BREVEDADES DE VERDAD

Después de evacuar, cosa que tú haces con más o menos normalidad, pero los enfermos de cáncer de páncreas tenemos nuestras dificultades que no te voy a describir aquí, después, decía, quiero decir que viva el rey, porque me ha inspirado mucho para facilitar la evacuación. Dicho lo cual, que es tan verídico como como el inexorable paso del tiempo (ahora te has puesto tremendo, tío…), vayamos al tema con un ligero retraso que entenderéis al final:  

Segunda entrega de los mails de sus señorías togadas en los que vierten toda suerte de insultos hacia los independentistas, y en los que llegan a comparar a Puigdemont con un violador y a Ómnium (de la que soy un socio orgulloso) con La Manada; entre otras perlas. Bueno, dicen algunos, solo son unos pocos ciento y no sé cuántos; claro: tampoco es que todo el mundo tenga tiempo de ponerse a chatear, ni tiene ganas quizá de que se sepa lo que piensan, pero estoy convencido de que son muchos más los que piensan como estos chaperos, perdón, quisir chateros, (estas malditas máquinas), pero se lo callan. Uno de los jueces que no se lo callan y que va llamando nazi a los independentistas, absolvió curiosamente a Jiménez Losantos que llamó a su vez nazis en su programa a los independentistas. ¿Hace falta decir algo más?

Otra: mal rollito. Muy mal rollito es el que hay ahora mismo entre los miembros del TS, entre ellos como es obvio el propio Pablo Llarena, y la Bentremeterita…Bananamerita, Benemérita hostia, quisir la Guardia Siví, porque por lo visto, al Llarena solitario, le han dejado con el culo al aire en el tema de la malversación de fondos públicos de los que se acusa al Govern de Puigdemont, ya que no pueden acreditar esa malversación sin unas facturas, por ejemplo la de la compra de las urnas que, aquí entre nosotros pero no se lo digáis a nadie, las compró un particular en el país de origen y les indicó el método de entrega, obviamente, con lo que de todo lo investigado por la Guardia Civil sobre la acusación por malversación, hay que cogerla con pinzas, y es más factible, según comentan en el TS, acusarlos de rebelión que de malversación. Si no pueden acreditar la malversación y como hemos visto más allá de los pirineos nadie se cree lo de la rebelión…lo que debe ocurrir dedúcelo tu solito-a. Vamos a asistir a un juicio político en la España “democrática”, donde los jueces se saltan la ley para poder acusar y sentar en el banquillo a sus antagonistas políticos.

Y otra más: antes de ayer se reunieron en un encuentro que organizó El País y la Cadena Ser, Felipe y Ansar, alias Aznar, para recordarnos que ellos son los padres de la democracia mundial, y hablarnos de la “transición”, una transición tildada miles de veces de modélica pero de la que no se dice nada de los 200 muertos que arrojó como balance. Y claro, hablaron de Catalunya. Poca cosa nueva, si acaso, hay que destacar que Felipe amenazó a los independentistas diciendo que están más cerca en Catalunya de perder autonomía, que de obtener la independencia. Una “solución” que nos acerca más a que ardan las calles, a que se normalice la situación, porque es de payasos creerse que nos íbamos a quedar en casita tan tranquilos, como si eso fuese lo más natural del mundo y la solución a los problemas que se han ido fraguando, con el tiempo y la pésima gestión de las relaciones con esta comunidad, por parte de los diversos gobiernos de la Moncloa. Como van dando lecciones estos dos de una intelectualidad y sapiencia política que se me escapa, les diría que si realmente se creen que eso iba a solucionar algo, son mucho más gilipollas de lo que ya me creía que eran ambos, y de nada les iba a servir sus ínfulas de estadistas cuando dos millones de personas salieran a la calle. No acaban de comprender que el cambio que se ha producido en la sociedad catalana radica en que la gente ha tomado la iniciativa política y aquí son los políticos los que van detrás de la ciudadanía. Amén de que lo que han hecho, y seguirán haciendo con los presos sobre todo y los exiliados, no tiene perdón y no nos vamos a olvidar ni de eso, ni de muchas cosas más. Por la vía de la represión, a un pueblo que ha decidido tomar las riendas de su destino, no se le va a doblegar jamás; no en esta Europa que, de entrada, va a dejar al sistema judicial español, en el lugar que le corresponde a día de hoy en la historia: a la altura de cualquier sistema judicial de esas calificadas despectivamente como repúblicas bananeras. 

Y la última, la más importante: ayer estuve con mi oncóloga, y la ví sorprendida por el resultado de los análisis y el Tac que me hicieron hace unos días para comprobar mi estado. Que era sorprendente, me dijo, pero estaba no igual, sino incluso mejor de lo esperado. El próximo Tac me lo programa para dentro de 2 meses, no cada mes como hasta ahora, y evidentemente en vista de la mejora no vamos a seguir con la quimio porque parece ser que el par de nódulos que se resisten, están en estado durmiente, no progresan. No obstante y con el optimismo que le caracteriza, me recordó que ya me había hecho metástasis una vez, y es previsible que lo vuelva a hacer. Mientras lo tengamos controlado desde su inicio, podemos atacarlo, ganarle batallas, pero la guerra no se ha terminado. Aunque, tal y como le dije, me daba por satisfecho si me moría con esto, no por esto. Cronificar un cáncer de páncreas que presenta una tasa de mortalidad del 96%, es mucho. Es prácticamente un jodido milagro de la ciencia que solo puede salvar al 4%. Así que como se dice vulgarmente no voy a lanzar las campanas al vuelo porque soy el más consciente de mi situación, pero evidentemente que estoy satisfecho de como evoluciona la cosa, y de tener tiempo para acabar el proyecto profesional que se me ha encomendado, que me llevará unos meses. Sobre Diciembre/Enero creo que ya podré terminarlo, presentarlo y, a partir de ahí, ya veré si continúo trabajando o me pido unas largas vacaciones pagadas. Muy largas. Es lo que me dice todo el mundo: que no debería trabajar, incluso mi estimada oncóloga lo flipa mucho. Pero entre limitarte a sobrevivir con la quimio y vivir trabajando, por muy pesado, cansado, agotador, extenuante que resulte esto último, prefiero fichar cada día en la oficina. Vives. Lo otro no es vivir.

                                                           

A más ver