A la misma hora, más o menos, en que Pedrito prometía
delante del sátrapa mayor del imperio lealtad a la constitución, al tipo ese
que tenía al lado haciendo de monarca y todas esas cosas que se dicen en esos
momentos, sin biblia ni crucifijo a la vista por primera vez en democracia, hacían
otro tanto los nuevos Consellers del Govern de Quim Torra en Catalunya ante
este, acabando así con el 155 y volviendo a recuperar las instituciones
catalanas que, entre otras cosas, el 155 de las narices ha dejado un balance de
259 ceses en sus cargos por puros motivos ideológicos. Un acto cargado de simbología
y solemnidad que ha terminado con el despliegue de una pancarta en el balcón de
la Generalitat exigiendo la libertad de los presos políticos, en catalán y en
inglés, haciéndole compañía a la que cuelga de un balcón del ayuntamiento de
Barcelona, esta con un lazo amarillo. Y al que no le guste, que se rasque. Si yo
tengo que respetar que los más fachas del lugar se paseen alegremente y
amparados en su libertad de expresión con sus banderas con el aguilucho, si les
pica como digo ver una pancarta con un lazo amarillo o reclamando la libertad
de los presos políticos, que se rasquen cuando paseen por la plaza Sant Jaume.
Que queda un mundo por hacer, que echando a la podrida organización
criminal del PP no hemos terminado ni mucho menos, que hay un sector del más
puro espíritu facheríl o fachoso así como muy venido arriba, muy subidito de
humos, y que este es un país a años luz de ser normal, lo pone de manifiesto
casos y cosas como todo el proceso, enjuiciamiento y condena del llamado caso
Alsasua, una sentencia “tapada” por los acontecimientos políticos de estos últimos
días que han culminado con la patada en el culo al ya ex presidente Rajoy y que
ha pasado como digo bastante desapercibida por unos medios sobrepasados por lo político.
Yo soy de la opinión de que nadie con poder sobre el resto de la ciudadanía civil,
tiene ganado ni garantizado el respeto a sus acciones y decisiones por el simple
hecho, como en este caso, de representar a la autoridad. El respeto es una cosa
que uno se gana o se pierde en función de tus propias actuaciones y decisiones,
no por el simple hecho de llevar pistola o ponerte una toga, porque eso significaría
que deberíamos mantenernos en actitud sumisa y callada ante los abusos que
estos pudieran cometer, porque como hay que respetarlos ¿verdad? De eso nada. Este
es un caso que reúne todos los requisitos que nos retrotraen a tiempos pretéritos,
cuando el estado cometía toda clase de abusos en su lucha contra el terrorismo
en el País Vasco, con ingentes casos de torturas en los cuarteles de la Guardia
Civil, manipulación, extravío y/o perdida de pruebas exculpatorias de los
detenidos, acusaciones falsas con falsos testimonios que se dan por buenos por
un sistema judicial que participaba plena y activamente en los abusos, etc. Tenemos
aun a ese sistema vivito y coleando en nuestros días, que copa las más altas
instancias judiciales de este país como he dicho más de una vez, que abarca
desde la Audiencia Nacional, pasando por el Tribunal Supremo y termina en el
Tribunal Constitucional. ¿Todos lo son, todos participan de ese mismo espíritu nostálgico
del antiguo régimen?: obviamente que no, pero están ahí y son mayoría en la composición
de los tribunales, y viven en tal estadio perenne de prepotencia e
inviolabilidad que se llegan a creer por encima del bien y del mal, porque por España,
lo que sea. Dudo que cambiar a Pedro por Mariano vaya a solucionar el problema,
y menos aun si la elegida para justicia acaba siendo Margarita Robles, que es
la que más suena, a la que no veo con lo que hay que tener para hacer lo que
habría que hacer. Porque a mí, como ciudadano mondo y lirondo, ¿qué imagen de
la justicia me llega si comparo casos como el de la manada y este de Alsasua? Que
lo que el sentido común me dice que es una violación, en la que participan
entre otros un militar y un Guardia Civil, no es finalmente catalogada como tal
por el tribunal y se impone una pena de 9 años de prisión para quienes, para
toda España menos ese tribunal, son unos asquerosos violadores. Y que lo que el
sentido común me dice que no pasaría de ser la típica bronca a altas horas de
la noche en un bar entre jóvenes con alguna copa de más, acaba siendo un caso
de terrorismo porque dos de los agredidos eran guardias civiles, siendo
detenidos y acusados los agresores por otros guardias civiles que construyen su
relato de los hechos, y que ponen en manos de una jueza casada con un Guardia
Civil que, además, ha sido premiada por la Benemérita en un par de ocasiones. Resultado:
13 años de condena. Durante la celebración del juicio además parece que ha
habido algunas irregularidades, como ser rechazadas algunas pruebas y
testimonios de la defensa, que no obstante desmontó la argumentación y el
relato de la fiscalía; aunque que el tribunal dio por bueno este último,
excepto la catalogación de los hechos como terrorismo, imponiendo eso sí las
penas más severas en su mayor grado. Algunos necesitan seguir teniendo un
enemigo al que combatir, por lo visto, y si no lo hay se inventa para seguir
manteniendo bajo custodia las colonias del imperio. ¿En serio te parece tan
disparatado que catalanes y vascos, vascos y catalanes, nos queramos ir de esa España
para nunca más volver? No te lo has planteado muy en serio; o bien puede pasar
que como tú no puedes deshacerte de toda esa bazofia, crees que el resto
estamos obligados a respirar el mismo aire putrefacto y continuar sintiéndonos una
colonia más del imperio, que ahora nos quita autogobierno y mañana nos regala
su supervisión; eso sí: sometidos a su continua aprobación. ¿Cómo va a meterle
mano Pedro a esto en dos días? Va a procurar hacer el menor ruido posible,
cuidar muy mucho de que no se le cuestione como hombre de estado, no entrar a
saco en los temas como un elefante en una cacharrería, pringarse lo menos
posible y dar una imagen de estabilidad y normalidad que no asuste a nadie;
aunque ya veremos en contrapartida a cuantos acaba ilusionando en los próximos comicios.
Ayer se celebró la final de la copa de la reina de fútbol
femenino entre el At. Madrid, vigente campeón de liga, y el F.C.Barcelona, subcampeón
de liga y último ganador de la copa de la reina. En el minuto 122 de la
prorroga, en el último suspiro, marcó el Barça y ganó de nuevo la copa. La
capitana del equipo aprovechó un instante antes de que le entregaran la copa
para colocar la senyera (bandera catalana) como se hace siempre y ella misma
hizo el año anterior; pero el presidente de la RFEF, el recién nombrado
presidente Luis Rubiales, mantuvo un tira y afloja con ella porque no quería entregarle
la copa con la senyera, y ella que sí y el que no, al final la chica acabó
desatando la senyera de la copa pero dejándola colgada de una de sus asas, y
así se la entregó. Me cuesta imaginarme la misma escena con la capitana del AT
Madrid y la bandera de su comunidad. Y me esfuerzo. Sigo opinando que el señor
Bertomeu debería someter a referéndum entre sus socios la continuidad del Barça
en esta competición. No lo hará, obviamente, pero sería interesante ver las
reacciones de unos y otros.
https://www.mundodeportivo.com/futbol/fc-barcelona/20180603/444038105599/fc-barcelona-barca-femenino-rubiales-rafols.html
https://www.mundodeportivo.com/futbol/fc-barcelona/20180603/444038105599/fc-barcelona-barca-femenino-rubiales-rafols.html
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