Es que no lo puedo remediar: se me
ponen los cuatro pelos como escarpias, se me sube el duodeno a la oreja y no
trago bien cuando, por ejemplo, escucho al Quim Torra decir chorradas tales
como que no esperaban que llegara este momento, refiriéndose a la notificación
por parte del TS de la apertura de juicio oral contra el Procés. ¿No lo
esperaban; ¿quienes no lo esperaban, y en base a qué tanta ilusa ilusión?
¿Mañana dirá que tampoco esperaban una sentencia condenatoria? ¿Yo estoy en
otra dimensión, o este hombre se ha ido de viaje con David Lynch y el director
de cine lo ha dejado, literalmente, “colgado” a saber en qué sub, o infra
mundo? Por no hablar de la sobrecarga de simbolismos, de política de gestos, de
teatralidad y de postureo que está predominando un Govern que nos debería
llevar hacia la implementación de la república, como quedó refrendado en el
mandato del 1-O. Solo hay una institución que uno conozca que puede abrir la
celda de los presos y devolver a los exiliados a sus casas: el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos, con una sentencia absolutoria de todos los cargos por los
múltiples defectos de forma y la violación de los derechos civiles de los
procesados durante la instrucción del sumario, amén de no haber delito de
rebelión, sedición ni malversación. Mientras tanto, como vengo diciendo desde
el primer día y desgraciadamente no me estoy equivocando, nadie los va a sacar
de la cárcel, se va a celebrar el juicio, los van a condenar con severidad por
mucho que la fiscalía descarte el delito de rebelión y los acuse solo de
sedición porque, como mandan los cánones, el tribunal tiene de margen para
aplicar la pena en base, por ejemplo, a la petición que haga la acusación
particular, en este caso Vox, que va a pedir lo máximo: la guillotina, o la hoguerita,
si las hubiere. Y todo lo demás de buenos gestos, de buen talante y de buenas
intenciones, o son ensoñaciones de idealistas descolocados, otro intento de
creer que somos idiotas, o fruto de una estulticia inimaginable ni para mí por
parte de quienes esperan “otra cosa” de Moncloa. No habrá ninguna otra cosa. Es
que no se quieren enterar, los Torra y cía, que no es una cuestión de La
Moncloa: es una cuestión de estado, y el estado, lógicamente y, sobre todo el
español, son muchas más cosas, y con más poder en algunos casos que la propia
Moncloa. Tanto es así que, aunque aparentemente demos la imagen de que en
España hay un gobierno progresista de izquierdas, nada más falaz que eso porque
este gobierno se ha transmutado en otra cosa distinta a eso del progresismo y
la izquierda, por cuatro leyes que les dejen aprobar con ese aparente talante
que solo dan, lo que han estado dando desde que se instauró el régimen del 78,
el pego. Ahora que vienen las elecciones andaluzas, tomemos como referencia
Andalucía después de 40 años de gobierno socialista: ¿Cuánto y quien ha
progresado en Andalucía en estos 40 años? ¿Cuál es su tasa de paro en relación
con la del resto de comunidades? ¿Eso es el fruto de la política de izquierdas
y de progreso? ¿Eso?; ¿de verdad? ¿O no será más bien el fruto de 40 años de
nepotismo, de corruptelas, de mamandurrias, de pillar cacho como sea de donde
sea y el último es tonto? Refresquemos la memoria de los desmemoriados, así a
vuela pluma: Caso de los ERE: el fraude asciende a 855 millones de euros, con
270 imputados. En los cursos de formación hay 3.000 millones extraviados y 196
imputados. El caso de los fondos europeos Jeremie, que presuntamente siguió
durante la Presidencia de Susana Díaz, dejó un agujero de 185 millones de
euros. El caso Invercaria, uno de 60 millones, con 52 imputados. En el caso
Marismas se habla de 40 millones y hay 22 imputados. El fraude Bahía
Competitiva de Cádiz son sólo 21 millones de euros, que suena hasta a poco. Los
avales a empresas que lleva el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla son
82,5 millones. Para hacer boca.
Y a todo esto uno acogía con cierto
aire de preocupación ver al Rodrigo Rato entrando en la cárcel y, antes de eso,
pedirnos perdón. Perdón. ¿Perdón por entrar cuatro días en la cárcel cuando,
para ser justos, debería pasarse como mínimo el triple después de toda una vida
dedicada al siseo, mangoneo y abuso de la información y posición privilegiadas?
Y decía que acogía la noticia con cierta preocupación porque, a medida que van
entrando en la cárcel los corruptos, que aún queda mucha tela que cortar y a
mucho chorizo que encerrar, sigue habiendo una cantidad ingente de personas ciegas,
sordas y que por lo visto tampoco manejan bien el braille para leer, y así no
hay manera de que se enteren de lo que escondía debajo de las alfombras de
palacio el gobierno del matasietes ese del bigotito y las tabletas que nunca,
jamás de los jamases, conoció ni tubo tratos con un tal Correa, a pesar de que
él y su amiguito el bigotes asistieron, como desconocidos, a la fastuosa boda
de su hija con el otro corrupto, el tal Agag, implicado junto a Zaplana en el
llamado caso Erial. Y es que Ánsar, o el asno Aznar, puede decir y presumir de
lo que quiera; pero basta coger la foto de su gobierno y hacer un recuento de
cuantos han sido procesados, condenados y algunos de ellos encarcelados por corrupción.
El retrato final no puede ser otra cosa que el fracaso político más absoluto,
envuelto en la bochornosa vitola de la corrupción.
"Estamos satisfechos de los
resultados a pesar de haber perdido algunas operaciones como Repsol. Estamos
haciendo lo que pide al inversor y el cliente y estamos tranquilos”. Frases
literales de un tal Gonzalo Gortázar Rotaeche, consejero delegado de CaixaBank,
a la hora de presentar los beneficios netos de la entidad, desde enero a
septiembre de este año, 1.768 millones de euros; y eso que perdieron 453
millones por la venta de la participación del 9,36% accionarial de la entidad
en Repsol. También nos cuenta que, hombre: "Una rentabilidad que cubra el
coste de capital, es imprescindible para el correcto funcionamiento de las
entidades y su servicio a la sociedad." Me pregunto si dentro del pack de
servicios a la sociedad, el tal Gortázar contempla que la banca devuelva el dinero
que le entregó Rajoy de nuestras pensiones, que ya sé que no porque ya nos han
dicho que no, porque somos gilipollas( no te esfuerces, no tenemos otro nombre
como españoles en relación a otros países en iguales circunstancias), o si
dentro de esos servicios sociales CaixaBank puede lucir con orgullo ser la
entidad bancaria que más desahucios ejecuta diaria, semanal y mensualmente.
No sé si matar a alguien o ir a ver a mi oncóloga para que me diga cundo me muero yo.
No sé si matar a alguien o ir a ver a mi oncóloga para que me diga cundo me muero yo.
A más ver.
Muy buen reflejo de estas bandas de sinvergüenzas que nos han gobernado durante 40 años (más de 80 contando aquel miserable dictado reencarnado ahora en miles de gusano como el susodicho Pablo Casado. ¡Qué asco me dan todos! Un abrazo José.
ResponderEliminar