Vistas de página la semana pasada

martes, 21 de agosto de 2018

UNA DE CATALUFOS


¿Vamos a ir al cielo; vamos a ir al infierno? Vale: a ti, personalmente, te la suda…mientras después te duches, no hay problema. Pero déjame contarte un pequeño secreto: eso del cielo y el infierno no existen, es mentira. No lo digo yo: lo dijo en su día el anterior Papa, aquel que había estado aleccionando a las juventudes hitlerianas, el tal Ratzinger o como demonios se escriba. Dijo, literalmente, que no había un purgatorio donde ir a limpiar los pecados y, consiguientemente, no había tampoco un espacio físico reconocible como infierno, ni tampoco otro espacio físico reconocible como paraíso celestial. Que nos han vendido un cuento chino, que no era ni chino, durante siglos y siglos. La ira, la envidia, el odio, la avaricia, la intolerancia, los celos, la venganza, la prepotencia, la gula, la mentira, el rencor, la falta de amor a un@ mism@, la cobardía, la arrogancia, eso es el infierno, entre otras cosas, y aquí en este país sabemos mucho de todo eso: de odiarnos sin medida ni clemencia. Las cosas que nos pasan hoy son consecuencia de un problema histórico-cultural de dos pares de narices que arrastramos desde tiempo inmemorial. No nos hemos purgado como país y consecuencia de ello es que vivimos en un estado podrido. Eso es un hecho incuestionable. Un país que se autoproclama democrático; pero que envía a las fuerzas de seguridad a repartir palos entre la ciudadanía que solo pretendía votar, tiene un serio problema de credibilidad democrática y de respeto hacia las libertades públicas, individuales y colectivas. No, no perdamos el oremus: ya no se nos dejaba ni cuando era una simple consulta, no vinculante y sin consecuencias legales algunas. Que digo yo: si no tenia consecuencias legales ninguna ¿a que venían los palos?: a ganas de hacer daño, de satisfacer las ansias de aquellos que rebosan odio por todos y cada uno de los poros de sus pieles, a ganas de complacer a aquellos y aquellas que no tienen otro discurso para Catalunya que el discurso del odio, del palo y tente tieso, de la represión, del sometimiento. ¿De verdad que así se creen que van a reconquistar Catalunya?: así es como la han perdido definitivamente. Dentro de 3 o 4 generaciones en Catalunya no es que vaya a haber más gente que desee un referéndum: va a haber mucha más gente que este deseando independizarse de España, porque la clase política española no ha sabido hacerlo peor. Por si a algunos, a estas alturas, aún tienen alguna duda: lo de Catalunya, queridos y queridas, va muy en serio, y va a empezar a ponerse de manifiesto a no mucho tardar, en cuanto empiecen a hacerse efectivos los cambios a nivel digital, con la construcción de una república catalana digital, al estilo de Estonia.

En el documento elaborado por la Generalitat de Catalunya titulado “Bases per a l'Administració Digital de la Nació” que lleva ya un tiempo elaborándose desde la Generalitat, se trazan las líneas maestras de la creación de la administración digital desde una perspectiva de país. Este plan es en realidad un plan de desconexión progresiva e inexorable del Estado español, a través de la creación de una “sociedad digital catalana”. El informe se ha elaborado desde el consorcio de la Administració Oberta de Catalunya, y fija un plazo de 2 años para el establecimiento de un sistema catalán de gobierno digital. Para llegar a ese fin, se crea una Agència de l'Administració Digital de Catalunya, elevada a la categoría de “estructura de Estado”, desde la cual se actualizará el registro de los ciudadanos y de las organizaciones catalanas, incluidas las propiedades de ambos, para tener un listado censal propio al estilo del Registro Central de Asegurados del gobierno central. De esa forma los ciudadanos del nuevo Estado republicano catalán tendrán una identidad digital única, con la que podrán hacer todo tipo de trámites, por ejemplo los relativos a la Seguridad Social, Sanidad, Enseñanza, etc. modelo escogido del gobierno de Estonia, basado en la filosofía de los datos en abierto que servirán para "facilitar la participació dels Ciutadans, en la formulació i el control de l'acció pública".  
                                                                   

Solo os doy unas pinceladas de lo que se avecina. Porque lo que se avecina también va a estar muy condicionado por el juicio al Govern de Puigdemont y la consiguiente sentencia. En ese sentido, que no en otro, el President Torra dijo, recogió las palabras de Jordi Cuixart en el sentido de que se iba a combatir al Estado español: desde la posición de los acusados por rebelión, que no tienen la menor intención de pedir perdón como es natural; y si la de denunciar la injusticia del proceso judicial y de su encarcelamiento, basados en una acusación por rebelión que solo sostiene la cúpula del sistema judicial español, y que hace aguas en cuanto se confronta con el derecho europeo, en un proceso judicial además perlado de irregularidades, de libro, por parte de las autoridades españolas, como la intervención de los dos agentes  del CNI en territorio extranjero en su persecución y seguimiento de Puigdemont, sin conocimiento ni autorización de las autoridades del país, que es lo procedente. Así que sí: reíros, hacer gracietas y el chiste fácil, recurrir a lo cómodo: a burlaros de Catalunya y los catalanes, que en un par o tres de telediarios como quien dice igual os veis los españolitos sin ese 23/24% de vuestro PIB, y a ver cómo os lo montáis entonces. Bueno: siempre tendréis al rey, la iglesia, la cabra de la legión, la roja, los toros y el tinto de verano que os alegren la vida y os hagan sentir muy y mucho español. Naturalmente no es de esperar que nadie desde Madrid entone el mea culpa, entre otras cosas porque el principal responsable de todo esto ya está disfrutando de su retiro dorado como registrador de la propiedad, cobrando un pastizal, que entre otras cosas para eso reformó, cuando era presidente del gobierno, el sector de los registradores de la propiedad, denuncia que ya hicimos algunos en su momento, pero que fue como hablarles a los sordos que no quieren oír. Y nadie entonará el mea culpa porque al españolito medio si algo le pierde, es el orgullo mal entendido, es no reconocer los errores y lucir un poco de humildad. Algo impensable por supuestísimo para esa España colonialista que trata a su periferia con esa prepotencia propia del conquistador que reclama su derecho de pernada. Un ejemplo: Estoy escribiendo esto y al mismo tiempo escuchando a la Arrimadas en una entrevista que le están haciendo en una emisora de radio catalana, y en catalán. Ya es curioso que aquí hable en catalán y no en el Parlament; pero bueno: es muy libre de poder hacerlo porque, entre otras cosas, tiene la ventaja de hablar los dos idiomas, que es algo que a muchos de sus votantes no le entra en sus seseras carcomidas por el rencor idiomático, a los que para dirigirte a ellos debes hablarles “en cristiano”. Y le acaban de hacer la pregunta del millón: qué es lo que ella propone para que esa Catalunya independentista se convenza de que es mejor la integración que la separación, y la respuesta ha sido una total ausencia de respuesta, porque se ha perdido la criatura hablando de convencer al independentismo catalán reformando ¡España!, reformando la ley de financiación autonómica para darles a los catalanes lo que C´$ se ha negado en todo momento desde su propia fundación como partido, como si fuésemos gilipollas que nos tragamos la primera chorrada que se le ocurra a la susodicha. ¿Qué debe pensar el Albertito Rivera si la escucha proponiendo lo que él tantas y tantas veces les ha negado a los catalanes en el tema de la financiación autonómica? Contradecirse les importa un pimiento, porque la filosofía de esta gente, como la de la mayoría de la clase política de este país, es pretender quedar siempre bien con todo el mundo, lo cual es metafísica y materialmente imposible, corriéndose el riesgo además de no quedar bien al final con nadie, ni con los tuyos. El cinismo de estos personajes no parece conocer limite, porque esta Arrimadas, mañana mismo, le reprochará al Torra en el Parlament que se queje de la financiación y lo acusara de insolidario y de todas esas cosas que lleva en el manual de la patochada. Y además ha tenido la tía el morro de negar que C´$ haya crecido gracias a la confrontación, la bronca y el periodo de mayor conflictividad del estado español con el catalán. Como si hubiesen crecido de la noche a la mañana por lo guapos y guapas que son todos y todas, lo bien que se explican y la ilusión que contagian a todo bicho viviente. Era lo que me esperaba de ella: nada. Bueno, la verdad es que, después de oírla, ahora tengo unas poquitas más de ganas de una república catalana, así que supongo que, en buena lid, es algo que le tengo que incluso agradecer y reconocerle el mérito que conlleva su empresa, al menos para conmigo, que me ha engordado como indepe unos cuantos kilos, así que gracias, Inesita, me haces mucha falta, sigue así. Que mona eres…
                                                                    

A más ver                

1 comentario:

  1. En cualquier república decente y democrática, un partido como C's sería ilegalizado. Ojalá lleguemos a vivir lo suficiente para ver algo así.

    ResponderEliminar