Con muchos de vosotros disfrutando de unas merecidas
vacaciones y yo, preparado y a punto para este fin de semana, que va a ser
decisivo para mí en lo tocante a continuar o no con la quimio, constato que
tenemos en Moncloa y la Generalitat dos gobiernos esencialmente folklóricos. Nada
que no vislumbrásemos desde la misma toma de posesión de los dos presidentes
que se reúnen este próximo lunes. Hombre; a ver: si nos ponemos en modo espléndidos, no faltará quien diga que el éxito de la reunión es el hecho per
se de que se celebre, lo que de cara a la opinión pública, al show mediático,
es todo un avance, sobre todo si contamos de dónde venimos. Hace dos días fue
agredido un miembro de los CDR porque se atrevió a grabar a un grupo de
exaltados energúmenos que retiraban los lazos amarillos que colgaban de los guardarraíles de la carretera, en las proximidades de la prisión de Lledoners,
que iba a recibir a los presos políticos catalanes. Los Mossos pudieron detener
e identificar a uno de estos “machitos”, con antecedentes por violencia de género,
ya que el resto salió corriendo campo a través como las ratas cobardes que son.
El agredido tuvo que recibir asistencia sanitaria y fue trasladado al hospital.
De ahí venimos. A ti no sé, pero a mí esa España me da asco. Esa España
intolerante y fascista, que está haciendo su agosto particular y pasándoselo
pipa, en muchos casos con la connivencia, complicidad y no pocas simpatías de
las fuerzas del orden y de algún que otro juez de esos que son muy y mucho
españoles, como el tal Llarena sin ir muy lejos, a quien no le importa
prevaricar con tal de ver y mantener en la cárcel a los rehenes de la red de
jueces y fiscales fascistas de nuestro sistema judicial. Porque que sepas, si
te has levantado tarde de la siesta, que en nuestro sistema judicial existe esa
red, ya que de hecho nunca ha dejado de existir desde los tiempos pretéritos de
Franco. Me da asco esa España, constatando un hecho empírico, que ha mantenido
y mantiene al dictador en un mausoleo 43 años después de su muerte y a García
Lorca tirado por ahí en una cuneta. Esa España… a ver, otro ejemplo sencillito:
¿en que pensaba Felipito uve palito Tacatúm, cuando le comunicaron que, en su
nombre, había que concederle el título de Duquesa de Franco a Carmen Martínez
Bordiú, libre de impuestos, además? Da igual que lo firmara el ex ministro
Catalá la víspera de la moción de censura que acabó con el anterior gobierno:
los títulos nobiliarios se conceden siempre en nombre del rey. De este rey, en
este caso. El que se quitó finalmente la careta el 3-O, con aquel discurso que
se parecía más al discurso de un líder tribal de una tribu del amazonas,
pongamos por caso, y si te lo quieres imaginar con taparrabos eso ya es cosa de
cada cual, antes de salir a combatir contra otra tribu, que el discurso de un
jefe de estado de un país democrático, moderno y miembro de la CEE. Además es
un nombramiento que contraviene, más que probablemente, la Ley de la Memoria
Histórica del 2.007; aunque eso a este rey evidentemente se la repampinfla
porque él es más chulo que un ocho, ya que es intocable por la ley.
Ya sé que tenemos mala prensa por ahí, cosa que es buena, gratificante,
precisamente por venir de donde viene esa mala prensa. Pero yo pertenezco a una
organización como es Ómnium Cultural, fundada durante la dictadura en 1.961
para defender y promover la lengua y la cultura catalana, que es, a día de hoy,
la organización cultural con mayor número de afiliados de Europa: 120.000
personas, y a la que me enorgullece, y mucho, pertenecer. Y no será la primera
vez que digo que España necesitaría de una herramienta como Ómnium que, llegado
el momento, fuese capaz de movilizar a la gente y obligar a los políticos a que
acometan los retos que la sociedad les propone. ¿Porque sabéis que he visto en
Ómnium, desde que soy socio y acudo a las asambleas y actos que se organizan en
la asociación?: cultura, libertad, solidaridad y democracia. Por cierto ya se
ha decidido cuál será el recorrido o el lugar de manifestación del próximo 11-S:
la Diagonal, toda ella, más de 6 kilómetros de vía que hay que llenar ese día. Es
evidente que a la clase política esto de que la sociedad se asocie y les diga
lo que tienen que hacer, no les gusta, entre otras cosas porque están muy mal
acostumbrados a presentarse a unas elecciones con un programa y después hacer
lo que les da la gana, “por el bien de la gobernabilidad del país”, suelen
aludir como justificación de la traición y el embuste a sus votantes. Y en este
aspecto, el mayor embustero, cobarde y traidor a su país que hemos tenido en las
últimas décadas tiene nombre propio y no es otro que el de Aznar. Y ahí lo tenéis,
a un criminal de guerra que convirtió a España en objetivo prioritario del
terrorismo islámico, dándonos lecciones sobre el bien y el mal, lo bueno y lo
malo para España y sobre cómo combatir al enemigo del estado español (según él),
Catalunya, con la que dice que no hay nada que negociar. Este individuo de mala
calaña es uno de los incontables que ha debido sufrir el ultraje y la humillación
que padecieron muchos políticos españoles, sobre todo los de la derecha y los
que van están más allá de esa derecha, que se llegaron a creer que el 1-O no se
celebraría nunca porque no había papeletas, ni urnas, entre otras cosas. Ese
día y gracias a ese acto, los catalanes demostraron al mundo las debilidades
del estado español en toda su crudeza. Les afectó mucho; pero mucho, que al
final hubiera referéndum. Tanto que la emisión el día 3 de octubre del mensaje
del rey, su contenido y su continente, daba el pistoletazo de salida para que
el sistema judicial se volcara en un único objetivo: acabar con el movimiento
independentista encarcelando a su gobierno en pleno, por los métodos, argucias
y ardides legales y alegales que fuesen menester. Fijaos lo lejos que estamos
de ser una democracia consolidada, que un referéndum fue capaz de provocar en
el gobierno la reacción represiva que llevó a cabo, no solo a partir de ese
día, sino que ya venía ejerciendo semanas antes con los múltiples registros,
detenciones y amenazas. ¿Qué se habría dicho aquí de Maduro y Venezuela, si ese
referéndum lo hubiese convocado la oposición a Maduro y este encarcelara a la
gente posteriormente? Un Maduro y una Venezuela, por cierto, que deben haber
alcanzado la plenitud y madurez democrática gracias a la reconversión del
dictador en demócrata, habida cuenta del escaso eco que tiene ya, aquí y ahora,
lo que ocurre en Venezuela. Lo bien que deben estar pasándoselo por allí,
cuando ya no le interesa ni al Rivera, que todo lo que fuera darse un volteo
por Caracas suponía la posibilidad de probar…la calidad del polvo en suspensión,
por decirlo de alguna manera. Así que ya veis que, la solución política que nos
propone Aznar en el conflicto que mantiene el estado español con Catalunya, pasa
por no negociar absolutamente nada con los catalanes. Ole tú. ¡Ole tú! Entre eso
y que estoy esperando que venga un día a mi casa a “desarticularme”, vivo sin
vivir en mí, no me hallo, nene, no me hallo.
Y una última cuestión sobre la que yo emplazaría al tribunal
a considerar, tribunal que hasta ahora nunca ha estado plenamente de acuerdo en
nada, que juzgó y condenó a la manada y que ahora tiene que resolver sobre el
famoso tema del pasaporte del guardia civil: ¿Es creíble, lógico y natural, que
todo un guardia civil que es requerido por el juez para que entregue su
pasaporte, no sepa por y para qué se lo pide? ¿Es creíble que tal requerimiento
judicial se haya llevado a cabo sin que ningún secretario judicial, ni juez ni
abogado ni nadie, le haya informado sobre las consecuencias de la retirada del
pasaporte? ¿Es posible que exista un guardia civil tan tonto? No me he visto
nunca, afortunadamente, delante de un juez en ese trance, pero me consta que en
ese momento se te informa de modo casi automático que la retirada del pasaporte
lleva aparejada la prohibición de salir del…bueno, antes era del país, ahora es
del espacio Schengen. Por todo ello la cuestión no puede estar más clara:
¿hasta dónde y cuanto piensan sus señorías soportar las tomaduras de pelo de
estos elementos, que les infringen a los miembros del tribunal en primera
persona; y estos a su vez al resto de la opinión pública con sus sentencias y
resoluciones?
A más ver
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