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domingo, 22 de octubre de 2017

EL MARTIRIO





Con tanta gente como hay a estas horas dudando de la legalidad de las medidas adoptadas ayer por Rajoy contra el Govern de la Generalitat, y de hecho de la legalidad de otras medidas adoptadas por jueces a quienes no compete, tal y como señaló ayer el juez Baltasar Garzón, la acusación por Sedición no es competencia de la Audiencia Nacional, sino del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, empezamos una semana…de aúpa. De las que van a hacer pupa. Más allá de las emociones vividas en la manifestación en Barcelona en la tarde de ayer (algún día añoraremos estos coros de Els´Segadors) y de que esas concentraciones recargan pilas de cara a la batalla que se vislumbra en lontananza, la cosa se anima por momentos. Con un PSC en plena auto voladura por mor de la traición de Pedro; un PSC, recordemos, que fue su principal valedor y defensor en sus disputas con Susana y al que ha dejado expuesto bajo los caballos tras la negativa del PSC al 155,  que amenaza con romper el pacto con Ada en el ayuntamiento que le permite gobernar la alcaldía en coalición con Podem(Puigdemont apuesta por Ada y esta se deja querer, si se decide prescindir del PSC en el Ayuntamiento) entre otras, ya se empiezan a dar las primeras muestras de rebeldía con la dimisión de Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, de su cargo en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y varias cartas de protesta de varios alcaldes más socialistas que pueden seguirle.

Es una verdadera lástima que no veáis en el resto de España TV3. Anoche entrevistaron a John Carlin, aquel periodista inglés del que se ha desprendido El País por sus artículos contrarios a la línea editorial y crítico con Rajoy, después de que el periodista se declarase abiertamente anti independentista. De entre las muchas cosas que dijo, yo me quedo con esa imagen que tienen los políticos conservadores ingleses, que le han confesado a John Carlin, después de ver a nuestros políticos del PP rondando por Europa concediendo entrevistas para hablar de Catalunya, que los nuestros parecen políticos sacados de los años 50, con todas esas rémoras mentales de aquellos tiempos y hasta en las poses, tonos de voz y obcecación, les transportan a los flemáticos anglosajones a algo ya antiguo.

Pero la atención, obviamente, debemos centrarla en lo que va a ocurrir en los próximos días. El miércoles hay prevista una sesión en el Parlament de Catalunya a petición de Puigdemont, en la que, esta vez parece que sí que va a ser así, hará la DUI, se registrará en el diario oficial del Parlament y Catalunya se constituirá, quien sabe por cuánto tiempo, como República independiente de forma oficial acabando, este punto del relato, con la conclusión de que antes fue el represor 155, que la DUI. A todos se nos ha explicado por activa y por pasiva que el 155 sería consecuencia de la DUI; pues no. Ha sido al revés porque así lo han querido en Moncloa; ahora viene la DUI. ¿Qué cambia eso? Mucho. Darse, por ejemplo, este escenario: Puigdemont será acusado de rebeldía, por lo que se supone que se decretará su arresto y el de los miembros de su gobierno que le secunden, y las fuerzas del orden deberán cumplir con su misión. El Govern se opondrá, la gente rodeará los edificios donde se atrincheren; y ya veremos por donde salta la liebre. Les da la fuerza moral a los políticos catalanes, una vez declarada la República y como representantes políticos encargados de las instituciones catalanas, para oponerse a ser desalojados de sus despachos y apartados de sus cargos, ya que no pueden reconocer la autoridad española toda vez que Catalunya sería una república independiente. La gente va a rodear, como digo; vamos a rodear los edificios para impedir, de forma pacífica, que el golpista Rajoy eche a nuestros cargos electos, para que él, que tiene una representación en Catalunya pírrica, nos imponga un gobierno que no ha sido elegido democráticamente y, encima, tenga la desfachatez de decir que no se ha suspendido el autogobierno de Catalunya. Gilipollas: auto gobierno será si me lo nombro yo; si me lo nombras tú, será tu gobierno, nunca mi auto gobierno.

La cuestión es: ¿volverá Rajoy a hacer uso de la fuerza para detener a los rebeldes o invadir, por ejemplo, TV3 y echar al director y periodistas; o se limitará a cortar la señal asegurando así el bienestar, la paz y la concordia de todos los catalanes? Ellos que controlan todos los medios, evidentemente que tienen no solo envidia, sino odio hacia TV3 a la que acusan, que ya hay que ser sinvergüenzas viniendo de quien controla los medios, de sectaria. Según se desprende de lo dicho por Rajoy, en principio la intención de Moncloa es hacerse cargo de las principales carteras del Govern catalán desde los propios ministerios afectados, lo que en teoría nos debería evitar a todos ver imágenes de policías asaltando a golpe de porras, pelotazos y gases pimienta, edificios. En teoría. Quizá a Rajoy le parezca conveniente a su causa, más imágenes de abuelas apaleadas que rodearán los edificios junto a sus hijos y nietos, para que el mundo conozca la dimensión y concepción que algunos tienen por aquí de democracia y estado de derecho, contra una ciudadanía pacifica. Aquí la única violencia ha provenido del ministerio del interior. Pero ya no nos extraña ni sorprende nada; tampoco esperamos obviamente nada bueno de esos facinerosos desfasados. Aquí nadie se mete ni con España ni mucho menos los españoles, sino contra aquellos que ostentan el poder, que se sacaron de la chistera este putrefacto Régimen del 78 que agoniza en manos de los más podridos del lugar, para mayor gloria, control y beneficio de las clases elitistas y en el poder del tardo franquismo, también llamado franquismo desarrollista (aquello de la segunda etapa del franquismo y su “milagro económico español” de la época: pantanos, transportes, turismo, etc.) Todo ese pozo franquista que rezuma tanto odio como ignorancia hacia quienes ni conocen ni quieren conocer porque se sienten superiores, acaba derivando siempre en las continuadas faltas de respeto de Moncloa hacia, en este caso, Catalunya, como en otros lo ha sido el País Vasco o aquellos territorios que se han opuesto, de una forma u otra, a esa golpista casta, casposa, corrupta como ninguna otra y franquista, que cuando le viene bien suelta a sus perros del aguilucho a hacer daño sin que les pase nada ni declararlos inconstitucionales: al contrario: subvenciona toros y a la fundación del generalísimo y no hay dinero para proteger a las víctimas de la violencia de género, por ejemplo.   

Vamos a dar guerra. De eso no os quepa duda. Estamos aquí para eso. Y a mi…personalmente, esto me pone palote. No estoy físicamente como quisiera, obviamente, pero estoy listo para formar parte de la resistencia pacífica ante esa pandilla, que encima se erigen en defensores de la honestidad.

Niño ¿qué hay en el polvorín, que nos vamos a la guerra?

¡Viva la República!  <(*-*)>  ¿y a este qué le ha dado, tan temprano?

A más ver



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