“Gracias a la vida, que me ha dado
tanto…” rezaba la canción. Y creo que a muchos de nosotros se nos olvida a veces
darle las gracias a la vida por haber nacido en España. Con lo que nos llegamos
a reír, podemos llegar a veces a superar con creces haber nacido en el Caribe,
pongamos por caso, con esos huracanes y esas cosas. Quita, quita. Normalmente es
penoso ver a alguien haciendo el ridículo; pero en otros casos es un verdadero
deleite, aunque breve, eso sí, porque el ridículo de este individuo no nos debe
despistar de lo transcendente. Con que bilis, con que saña, con qué violencia
verbal exigía el otro día Albertito Rivera, al que un paisano mío llama “er
niño los porvo” (el niño de los polvos), al presidente Sánchez, que hiciera pública
su tesis doctoral, pero ya, o se hundía España y hasta el huracán ese tan chungo
de las Filipinas se pasaría por aquí a darnos un meneo. Acto seguido, corrió raudo
y veloz a rectificar su propio curriculum porque en él figuraba que estaba
doctorando cuando en realidad no estaba ni siquiera matriculado para hacer su
tesis. Pero todo esto, evidentemente, no es más que la paja, el forraje. Porque
lo que debería llamarnos a todos a alarmarnos, es el fondo de esta cuestión: si
este es un estado de derecho, como dicen y a tantos se les llena la boca con
esas frases grandilocuentes, que quedan muy bien para enmarcarlas y colgarlas
en el pasillo, porque si sabemos de este asunto de los másteres y todo lo que
ha venido después, ha sido gracias a un trabajo periodístico, por tanto, el
quid de la cuestión es, como decía, que si este es un estado de derecho, ¿dónde
están los mecanismos y resortes que garanticen esos derechos, supuestos, de la ciudadanía?
Es evidente que los alumnos de la URJC no son, ni han sido tratados, de forma
igual, ergo manifiestamente injusta para aquellos que han ido cursando sus
estudios por el sistema tradicional del estudio y del esfuerzo, y otros alumnos,
“por ser vos quien soy y porque os amo sobre todas las cosas”, no han “necesitado”
de esa absurda tradición de estudiar y esforzarse, para obtener un papelito que diga que has
estudiado y los has hecho bien, ergo tienes merecidamente tu titulación.
Por lo demás…un muy fuerte, cálido,
cariñoso y entrañable “visca la mare que ens va parir”, a todos los que
acudimos el pasado día 11 a la Av. Diagonal de Barcelona, volviendo a
demostrar, por octava vez consecutiva, que seguimos ahí, en lucha, enfrentados
a esa monarquía putrefacta e ignominiosa que encabeza la jefatura del estado
español, un estado español igualmente podrido hasta sus cimientos de corruptos,
corrupciones, fascistas de viejo y de nuevo cuño, una iglesia canalla y ladrona
y un sistema político incapaz de afrontar los problemas de la gente mediante
los procedimientos estándares que usan las democracias consolidadas y normalizadas.
Veo, y leo, a muchos que se dicen republicanos del resto de España, que quieren
cambiar las cosas o al menos que cambien; pero que todo lo más se limitan a
poner cuatro cosas en las redes sociales que no suelen ser ni suyas, de su
propia cosecha, y a insultar, eso sí que no falte, con muchos tacos y palabras
malsonantes, a todos los hijos de puta y gilipollas de mierda de los
independentistas esos catalanes, que como buenos burros que son se dejan comer
el tarro por la burguesía y así, cosas por el estilo, cómodamente
repanchingados en sus sofás, claro, a ver si los de Telepizza les traen la república
a casa junto a una piza cuatro quesos y una Coke. Les da igual que uno lleve 17
años como socio de una asociación cultural que tiene 57 años de historia, a
través de la cual uno ha podido seguir la transformación de la sociedad
catalana y el nacimiento de este movimiento a través de las asambleas y
reuniones que organiza Ómnium Cultural por un lado, y la ANC por otro,
asambleas y reuniones en las que todos los socios son muy libres de decir lo
que quieran, exponer, proponer…a veces creo que esos que se dicen republicanos
e insultan tanto a los catalanes, son Trolls que tienen como única finalidad
vomitar todo ese odio que tienen contra Catalunya y que utilizan perfiles
donde, de entrada, ni se les ve la cara, ni se sabe donde viven, ni a que se
dedican, pero sí a que dedican el tiempo libre, son esos Trolls que mienten en
todo; eso sí: tienen muy claro quienes son los más burros en el mundo, en el
que ellos son los Cum Laude de la sapiencia política. Da igual. Nos debe dar
igual. Nosotros, a lo nuestro. Sin un alboroto. Sin broncas ni enfrentamientos
con la policía. Casi que sin tener que recoger un papel de las calles después
de la manifestación masiva, que ha vuelto a demostrar al mundo lo malos y malas
gentes que somos, violentos, terroristas, etc.
La independencia, como concepto político,
apareció por primera vez en la Declaración de Independencia de los EEUU en
respuesta al colonialismo europeo. Después se extendió con las declaraciones de
independencia de los países hispanoamericanos que estaban sometidos al imperio
español. Posteriormente el concepto de independencia se relacionó con el de “no
intervención” y el derecho a la “autodeterminación” de los pueblos. Y en Catalunya
nadie puede discutir que hay una mayoría social que exige ese derecho a la autodeterminación,
una mayoría social que diga lo que diga C´$, PP y P$OE, la pone de manifiesto
la mayoría absoluta del Parlament de Catalunya, que ronda el 80% del hemiciclo
contando con Podem, formación que defiende el derecho al referéndum. Algunos
dicen: no; lo que quieren no es la independencia, sino la secesión. Nosotros
queremos la independencia por la vía pacífica, pactista y dialogante, no una secesión
traumática. ¿Y cuál es la diferencia?: Según la interpretación del término secesión
hecha por el filósofo, investigador y profesor estadounidense Allen Buchanan,
en su clásica obra “Secesión”, este derecho justificaría la secesión, no
consensuada con el resto del Estado, si se acreditase en Cataluña alguna, o
algunas, de las siguientes circunstancias: anexión injusta de su territorio por
parte de España, violaciones flagrantes de derechos humanos fundamentales,
redistribución discriminatoria, continuada y grave de los recursos del Estado
en perjuicio de los catalanes, o vulneración por parte de aquel de sus
obligaciones en relación con el régimen territorial autonómico y su negociación.
Y llegados a este punto, ¿qué anexión más injusta de un territorio, que la ocupación
tras una guerra absolutamente desigual? Solo con los recursos presentados por
el Rajoy a la Ley de Pobreza Energética del Parlament de Catalunya y la de
Sanidad Universal, solo son eso podríamos decir que se han violado derechos
fundamentales de la ciudadanía catalana; pero evidentemente hay muchos más. Y
no hace falta recordar que todo este asunto de la independencia tuvo, como uno
de sus motivaciones primarias, la injusta redistribución discriminatoria,
continuada y grave de los recursos del Estado en perjuicio de Catalunya, baste
recordar el asunto del corredor del mediterráneo y la precaria situación de las
infraestructuras ferroviarias y viarias; amén del sistemático incumplimiento,
por parte del estado español, de muchos de los artículos del propio Estatut, incluidas
resoluciones del TC que daban la razón al Govern de Catalunya que han sido
obviadas sistemáticamente por parte del gobierno de Moncloa.
Vamos a seguir, os guste o no, siendo
ese grano en el culo de esta podrida monarquía, hasta que reviente y salga del
organismo toda esa pus pestilente que lleva acumulando este país durante, sobre
todo, los últimos 80 años. Seguimos de pie, y sin dar un paso atrás.
A más ver
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