Visualicémonos como meros hámster
corriendo en una rueda que gira y gira sin parar al ritmo de nuestros pasos. Tu
no quieres, ni yo claro, verte reducido a eso, como es natural; pero todo queda
reducido a esa clase de existencia dedicada única y exclusivamente a ese mismo
fin: rodar y rodar, en función de la percepción que tenga cada cual de si
mism@. Ah…la percepción…casi me había olvidado de la percepción. Es una de las
armas que utiliza nuestro ego. Y nuestro ego es el motor y el principal
responsable de la mayoría de nuestras pifiadas. Multitud de psicólogos y
psiquiatras califican al ego como uno de nuestros mayores enemigos, y está
dentro de cada uno de nosotros, no es un mal vecino ni un delincuente que venga
a robarte nada; aunque puede dejarte, desde dentro de ti mismo y haciéndote
creer que eres tu mismo, sin alma, desnudo, deshecho, inservible para los
restos. Es un canalla de marca mayor que juega contigo y te hace ver, oír, a
veces hasta incluso oler y por supuesto pensar y sentir, lo que él desea, no
tú. Es un tema enrevesado y complejo del que, para profundizar en él debería
escribir también sobre la teoría freudiana del Yo, el Ello y el Superyó. No os
voy a aburrir hasta ese extremo, tranquilos. Baste decir que huyáis de él, que
no le escuchéis, porque se apoderará de vosotros y os convertirá en un pelele a
su servicio. Dicho esto, dejar de veros ya como un hámster, leches. Aunque en
el fondo tengas la consciencia plena de que tu vida ha sido estructurada para
ser justamente como es y no de otra manera, por elementos ajenos a tu voluntad
y/o situaciones que no pudiste controlar, aunque sea así, siempre tienes tu
libre albedrio, que es justamente lo que te diría el sistema, para que te lo
creas y sigas formando parte de su circo. La falacia más grande resumida en una
sola palabra que ha inventado la humanidad se llama libertad. No hay libertad
para nada, es mentira, solo te sueltan la cuerda un poco, si te portas bien; y
eso es todo. Antes si no tenias un titulo universitario no eras prácticamente nadie;
hoy aunque tengas varios lo difícil es que seas alguien. Y si no eres alguien
¿qué eres? ¿Qué demonios has venido a hacer aquí? Lo más importante que podemos
hacer en nuestra vida es lo que quede de nosotros cuando ya no estemos, nuestro
legado, eso es lo más importante de todo. Eso es lo que nos transmitimos,
generación tras generación, y lo que nos ha permitido evolucionar desde que el
primer mono se puso de pie.
He conocido a muchos charlatanes que van pregonando
por la vida su sapiencia y que, en la trastienda, lloran su fracaso como aquel
payaso al que cantaba Bambino que, en medio de la noche, se perdía en la penumbra con sus
risas y sus llantos. Y vuelven al día siguiente, incombustibles, con más
lecciones, con más cuentos, con más instrucciones… vosotros los reconocéis por
el sobrenombre de neoliberales hoy en día, pero son más antiguos que el dormir
porque se ha escrito y hablado de ellos desde hace siglos, desde que el hombre
es hombre y la avaricia, avaricia, como al miserable se le conoce por miserable.
Crecen y se multiplican exponencialmente, y últimamente se les oye demasiado,
sobre todo a la hora de disponer sobre las vidas ajenas que viven una situación
de máxima precariedad o bajo el riesgo de perderla. Los nombres propios que me
inspiran esta última reflexión…son los que son. Son esos que porque son unos
fervorosos creyentes de su fe se creen a salvo de todo, cuando sus actuaciones
no pasan de ser las propias de los rateros, de los matones, de los criminales,
ladrones y asesinos. Me estoy refiriendo a los judíos de eso que se conoce como
el estado de Israel. Me estoy refiriendo a Trump, que acaba de cortar el
suministro de ayuda a Gaza y Cisjordania, una ayuda de unos mil millones de dólares,
que contrasta con los 4 mil millones que EEUU brinda como ayuda militar a los judíos
y que, evidentemente, va a seguir ofreciéndoles a sus “amigos” de Tel Aviv. Una
nueva vuelta de tuerca contra un pueblo al que primero se le despojó de su
propio país, porque la vergüenza internacional tras la segunda guerra mundial
llevó a alguien a considerar que se merecían tener los judíos su propio país,
aun y a costa de echar a otros de su territorio. Aun y a riesgo de que alguien
me considere antisemita, cosa que personalmente me la trae bastante floja
porque no solo soy antisemita, sino que soy anti todas las religiones del
mundo, hay que decir que los gobiernos de Israel han estado violando sistemáticamente
todas las resoluciones de la ONU que les ha convenido pasarse por el forro,
mete en la cárcel a niños por tirar piedras a sus soldados, cuando no los matan
directamente, y han cometido toda suerte de abusos y tropelías contra un
enemigo, en todo caso, mucho más débil militar y financieramente que Israel,
que actúa como un Goliat cualquiera pisoteando y abusando del más débil cuando
y cuanto le apetece, ante la inacción, la hipocresía y el cinismo de la
comunidad internacional que siempre, indefectiblemente, les deja hacer sin tomar
medidas contra quienes violan las resoluciones de la ONU. Claro que, te dirás,
la ONU realmente no sirve para nada, porque quien sostiene la ONU es justamente
EEUU, sin cuya aportación económica no podría mantenerse en pie, lo que
propicia que tanto estos como en este caso sus amigos judíos pueden restregarse
las resoluciones de la ONU por sus partes pudendas, que aquí no pasa nada. Si hay
alguna irregularidad en la administración de esos fondos para los refugiados
palestinos, que se revisen los protocolos y se actúe contra los responsables, nunca
y en ningún caso cortando el suministro de ayuda a toda la población que, en
cualquier caso, son doblemente castigados: primero por la mala administración de
esos fondos y después con la radical retirada de estos. ¿Y cual ha sido la
respuesta internacional ante esta nueva agresión a los refugiados palestinos?:
una nota de prensa en la que anuncian que algunos estados, incluida la Unión
Europea, iniciarán una recaudación de fondos para obtener los cerca de mil
millones que va a dejar de aportar EEUU. Y eso es todo; hasta la próxima canallada.
Y mientras el mundo se cuece en su propio
hervor a fuego lento, nosotros desde nuestros cómodos sofás vemos la vida pasar
sufriendo horrores por cosas mundanas, preocupándonos hasta lo indecible por
trivialidades y desviviéndonos inútilmente por asuntos ajenos, de vergüenzas y
de ridículos de extraños: que mira lo que ha dicho fulanita…y lo que le ha
contestado menganita ¿qué? Pues anda como le ha crecido la papada a zutanita…hasta
que nos muramos en la más absoluta indigencia mental.
Tened, eso sí, fe. No sé en qué, eso ya
es cosa vuestra, pero tenerla en algo que no sea ajeno a cada uno, porque como
bien sabéis aquello del cielo y el infierno formaba parte de un cuento para
niños, como bien reconocieron sus propios autores recientemente. Yo confío en
que si me tengo que reencarnar en mi próxima vida me pido ser un águila real,
para volar y volar…debe ser reminiscencias del parapente, de los globos y
aviones en los que he volado; pero es que es algo tan único que bien merece
toda una vida, volar…uno, que es un irremediable soñador.
A más ver
Los palestinos también son semitas por lo que si eres pro palestino no eres antisemita.
ResponderEliminar