pero veo a
alguno bastante despistado y a otros más preocupados en que los renueven que en
hacer su trabajo, y si no haces bien tu trabajo… pero bueno: ya me preocuparé
en su momento. Ahora de lo que tengo que preocuparme es del almuerzo, así que
ahí os quedáis, hasta…
A más ver
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