CAMISA BLANCA DE TU ESPERANZA

Daros cuenta de la clase de política que se hace en este país, y de la catadura moral de los políticos que urden y maquinan contra sus rivales políticos con todas las malas artes del mundo: el video de la Cristina Cifuentes llevándose aquellas dos cremas del super, ya obraban en poder de alguien que se lo reservó para sacarlo a la luz cuando le convino políticamente decapitar a la chori mangürrina aquella. Otro tanto se puede decir de la Alicia Sánchez Camacho y las grabaciones en el restaurant La Camarga de su comida con su amiga, la por entonces pareja de uno de los vástagos de Jordi Pujol, el tal Oriol Pujol, llamado un día a aspirar a ser el heredero político de su padre; pero que acabó defenestrado e imputado por el caso de las ITV. Dicha grabación obró en poder de la tal Alicia durante algún tiempo, hasta que finalmente las sacó a la luz porque el Jordi Pujol se había manifestado ya públicamente a favor de la independencia de Catalunya y la guerra estaba servida. Todos los males de los Pujol, curiosamente, sobrevinieron tras la declaración del patriarca a favor de la independencia y la república en Catalunya. Hasta entonces, lo dejaron tranquilo y, a la sazón, cayó en barrena. No obstante acabar definitivamente con Jordi Pujol, si es que se atreven, no va a salirle gratis a más de uno. Lo que pueda saber este, y de quien lo sepa, es lo único que explica que a estas horas tanto él como su esposa sigan en libertad. Y no, evidentemente que no es una cosa meritoria por parte del susodicho: es vomitivo todo el asunto, de pies a cabeza, y habla tan mal del que custodia los secretos, como de aquellos que los temen. Estoy en las antípodas de sentir el más leve resquicio de simpatía por estos personajes corruptos y deleznables, que han hecho de la rapiña un sistema de vida que, como todos los gilipollas, se creían que era para siempre, como los ladrones que se creen que nunca los van a pillar y no saben poner fin a sus actividades, y todo porque han salido bien parados después de un par de atracos.

                                                             

                                                           

Ayer mismo esperaba yo que la ministra Delgado dimitiera, pero parece que no lo va a hacer porque en el seno de Ferraz se ha instalado la idea de que otra dimisión más no sería soportable y podría forzar al presidente a convocar elecciones, ahora que es cuando menos les conviene. Está bien traída la excusa, porque además queda muy patriótico todo, de que el gobierno no va a ceder a los chantajes de un corrupto. Es…idílico, cuasi que hasta romántico. Pero señor presidente Chanche, no sabemos en que ha consistido el chantaje del corrupto Villarejo; aunque lo podemos imaginar. No es tanto salir de la cárcel, que también, como el que pueda volver a tener acceso a una serie de cuentas bancarias que tiene el individuo por ahí, con un montón de pasta. Y por otro lado, señor Chanche, independientemente de la repulsa que merece todo corrupto y todo eso, hemos oído a la señora ministra hacer unas acusaciones muy graves contra jueces y fiscales del Tribunal Supremo, entre otros, y consiguientemente la pregunta es obligada, tan obligada que en un estado de derecho, no se puede pasar pagina tan alegremente, como si no hubiera pasado nada. De momento el alcalde de Cartagena de Indias, Colombia, ya ha pedido que se extradite a los individuos acusados por la ministra de tener relaciones con menores. ¿Va a colaborar el gobierno y la justicia española para llegar al total esclarecimiento de los hechos?: no parece. Y no parece porque desde la judicatura se acusa a la ministra de querer mancillar la imagen de la justicia española. Me rio…por no coger la metralleta. Los señores jueces y fiscales se bastan ellos solitos para mancillar esa imagen de la justicia española, como ha quedado patente y de forma harto manifiesta, con motivo del procesamiento de los Jordis, del Govern de la Generalitat y su judicialización a nivel internacional. Por no ponernos ahora a relatar la ingente cantidad de casos en los que las sentencias judiciales no guardan mucha relación con el mundo real que vivimos, que parecen sacadas de tiempos pretéritos, por no decir fascistas y/o paterno-machistas, habida cuenta del articulado del código penal, ya que en muchos de sus artículos podríamos encontrar telarañas de hace más de un siglo. No en vano, antes de que se produjera la noticia de las grabaciones que nos ocupa, bastante antes, ya estaba este país recibiendo advertencias de la Unión Europea acerca de la poca credibilidad que les ofrece nuestro sistema judicial en lo relativo al tan traído y llevado asunto de la separación de poderes, entre el legislativo y el ejecutivo, en su relación con el poder judicial. Casado, Pablito, se ha visto recientemente beneficiado porque fue su partido quien nombró a los jueces del TS que han tenido que decidir si se actuaba penalmente contra él por el asunto del máster. Si tienes la sensación de que se te están riendo en tu cara, es porque lo están haciendo. De hecho, no han dejado de hacerlo desde hace décadas, cuando podían aplicarte la ley de vagos y maleantes, por ejemplo, no porque lo fueras necesariamente, sino por ser un hombre de ademanes descuidados, o porque le caías mal a alguien afecto al régimen si sospechaba que eras rojillo y te denunciaba, fruslerías de ese tipo. Que hay no uno, sino una cantidad ingente de magistrados, fiscales y por supuesto como debe de haber abogados, que por ideología, mala praxis o una vida personal muy poco edificante y ejemplar, denigran la imagen de la justicia, es un hecho probado en múltiples casos. ¿Por qué? Porque la corrupción, más que estructural es estructurante, como dije recientemente, lo que significa, ni más ni menos, que la actual composición de las estructuras e instituciones del estado, necesitan de esas dosis de corrupción para seguir funcionando y, por consiguiente, si quieres formar parte de esas estructuras y/o instituciones, que sepas que tarde o temprano acabaras pringando, pringado, o serás un marginal en el escalafón funcionarial y no progresaras nunca. Así de bien están las cosas. Si quieres que alguien te de una versión peor, sigue buscando. Yo soy de lo más optimista, como ya ves.

                                                             

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