Es comprensible que una cosa te lleve
a la otra y al final acabes pensando que sí, que efectivamente: somos el cáncer
del planeta y, a este ritmo y con estos niveles de inconsciencia, acabaremos cargándonoslo.
Es fácil pensar: “…bueno, que vale, que sí; pero como yo eso no lo veré, me da
igual: yo lo que quiero es vivir bien ahora y el que venga después, que se
espabile”. Hay muchísima gente que piensa así. Como hay gente que las ves
ansiosas por entrar antes de dejar salir del vagón del metro y de sentarse,
porque parece que le vaya la vida en la empresa y tiene que sentarse sí o sí; aunque
tenga que pisarte la cabeza para poder poner su culo en el asiento. Ves de
continuo esas muestras de incivismo de gente inconsciente y que suelen tener el
común denominador del primero yo, luego yo y, si sobra algo, para mí también. Y digo
inconsciente en tanto que esa inconsciencia es un efecto secundario de su egoísmo
congénito. La clave correctora de todo eso es la cultura; y evidentemente la
cultura de un pueblo es la que forma y moldea a esa población de una forma
determinada: a mayor y mejor nivel cultural, más civismo, más respeto hacia ti mismo
y tu entorno, más compromiso, más consciencia. Observad qué y cómo les
enseñamos aquí a los nuestros, cual es nuestro nivel cultural en comparación con
otros lares, no me refiero al número de
cuadros de pintores famosos sino al sistema educativo, y os explicareis
perfectamente cómo es posible que aquí podamos reunir tanto cateto junto, tanto
inconsciente, tanto egoísta. No os engañéis: todos somos culpables. Unos por acción
y otros por omisión; pero no hay inocentes en disposición de tirar la primera
piedra. Es incontable el número de padres que han delegado la educación de sus
hijos en las escuelas, por falta de tiempo o por cualquier otra excusa
inexcusable, desatendiendo así una parte fundamental del compromiso de ser
padres, como es la de la educación de sus hijos, por un quítame allá un “al
papa no lo molestes ahora, que está viendo el fútbol”. Unos buenos padres valen
más que cien maestros y la educación que esos padres procuren a sus hijos, a su
vez depende de cómo han sido educados los primeros.
Este concepto, socialmente más o menos aceptado de igualdad en el que vivimos, en realidad está diseñado y mantenido de forma tal, que mantiene al pobre en la pobreza y al rico en la libertad de robar impunemente pero, obviamente, solo es apariencia de igualdad. Robar con impunidad no es robar a través de una trama corrupta que es destapada por intereses bastardos de alguno de sus componentes; robar con impunidad es tener a un firmante de un decreto o de una ley que les exima a unos pocos amigotes de los compromisos tributarios a los que están sometidos los demás. Robar con impunidad es estar en disposición de elegir lo que uno quiere cobrar y en concepto de qué, y hacer legal el abuso muchas veces descarado. Robar con impunidad es elaborar y aprobar leyes que favorezcan a determinados lobby de presión. Robar con impunidad es vender el patrimonio público con la excusa maniquea de que el sector privado administra mejor; pero generalmente el resultado final arroja el balance del enriquecimiento de unos pocos y el deterioro inexorable de ese bien común, cuando no su desaparición. Robar con impunidad es poder elegir quien te investiga y quien te juzga habiéndole hecho el favor previo de ponerlo a investigar y juzgar. Robar con impunidad es dictar leyes de forma arbitraria para favorecer intereses bastardos; robar con impunidad es lo que hace todo gobierno manirroto, inepto e incapaz, esquilmando a la gente con impuestos que no serían tan necesarios si se controlara el despilfarro público en cosas banales como tanto desfile, tanto boato y tanto coche oficial.
Y para tocar un poco las napias: es
que no sé si lo estoy entendiendo bien todo esto y quizá sufro de alguna
especie de gilipollez superba. Como ciudadano catalán en Catalunya, lo que
significa que si estuviera y residiera en Valencia sería valenciano, o en Lugo
sería lugocense…calla, tarado: se dice lucense; etc. Pero decía: como ciudadano
catalán en Catalunya, recibo las amenazas europeas de automática expulsión de
la comunidad, si se me ocurre llevar a cabo algo tan declaradamente impropio e
ilegal como votar en un referéndum si quiero ser ciudadano independiente de España
en una Catalunya republicana, o no; al tiempo que veo como al gobierno polaco, por
ejemplo, que acaba de aprobar un par de leyes que violan su propia constitución
y se carga de un plumazo la independencia judicial, sometiendo a los jueces al
control absoluto del gobierno ultraconservador, que será directamente quienes
nombre a los jueces miembros del Consejo Superior de Justicia (máximo órgano de
autogobierno judicial), como asimismo el gobierno polaco a partir de ahora también
podrá nombrar y quitar a magistrados de la justicia ordinaria y del Tribunal
Supremo; a estos solo les hacen una reprimenda y amenazas de sanciones administrativas,
después de pasarse por el arco del triunfo la democracia y el estado de
derecho. Si me van a expulsar de esa Europa por votar y van a mantener a los
otros en ese plan, expúlsenme hoy que mañana se me hace tarde. Con el
agravante, y que casa con el primer punto del día de hoy, de que Polonia ha
sido denunciada por Europa a los tribunales por la tala indiscriminada de un
bosque; no de un boque cualquiera: del último bosque primitivo de Europa, la
Puszcza Bialowieska, declarado como protegido por la Red Natura 2000 y siendo
como es así mismo, Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco. Hay clubes
que apestan; y Europa ya hace tiempo que da señales inequívocas de un hedor
nauseabundo. Los ingleses se han pirado por pies; ¿serán gilipollas los
ingleses, o en realidad lo único que quieren es preservar, intacta, su soberanía?
Porque no os vayáis a creer el cuento de que nosotros somos soberanos ¿eh? Si
nuestro presupuesto debe aprobarlo Bruselas, de soberanos nada de nada. Si no
podemos emitir papel moneda para combatir los ataques especulativos sobre
nuestra deuda y dependemos del Banco Central Europeo para que nos defienda y nos
rescate, de soberanos nada de nada. Si somos, como somos, deudodependientes de
una deuda que me temo me voy a morir sin que me la expliquen y desglosen, pero
que nos obliga a pagar lo inexplicado e inexplicable desatendiendo con ello
necesidades vitales de la gente, entonces de soberanos nada, monadas. A otro
con ese cuento de la soberanía.
Y la última bobería de alguien que
parece esforzarse en hacer todo lo posible por dar la impresión de que no se
está enterando de nada: Rajoy amenaza a la Generalitat con no pagarle a sus
proveedores. En serio: ¿de dónde han sacado a este portento de luz y de imaginación?;
que alguien le explique y le explique rápido, por favor, que vivimos en un
mundo globalizado y que la mayoría de los clientes de la Generalitat, son
españoles. Cuando Puigdemont, por poner un caso, abre una botella de cava, que
qué mas catalán que el cava ¿verdad? para celebrar que el Barça le ha ganado al
Sant Andreu la Copa de la Generalitat, quien cobra por esa botella de cava es
el señor de navarra de donde provienen los tapones de la botella, o el Grupo
Lappí de Sevilla, que es quien cobra por el etiquetado de las botellas de
marcas como Freixenet, etc. dejadlo solo al lumbreras ese que tenéis en Moncloa…vosotros
dejadlo solo y no lo atéis, que cualquier día se vuelve polaco y os lía la mundial.
Si se lucha se puede perder pero, si no se lucha, estamos perdidos.
Si se lucha se puede perder pero, si no se lucha, estamos perdidos.
A más ver
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