Si el alma es un ente etéreo, allá en
la dimensión donde more la de Salvador Dalí, debe estar partiéndose la caja.
Otra vez es noticia. Otra vez todo el mundo de la cultura y del arte pendientes
de él, que se cuentan por décadas los años de su muerte. Casi tres décadas ya.
Para un ser tan histriónico y peculiar, para un genio, es sencillamente divino
y, aquellos que admiramos su arte, estos días debe emocionarnos tantas muestras
de interés por el genio catalán que ya es eterno, como su obra.
Pero dejemos lo divino, que está muy
bien en su momento y circunstancia, y centrémonos en lo humano. ¿Qué más humano
hay que llegar a casa, disponerte a entrar en la ducha para asearte y relajarte
un poco y, cuando ya estas con un pie dentro como quien dice, oyes la caja
tonta diciéndole a mi suegra el señor presidente del gobierno español, no sé
qué sobre la empatía suya creí entender, o de su gobierno, o del resto del
conjunto de la ciudadanía española, hacia Catalunya? ¿Empatía de ese tío, hacia
Catalunya? Salí de la ducha tal cual iba y me plante en el salón para verle la
cara, acordarme de su inocente e inconsciente progenitor y dejar a mi suegra
con una cara que ni te cuento. Debo estar últimamente muy susceptible ante la
expectativa de las vacaciones y la sobrecarga de trabajo. Pero esa palabra, de
su boca, es un insulto dirigida hacia Catalunya y la inmensa mayoría de
catalanes, es un insulto en tanto que pitorreo. 36 de 135. Ese es el resultado
del nivel real que les da a los españolistas, eso de la empatía de la derecha
española hacia Catalunya: 36 diputados en el Parlament, de 135. Así que, de empáticos,
nada, monada. Más bien suelen caer antipáticos, desubicados, desfasados,
caducos, o como una nota desafinada, chirriante, que hiere la sensibilidad del oyente.
Blesa. Suicidado. Eso dicen. No puedo
alegrarme de su muerte, naturalmente; entre otras cosas porque se ha ido sin
pagar la consumición. Pero supongamos que ha muerto porque eso es lo que nos han dicho, que puede haber otras variables. Por apenarme, siempre me apenará más la muerte en trágicas
circunstancias, de personas honradas y decentes, que andamos faltos. Pero… hay
gente con dudas de que una persona pueda suicidarse con una escopeta de caza
con sus propias manos, sin utilizar un palo o algo. Es comprensible que duden.
Pero técnicamente es perfectamente posible. Depende de varios factores: del
tipo de escopeta y longitud del cañón, de la longitud de los brazos del
suicida, la sensibilidad del gatillo, el ángulo de disparo…es, definitivamente,
posible y, mientras alguien no demuestre lo contrario, estoy por creerme el
dictamen del forense que, evidentemente, sabe más que nosotros de estas cosas.
No nos dejemos llevar por películas. Son películas. Otra cosa es que demos pábulo
a esos que pregonan que lo ha matado la presión. No. No porque entraríamos en
la dinámica de creer como oficial la versión de que, al final, la sociedad ha
vuelto a producir un caso Rita Barberá. Ni de lejos ni por una carambola
imposible a 7 bandas. Se ha suicidado porque era un ser cobarde, egoísta y débil.
Cobarde por no afrontar las consecuencias de sus actos, egoísta porque le ha
dado igual la situación en la que deja a los que se supone que quería: su
familia; y débil porque le ha faltado testosterona para enfrentarse a la verdad
de las cosas y de su próximo futuro inmediato, que no era otro que la cárcel. Así
que ahora mismo mi capacidad de penar la tengo dirigida a otras cuestiones y
personas más dignas que un ratero de alto standing, que tenía, como botón de
muestra, la desfachatez de declarar que los gastos de las tarjetas eran opacos
y nadie debía saber en qué se gastaban los señores los dineros públicos de todos
nosotros. Si alguien le dijo que con los dineros públicos, por ser públicos no
son opacos, se la sudaba como que bastante. Así que mi optimismo congénito a la
conclusión que me lleva, es que no vamos
a tener que darle de comer ni pagarle estudios ni médicos ni nada, con lo que,
poco o mucho, al final ha venido a aligerarnos la carga presupuestaria y
podemos destinar ese dinero para otro robagallinas sin tanto pedigrí y más testosterona
que cerebro, probablemente y dicho sea de paso.
Y los picoletos entrando en las
instituciones catalanas en busca de papeles. No ha faltado quien ha dicho que
el Govern ha intentado por todos medios ocultar información a los agentes de la
Guardia Civil; la realidad es que estos se presentaron sin una orden de
registro y que, aún y así, se les condujo a una sala para que aguardaran
mientras se les buscaba la información que querían y que no era otra cosa que la
agenda del ex conseller Germà Gordó, imputado por el caso de las comisiones de
la antigua CiU. Posteriormente se dirigieron a verificar la información recibida,
al Centro de Tecnologías de la Información (CTTI) de la Generalitat, espacio físico
donde se hallan los servidores que usa el Govern de la Generalitat de Catalunya.
Y bien; ya veremos que trae todo esto consigo. Si nos atenemos a cómo ha ido el
proceso judicial y posterior juicio del caso Palau… lo que le llega a la opinión
pública es que se superponen en una algarabía incesante un tejemaneje tras
otro, es una continuada estrategia de obstaculizar la acción de la justicia, de
decir y desdecirse, de tápame que tengo frio y yo te tapo a ti, no sea que te resfríes
y de tantos etc que acabaríamos el siglo que viene. Que caiga hasta el último involucrado
en las comisiones, eso es lo que debe pensar toda persona de bien; pero tampoco
seamos hipócritas: la praxis, el modus operandi, es el mismo que ha hecho
servir el PP, el PSOE y la práctica totalidad de partidos políticos para sacar
un dinero extra con el que financiarse. Y no es que con esto pretenda
justificar la parte catalana, sino destacar que es un mal endémico que
padecemos, que es estructural, filosófico casi, un sistema normalizado y en tanto
que normalizado, generalizado que han usado unos y otros. El nombre que se le
pone al caso de Catalunya es el del caso 3%; y en el caso del PP es los papeles
de Bárcenas, por ejemplo, donde se llevaba el registro de quienes y cuanto
ingresaban al partido, por cariño como declaró Bárcenas ante el juez, y de
quienes y cuanto cobraban en B de esas aportaciones, a cambio de contratas públicas
que obtenían posteriormente los… “cariñosos” empresarios simpatizantes del PP. El
meollo de la cuestión es conseguir la cuadratura del círculo: las confesiones
de los empresarios serían vitales; pero tan vitales como impensables por la autoinculpación
que conllevaría para los delatores. ¿Y qué fue antes, el huevo o la gallina?;
¿el corruptor o el corrompido?; ¿Quién lanzó la oferta primero? Puede darte
igual pero es un dato que necesitaríamos para elaborar el relato exacto de las
cosas y no dejar lagunas e interrogantes. La lógica nos lleva a pensar que un político,
por poco cerebro que tenga, debe guardar unas formas, no puede ir por ahí
buscando lo que van a ir a ofrecerle a su despacho sin ningún otro esfuerzo
para él que recibir al mensajero, oír su mensaje, recoger y disponer
posteriormente. Así han vivido, subsistido y crecido muchas de nuestras
empresas y muchos de nuestros trabajadores se han beneficiado indirectamente de
ello, sin ninguna voluntad ni conocimiento por parte de estos, evidentemente. Lo
que hay que hacer es legislar para que la contratación pública sea eso: pública
y absolutamente transparente y al alcance de quienes quieran acceder a ella en
igualdad de condiciones porque, en la medida en que seamos más o menos laxos en
el control de lo público, veremos aparecer a más o menos número de ratas de
diverso pelaje.
Y una cosita más: volvemos a tener el
video de Las Cloacas de Interior en el blog Ratas a la Carta. Lo bloquearon por
excusas baratas de los derechos de autor, pero vuelve a circular en la red. Si
no lo habéis visto, es absolutamente recomendable, imprescindible para
situarnos y saber quiénes y una parte de cómo nos gobiernan. La cantidad y
gravedad de las tonterías que he leído en la red, a raíz de la emisión en TV3 de
ese documental, explica bien a las claras la imperiosa necesidad que tenemos
de abaratar los estudios de psiquiatría,
por el grave déficit que padecemos de profesionales que atiendan a tanta población
necesitada de urgentes atenciones. Lo digo de buen rollito.
A más ver
No hay comentarios:
Publicar un comentario