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sábado, 1 de septiembre de 2018

DESEOS Y REALIDADES



¿Realmente podemos aseverar que España es un estado fascista? Tenemos esa cosa que dicen que es democracia, porque votamos una vez cada cuatro años y, se presupone, eso nos da la potestad y la soberanía sobre el gobierno de la nación, ergo somos los soberanos del país. Pero eso son palabras, muy bonitas, si fuesen del todo ciertas; pero inverosímiles a tenor de lo que vemos, comprobamos y padecemos, día sí y día también, porque democracia no es limitarnos a votar una vez cada 4 años. Los problemas de credibilidad democrática que padecemos hoy son consecuencia de no habernos “purgado” del fascismo después de 40 años de Régimen. Son consecuencia de haberlos dejado que siguieran gobernando en los cuarteles, de haberlos dejado seguir mangoneando en la administración, de no sacar los crucifijos y la religión de las aulas (en Islandia recientemente se ha aprobado una ley que penaliza aleccionar en cualquier tipo de religión a los menores de 21 años…y no se lo ha tragado el mar al país, a pesar de ser una isla) son consecuencia de que aquí se estableció un sistema de elecciones que favorecían un bipartidismo, más al servicio de la preservación de las ventajas, beneficios y prerrogativas de las que disfrutaban los prohombres hechos bajo el cobijo del régimen fascista, que al servicio del pueblo y de la implementación de una auténtica democracia. Ahora, con la perspectiva que solo nos puede dar el tiempo trascurrido, podemos asegurar que aquel socialismo de Felipe el hermoso era pura patochada, era un socialismo o bien cagadito de miedo o al servicio de la vieja guardia del régimen de Franco, porque y como se está poniendo de manifiesto en las últimas semanas, ni siquiera fue capaz de sacar a Franco del Valle de los Caídos, ni fue capaz, ni aquel socialismo ni este de hoy tampoco, de sacar la religión de las escuelas como no es capaz de denunciar el Concordato con el estado del Vaticano por inconstitucional. Yo tengo 56 años. No son ni muchos ni pocos: son los que son. La edad perfecta y en el país perfecto para que los mayores te digan que tienes aun muchas cosas que aprender, y los menores te digan que no te enteras de nada. Pero a lo largo de mi vida no recuerdo haber leído, ni oído, que fuese noticia el que en uno de nuestros países vecinos europeos y democráticos, se condenara a 3 años de cárcel por cantar una canción. En ninguno. De hecho, sigo esperando a ver cuando se enteran nuestros socios europeos y elaboran, en cada país de la UE, una Ley Mordaza como la nuestra, para que los pobres puedan estar a nuestra altura y no den muestras de padecer un sistema democrático tan endeble. Evidentemente que la Ley Mordaza española no nació como fruto de las reformas estructurales que necesitaba el país para salir de la crisis económica. Salió de lo más hondo de esas almas negras y llenas de odio, que ni saben lo que es ni quieren una democracia sana, porque les priva más el instinto y el carácter represor y represivo que preserve las figuras afines al régimen, sobre todo, de toda crítica que ponga en entredicho incluso algo tan inmaculado como la corona. Recientemente el Tribunal Europeo absolvió a unos jóvenes que quemaron una foto del rey; y es más: en su sentencia el tribunal dejó bien claro que un servidor público, incluido el jefe del estado, en tanto que servidor publico está expuesto, porque va con el cargo, a la crítica, y que la quema de una foto es un acto legitimo de protesta contra la figura del jefe del estado, con el que no se tiene porque estar de acuerdo ni tiene porque gustarle a todo el mundo. Estos últimos días, concretamente el 17-A y con motivo de la conmemoración del primer aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils, en la Plaza de Catalunya de Barcelona se exhibió una pancarta en lo alto de un edificio metiéndose con el rey. Pues nada: la derecha cavernícola ya ha dicho que interpondrán una denuncia contra los autores, a pesar de lo que dictó el tribunal europeo que juzgó el caso de los que quemaron la foto del monarca y lo que dictó sobre las críticas a la jefatura del estado. Da igual. Y da igual porque uno se teme que lo que les ocupa, más que la espera de un fallo favorable, es aumentar el nivel de crispación y mantener viva la llama de aquellas dos Españas que, se diga lo que se diga, yo no tengo consciencia de que hayan desaparecido jamás, desde que vine al mundo en la Plaza San Marcos de Sevilla, hace 56 años.   
                                                           

Debo haber entrado a formar parte de alguna especie de lista negra de alguien, porque como veis últimamente me eliminan las publicaciones alegando que son spam o que alguien me ha denunciado porque mis publicaciones les resultan ofensivas. Y un amigo se preguntaba porque siempre ocurre esto a los del mismo bando y no al revés. Y la respuesta es bien simple: yo, por ejemplo, a pesar de que muchas de las cosas que he leído y visto en la red me han resultado ofensivas, no denuncio a nadie porque entiendo que eso forma parte de su libertad de expresión y, en cualquier caso, si algo o alguien no me gusta, con no volver a leerlo tengo bastante, hasta ahí llega mi problema. Los del otro bando, no. Los del otro bando quieren que te calles, que no te manifiestes, que ni respires, si hace falta, porque les ofendes con lo que dices y la democracia, para esa gente, no es que tú puedas expresarte, sino que no les ofendas y que ellos sí que puedan ofenderte porque forma parte de su libertad de expresión. Lo estamos viendo con el ejemplo también de los lazos amarillos en Catalunya: unos quieren hacer una manifestación publica de una protesta, y los otros no quieren que se haga esa manifestación publica de protesta, hasta el punto de que Pablo Casado, en una nueva demostración más de cómo nos enseña el PP lo que es la democracia, ya ha tildado a los lazos amarillos de antidemocráticos y de ser una ofensa contra nuestra democracia. Y entono el mea culpa. Sí: desde aquí, ahora, quiero entonar el mea culpa como socio que soy de Ómnium Cultural, como sabéis una de las dos asociaciones catalanas que han puesto en pie de guerra a más de dos millones de catalanes en defensa de su derecho a la autodeterminación, porque soy parte del problema creado como consecuencia de nuestras justificadas reivindicaciones. Y soy culpable porque yo, como el resto de los socios de la ANC y Ómnium, hemos provocado todo esto basándonos en la absurda creencia de que España estaba preparada para ese nivel de democracia; y es obvio, hoy lo sabemos con absoluta certeza; eso sí:  después de vivir el 1-O y del encarcelamiento de todo el Govern de la Generalitat bajo la acusación falaz de rebelión, acusación que no se sostiene más allá de los Pirineos, donde las democracias sí son democracias, donde no hay presos políticos ni se encierra a la gente en la cárcel por cantar una canción por lo que, y entre otras cosas, si de algo ha servido todo esto, es para corroborar que Catalunya no solo está situada geográficamente más cerca de Europa, sino que también lo está política y socialmente. Aquí no basta, por lo visto, con que Europa nos diga, desde hace años, que nuestro sistema judicial es de vergüenza, más concreta y exactamente, uno de los pilares en los que se sustenta la salud de toda democracia: en la implementación de una real y efectiva separación de poderes entre el poder ejecutivo y el poder legislativo, del poder judicial. Sin esa separación, real y efectiva, no nos diferenciamos mucho de esas llamadas republicas bananeras que tratamos por aquí de forma tan despectiva. Pero no pretenderéis que nos pongamos a mandar a sus casas a tanto facha con toga como deambulan por los tribunales, porque ellos son los garantes de la conservación de las más puras esencias de la caspa, el oxido y el detritus fascistoide y, naturalmente, sus colegas del ejecutivo y del legislativo, saben que pueden siempre recurrir a ellos para que les saquen las castañas del fuego, por y para eso se mantiene el sistema de elección de los miembros de los altos tribunales, aun y a pesar de haber sido advertidos por Europa que, así, nuestra independencia judicial está en la lista por debajo de países como Arabia Saudí, que tanto nos gusta criticar para según que cosas, con toda razón.
                                                            

Salid y gozad, que os quedan dos telediarios. No permitáis que el primer cantamañanas que pase por vuestro lado os amargue el día. Confiad más en vuestro instinto que en vuestra inteligencia, rebañad bien el plato y no contéis los días: haced que los días cuenten. Yo ya cuento las horas que me quedan como hombre libre, antes de volver a la esclavitud de la oficina, los horarios, fichar, las EDD (Entrevistas De Desarrollo), los plastas que siempre coinciden contigo en la máquina del café…I´m sorry, people. Estooo… I did not ask to be so stupid, but I think I have no solution. Je. Asereje. Dejé. Y sed buen@s; pero no todo el rato, que es aburrido y de un muermo que te mueres.

A más ver        

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