El tipo
debió pensarse, quizá, que como él va, viene e irá, a salvar España de sus
pérfidos enemigos (sobre todo catalufos), ¿de qué lo van a cachear a él y su
equipaje, unos míseros vigilantes? ¡A mí la legión! Señor…que los lejía no
están para estas cosas, está la Policía Nacional. ¿Nacional? Pues si es
nacional, pero española, ¡A mí la Policía Nacional! Y la lio parda el andoba en
el aeropuerto. Todo fue llegar a la terminal y, al ser elegido para someterle a un control aleatorio de
explosivos y sustancias estupefacientes por parte de los vigilantes del
aeropuerto, un miembro de la escolta de Rivera, que es Policía Nacional, le
dijo que no hacía falta que lo pasara. El Vigilante, al parecer le puso pegas;
aunque le dejó pasar, y el escolta, una vez pasado el arco, le espetó al
vigilante que la próxima vez que interfiriera en “su” operativo, lo llevaba “pa
lante”. Parece, parecen, en algunas ocasiones, demasiado…espitoso, espitosos, sobre
revolucionados, como un caballo desbocado que no obedece a las riendas, a su
bola completamente y hasta el infinito y más allá, el ciudadano Riverita y, por
extensión, su séquito. Quizá sea contagioso. Ni siquiera se entiende tanto
nervio, después del último show propiciado por el abandono/expulsión del
partido (depende de quien lo cuente, se fue o la echaron), de Carolina Punset,
eurodiputada de C´S que debe el escaño al
J.C. Girauta, otro que se ha paseado, en este caso de la izquierda a la
derecha, hasta encontrar la nómina publica, que renunció al escaño europeo para
ser diputado en España. https://www.eldiario.es/politica/eurodiputada-Carolina-Punset-Ciudadanos-espiarle_0_826967424.html La cartita de Carolina no tiene
desperdicio y deberían leerla los que piensen votar a C´$ por su “centrismo”.
No os voy a hacer un resumen: leerla e interpretarla vosotr@s mism@s. Como también,
cada cual, debe interpretar a la otra, la Inesita Arrimadas, que en respuesta a
un tuit del President Torra el pasado 15-O conmemorando el aniversario del
asesinato del President Lluis Companys por el estado español; o sea: España, la
niña de Jerez que quiso ser un día presidenta de Catalunya sin cantar ni Els
Segadors, se destapa diciendo que a Lluis Companys no lo mató España, sino un
dictador fascista. Ole tú! Ooooole tú! O sea: que según ella, el dictador
fascista, en el gobierno, no representaba a España. Para no representar a
España ese dictador fascista, bien que defendéis la momia del valle de los caídos.
Para no representar a España, bien que defendéis su bandera y su aguilucho
preconstitucional. Para no representar a España, bien que defendéis su ideario
nacional catolicista. Se le podría decir eso, para ir abriendo boca. La suya,
sobre todo, que si osas decirle algo
así, se alborota y ya “no te ajunta nunca más”.
Y como
alguno puede pensarse que, mira el charnego este (sin saber muy bien qué es ser
charnego), antiespañol e indepe de las narices, que no hace más que meterse con
la justicia española por lo de lo de los presos politicos, entre otras cosas… dejadme
que os cuente un pequeño cuento sobre la justicia española, que no tiene nada que
ver con la causa independentista. El banco Santander, como antes la tuvo su
padre y ahora su hija Ana Patricia, siempre ha disfrutado de la protección de
la justicia en este país, pero fuera de aquí la cosa ya no les funciona igual. La United States District Court Southern District of New York, un juez de
la ciudad de Robert de Niro, ha dictado sentencia en favor de un particular en
un contencioso con el banco de Ana Patricia Botín, por la negativa de este a
dar a conocer públicamente la documentación de la que disponga sobre el proceso
del Banco Popular (PIMCO, Anchorage Capital). La sentencia es taxativa y
diáfana: “…el Banco de Santander debe entregar toda la documentación que posea,
habida cuenta de que es información única e importante sobre la adquisición
forzosa de BPE. Esto es de vital importancia para los procedimientos en el
extranjero y para los inminentes procesos internacionales y procedimientos de
arbitraje. Este tribunal debe conceder a los peticionarios y conceder permiso
para el acceso a esa documentación, en virtud de la sección 1782 en ayuda de
esos procedimientos”. Esta sentencia arroja dos derivadas irrefutables. La
primera es que la opacidad con la que actúa el Banco de Santander, fuera de la
protección de la justicia española, no le sirve de nada y es contraria a la
ley, por mucho que la justicia de este país se empeñe en taparle los asuntos
sucios, que hace que roce la impunidad o la inviolabilidad. Este aspecto es
fundamental para entender lo que ocurrió con el Banco Popular: organizaron una
operación a la carta de las necesidades de la entidad presidida por Ana
Patricia Botín, porque pensaban que tenían la impunidad que les ha dado
históricamente la justicia española. El archivo de la causa de los 2.000
millones de euros ocultos en el HSBC, conveniente y oportunamente archivada por
el juez Fernando Andreu, las jubilaciones millonarias de Amusátegui y
Corcóstegi, o la aplicación e implementación de la llamada “doctrina Botín”, son
algunos de los ejemplos de esa sobreprotección de la que disfruta esta entidad
por parte de un sector de la justicia española muy concreto.
Y la segunda derivada es que la
justicia estadounidense ha dejado en ridículo a la española o la europea,
porque en 7 meses, siete, ha dictado sentencia cuando aquí, vaya por dios, en
la Audiencia Nacional no se ha encontrado un ratito (claro, con tanto indepe
queriendo cargarse España…) para llevar a cabo ni una sola declaración de
nadie, porque a nadie se le ha llamado a declarar. ¿Adivinas porque? ¡Efestivywonder!
: A ver si prescribe la cosa, o se cansan los demandantes, o se pone el juez
chungo y hay que cambiarlo…pasapalabra. Van sumándose las cosas y las causas
por las que, fuera de aquí, nos ven como un país con una justicia que protege
al poderoso y no al pueblo. Dos países, de momento, niegan la existencia de los
delitos de los que se acusa a los presos y exiliados por el Procés; la reunión,
deprisa y corriendo, de los jueces de lo contencioso del TS para frenar la
sentencia sobre los impuestos que la banca debería pagar; las puertas
giratorias de jueces y fiscales, que no son patrimonio exclusivo de los
políticos, ya que está demostrado que muchos de ellos acaban convirtiéndose en
abogados del Santander; ex jueces que ganan sus buenos dineritos en
conferencias organizadas por la Botín y su Banco o en fundaciones
latinoamericanas presididas por corruptos; juzgados determinados que siempre
fallan a favor de la entidad bancaria; antiguos presidentes, como Corcóstegi,
que se pasea sin rubor alguno por la Audiencia Nacional (claro, como está
jubilado, el hombre tiene tiempo para visitar a sus “amigos”) para “recomendar”
lo que fuere menester en los casos en los que esté implicado el Santander; la presencia del juez instructor del Caso
Banco Popular en presentaciones de libros de autores que son asesores/lobistas
de la entidad cántabra, publicación que recibió las “bendiciones” de Ana
Patricia Botín… y así un laaaaargo etc.
¿Y cuál es el drama nacional para los
Rivera, Arrimadas, Casado y cía?: un lacito amarillo. Atajo de cretinos,
caterva de coleópteros, pandilla de mamarrachos…lo que más os guste o,
simplemente, buenos españoles que se preocupan por España… ñeek… con un par.
Como decía aquel: el soplapollismo se acaba con la primera hostia. Lo dejo ahí.
A más ver
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