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viernes, 26 de octubre de 2018

PERLAS



Es que no lo puedo remediar: se me ponen los cuatro pelos como escarpias, se me sube el duodeno a la oreja y no trago bien cuando, por ejemplo, escucho al Quim Torra decir chorradas tales como que no esperaban que llegara este momento, refiriéndose a la notificación por parte del TS de la apertura de juicio oral contra el Procés. ¿No lo esperaban; ¿quienes no lo esperaban, y en base a qué tanta ilusa ilusión? ¿Mañana dirá que tampoco esperaban una sentencia condenatoria? ¿Yo estoy en otra dimensión, o este hombre se ha ido de viaje con David Lynch y el director de cine lo ha dejado, literalmente, “colgado” a saber en qué sub, o infra mundo? Por no hablar de la sobrecarga de simbolismos, de política de gestos, de teatralidad y de postureo que está predominando un Govern que nos debería llevar hacia la implementación de la república, como quedó refrendado en el mandato del 1-O. Solo hay una institución que uno conozca que puede abrir la celda de los presos y devolver a los exiliados a sus casas: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con una sentencia absolutoria de todos los cargos por los múltiples defectos de forma y la violación de los derechos civiles de los procesados durante la instrucción del sumario, amén de no haber delito de rebelión, sedición ni malversación. Mientras tanto, como vengo diciendo desde el primer día y desgraciadamente no me estoy equivocando, nadie los va a sacar de la cárcel, se va a celebrar el juicio, los van a condenar con severidad por mucho que la fiscalía descarte el delito de rebelión y los acuse solo de sedición porque, como mandan los cánones, el tribunal tiene de margen para aplicar la pena en base, por ejemplo, a la petición que haga la acusación particular, en este caso Vox, que va a pedir lo máximo: la guillotina, o la hoguerita, si las hubiere. Y todo lo demás de buenos gestos, de buen talante y de buenas intenciones, o son ensoñaciones de idealistas descolocados, otro intento de creer que somos idiotas, o fruto de una estulticia inimaginable ni para mí por parte de quienes esperan “otra cosa” de Moncloa. No habrá ninguna otra cosa. Es que no se quieren enterar, los Torra y cía, que no es una cuestión de La Moncloa: es una cuestión de estado, y el estado, lógicamente y, sobre todo el español, son muchas más cosas, y con más poder en algunos casos que la propia Moncloa. Tanto es así que, aunque aparentemente demos la imagen de que en España hay un gobierno progresista de izquierdas, nada más falaz que eso porque este gobierno se ha transmutado en otra cosa distinta a eso del progresismo y la izquierda, por cuatro leyes que les dejen aprobar con ese aparente talante que solo dan, lo que han estado dando desde que se instauró el régimen del 78, el pego. Ahora que vienen las elecciones andaluzas, tomemos como referencia Andalucía después de 40 años de gobierno socialista: ¿Cuánto y quien ha progresado en Andalucía en estos 40 años? ¿Cuál es su tasa de paro en relación con la del resto de comunidades? ¿Eso es el fruto de la política de izquierdas y de progreso? ¿Eso?; ¿de verdad? ¿O no será más bien el fruto de 40 años de nepotismo, de corruptelas, de mamandurrias, de pillar cacho como sea de donde sea y el último es tonto? Refresquemos la memoria de los desmemoriados, así a vuela pluma: Caso de los ERE: el fraude asciende a 855 millones de euros, con 270 imputados. En los cursos de formación hay 3.000 millones extraviados y 196 imputados. El caso de los fondos europeos Jeremie, que presuntamente siguió durante la Presidencia de Susana Díaz, dejó un agujero de 185 millones de euros. El caso Invercaria, uno de 60 millones, con 52 imputados. En el caso Marismas se habla de 40 millones y hay 22 imputados. El fraude Bahía Competitiva de Cádiz son sólo 21 millones de euros, que suena hasta a poco. Los avales a empresas que lleva el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla son 82,5 millones. Para hacer boca.
                                                           

Y a todo esto uno acogía con cierto aire de preocupación ver al Rodrigo Rato entrando en la cárcel y, antes de eso, pedirnos perdón. Perdón. ¿Perdón por entrar cuatro días en la cárcel cuando, para ser justos, debería pasarse como mínimo el triple después de toda una vida dedicada al siseo, mangoneo y abuso de la información y posición privilegiadas? Y decía que acogía la noticia con cierta preocupación porque, a medida que van entrando en la cárcel los corruptos, que aún queda mucha tela que cortar y a mucho chorizo que encerrar, sigue habiendo una cantidad ingente de personas ciegas, sordas y que por lo visto tampoco manejan bien el braille para leer, y así no hay manera de que se enteren de lo que escondía debajo de las alfombras de palacio el gobierno del matasietes ese del bigotito y las tabletas que nunca, jamás de los jamases, conoció ni tubo tratos con un tal Correa, a pesar de que él y su amiguito el bigotes asistieron, como desconocidos, a la fastuosa boda de su hija con el otro corrupto, el tal Agag, implicado junto a Zaplana en el llamado caso Erial. Y es que Ánsar, o el asno Aznar, puede decir y presumir de lo que quiera; pero basta coger la foto de su gobierno y hacer un recuento de cuantos han sido procesados, condenados y algunos de ellos encarcelados por corrupción. El retrato final no puede ser otra cosa que el fracaso político más absoluto, envuelto en la bochornosa vitola de la corrupción.

"Estamos satisfechos de los resultados a pesar de haber perdido algunas operaciones como Repsol. Estamos haciendo lo que pide al inversor y el cliente y estamos tranquilos”. Frases literales de un tal Gonzalo Gortázar Rotaeche, consejero delegado de CaixaBank, a la hora de presentar los beneficios netos de la entidad, desde enero a septiembre de este año, 1.768 millones de euros; y eso que perdieron 453 millones por la venta de la participación del 9,36% accionarial de la entidad en Repsol. También nos cuenta que, hombre: "Una rentabilidad que cubra el coste de capital, es imprescindible para el correcto funcionamiento de las entidades y su servicio a la sociedad." Me pregunto si dentro del pack de servicios a la sociedad, el tal Gortázar contempla que la banca devuelva el dinero que le entregó Rajoy de nuestras pensiones, que ya sé que no porque ya nos han dicho que no, porque somos gilipollas( no te esfuerces, no tenemos otro nombre como españoles en relación a otros países en iguales circunstancias), o si dentro de esos servicios sociales CaixaBank puede lucir con orgullo ser la entidad bancaria que más desahucios ejecuta diaria, semanal y mensualmente. 

No sé si matar a alguien o ir a ver a mi oncóloga para que me diga cundo me muero yo.  
                                                           

A más ver.   

1 comentario:

  1. Muy buen reflejo de estas bandas de sinvergüenzas que nos han gobernado durante 40 años (más de 80 contando aquel miserable dictado reencarnado ahora en miles de gusano como el susodicho Pablo Casado. ¡Qué asco me dan todos! Un abrazo José.

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