Si soy objetivo, tengo que confesar
que, a mis 55 mayos, he visto caer a mucha gente prematuramente, con lo que el
paso de los años si algo hace, es convertirte en superviviente. No sé si es una
cuestión de índole divina, si es cosa de los hados, si Buda tiene algo que ver
o es simple y llanamente cuestión del destino individual o del azar. Pero
mírate: estás vivo, caminas, ves, no te falta un techo y un plato, te vales por
ti mismo…mira a tu alrededor y dime si no sobrevives mejor que muchos. Lo que
se tiene hay que valorarlo, para poder disfrutarlo, cuando se tiene; no como
solemos hacerlo que es, como bien sabéis, cuando lo perdemos. Quizá por eso yo
soy tan crítico, y me imagino que por extensión vosotros, con eso que se viene
a llamar con más pompa que efectividad real, democracia en España. Tengo mi
concepto de democracia, como cualquiera que la tenga, y no sé si es que la
sobre valoro pero lo que veo me chirría demasiado como para no reaccionar y
evadirme. Tampoco es que pretenda otra cosa que al menos dejar dicho que de
tomaduras de pelo, conmigo no. Que no cuenten conmigo para tragarme el cuento
del estado de derecho, porque vivo con la sensación kafkiana de que quien me
exige respetar la ley, se la ha estado pasando y se la pasa por el arco del
triunfo cuanto, cuando y como quiere. Solo faltaría que un atajo de
delincuentes viniera a darnos lecciones de ética y de moral. Ya sé que el nivel
de desfachatez de la que hacen gala les da para eso y para más. Lo hemos visto
recientemente con la creación de esa comisión del senado sobre la financiación
de los partidos, creada por la mayoría absoluta del PP para tapar sus basuras
entre las basuras de los demás, lo que no evita que los últimos 4 tesoreros del
partido y el propio PP, estén imputados por corruptos; amén de todo el personal
que ha tenido y tiene disfrutando de unas merecidas vacaciones en los centros
públicos de ocio, formación y reinserción social tan súper guays que tenemos,
eso que los antiguos llaman cárceles, creadas para lo mejor de cada casa.
Lecciones de esta gente, ni una. Los perritos falderos que les ladren las
gracias, si quieren, que servidor no es cómplice de psicópatas delincuentes, ni
me junto con gentuza embustera y con menos credibilidad que un caracol en una
carrera de 100 mts contra Usain Bolt.
A ese redescubierto como ayatola de
la democracia y sus adláteres, que van enseñando lo que es la democracia y el
respeto de las leyes, sobre todo a melenudos, desaliñados, catalanes y gente
que les da ahora por exagerar las cosas, determinadas cosas; hay que
recordarles, como ejemplo y paradigma de un gobierno honorable en una
democracia moderna del siglo XXI, a ese gobierno que incurrió en lo que yo y
muchos españoles como yo, independientemente de la absoluta falta de sentido
común y de vergüenza que se desprendía de la resolución judicial que culpaba a
los propios fallecidos y archivaba la causa, catalogamos como crímenes de
estado las muertes producidas en la playa del Tarajal, como resultado de la
intervención de la Guardia Civil, que repelió con bolas y botes de humo la
entrada de emigrantes que pretendían alcanzar nuestras orillas a nado. Claro
que ya ha pasado tiempo y que bueno, eran cuatro moros de mierda muertos de
hambre que acabarían traficando o robando aquí ¿verdad? Cómo van a tener
derecho a ensuciar nuestras democráticas e impolutas playas con sus culos de
mono ¿no? Hay que jugar al pim-pam-pum con ellos y, si se ahogan, que no se
hubieran metido en el agua, no te jode… el presidente de un gobierno que
defendió a su ministro del interior ante unos sucesos como aquellos, a mi no me
va a dar lecciones de demócrata sino de salvaje, no me va dar lecciones de
respeto a los derechos humanos sino de violarlos con total impunidad, no me va
a dar lecciones de respeto a la ley y sí de creerme que yo soy la ley, de
mentir y de demostrar un nivel de ruindad y vileza digna de un sociópata de
marca mayor. Yo no pienso olvidarlo. Como no pienso olvidar las estúpidas
justificaciones propias de un ser que dice estupideces, como la de que
técnicamente los individuos en cuestión no estaban en territorio español,
porque la frontera la delimitaban los miembros de la benemérita con sus botes
de humo que, al lanzarlos al agua en dirección a los inmigrantes, establecían el
límite fronterizo. No sé si hay parangón en la historia de la humanidad en la
que un país delimita sus fronteras con humo en tierra firme o en el mar; pero
sin duda que alguien se coloca y padece sobredosis de humanismo. Eso se
desprende de la comparecencia del ex ministro del Opus, que hacía gala de que a
él nadie le daba clases de humanismo, al tiempo que él las impartía sobre los
nuevos modelos volátiles de delimitación fronteriza.
Quizá, debe serlo porque como soy un
conspiranoico así en días que me pillo sueltos, pero de un tiempo a esta parte
cuando mi suegra me ata a la silla y me hace ver las noticias en los
informativos españoles para que le explique qué quiere decir uno y otro, que huele que apesta, en lo relativo al monotema catalán, a sectarismo puro y duro escuchar al
Piqueras ese, al Prats y ya la 1ª es que me niego o denuncio a mi suegra por
torturas. Al menos ahora la Maldad Más Inhumana Y Antidemocrática, la tienen
repartida entre el coletas y el Puigdemont. Mañana a ver a quien le toca
pillar; fijo que a los dos, porque los malos no descansan, solo viven para
hacer daño, romper España, quitarnos los toros, imponer el catalán en Murcia y
el fornicio en las iglesias. Se quejaba Rajoy de que los podemitas exageran y están
todo el día con el monotema corrupción, clásico ejemplo de quien ve la paja en
el ojo ajeno y no ve Venezuela en el suyo. Pero evidentemente no nos dice que
llegó a un pacto de no agresión mutua con el sector susanista del PSOE, cuando
la pretenciosa sultana andaluza tenía aspiraciones superiores, ante la creación
de las diversas comisiones de investigación abiertas en el congreso, pacto de
no agresión con los susanistas que se ha ido al traste con el collejón que el
electorado socialista le acabó dando a la golpista. Eso es también corromper la
democracia, ocultándole a la ciudadanía el esclarecimiento de los hechos y es,
evidentemente, mofarse de las instituciones, del papel que representan y de sus
normas elementales de transparencia. Un mérito sí que voy a acabar de
atribuirle a Rajoy: gracias a él y su gobierno, este país ha dado una vuelta de
tuerca más y ya se nos reconoce por ahí como el país que le regaló la soberanía
a Bruselas, que tiene sus dineros en Suiza, las empresas en Panamá y los graves
problemas de la gente, todos, provienen y tienen su razón de ser, su principio
y su fin, en Venezuela y en los golpistas catalanes que quieren subvertir el
orden establecido e imponer ¡una república! en el noroeste español. Y ahí
tienes a los perros, ladrando más rabiosos que nunca, pervirtiendo el lenguaje,
mintiendo, diciendo tonterías y chuminadas una tras otra, escandalizando a la
gente y haciendo todo lo posible porque la bronca cada día sea mayor en una
dirección, porque sino los salvapatrias no tendrían patria a la que salvar.
A más ver
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