Este link que os pego a continuación
es la enésima constatación de dónde y cómo estamos, nuestro retrato como país
queda reflejado en las represalias que ha sufrido este periodista, John Carlin,
a quien confieso haber leído en más de una columna de deportes y política y que
me sorprendió siempre gratamente por su objetividad, equidistancia y su prosa
tan particular anglo-hispana. Por escribir este artículo en…claro: El País, ha
sido censurado y se le niega su colaboración en las columnas habituales que
escribía, porque se ha apartado de la línea editorial; esto es: ha criticado al
gobierno de Rajoy en el conflicto catalán y su arrogancia, su falta de respeto
y su inmovilismo. Y lo ha hecho después de dejar muy claro que a él,
personalmente, no le gusta ni un pelo el tema nacionalismos y nacionalistas; y
de no ver más que problemas para todos tras el conflicto catalán, si este no se
resuelve vía referéndum, en el que el pueblo catalán vote su independencia. Eso
no se dice, John. No en España. En esa España de postal para turistas sí; ahí
puedes decir lo que quieras: en la real, ya ves que no. En la que sale un
pueblo a arengar a sus fuerzas de seguridad, contra su propio pueblo, al que
dice querer tanto que no le deja marchar pero que destila inquina por los
cuatro costados. En esta España, hay cosas que, ahora, sabes que no se deben
decir. Cogen la pataleta, mira tú. No sabías que estabas en España. Ahora eres más consciente de qué clase de conflicto con nosotros mismos nos acompaña desde tiempo
inmemorial: la catetez política, madre del fascismo congénito de muchos de esos
españoles, desbocado en tiempos extremos en los que se toman medidas extremas
contra la gente que reacciona, a su vez y como es obvio, de forma tan extrema
que es capaz de defender con su cuerpo su derecho a votar. Porque el fascismo
en España no desapareció con la democracia como, ilusa e infantilmente, muchos
quisieron y tanto quieren creerse, que hasta viven creyéndoselo aun; tan solo
se acomodó, se disfrazó y abrazó los nuevos tiempos desde las más altas
instancias del poder en el país: empresas, banca, política, cuerpos de
seguridad, crearon nuevas empresas para copar y controlar el cotarro y que
nadie se enviciara, que ya lo seguían haciendo ellos: corrupción política de
saqueo y tente tieso, chanchullos chanchulleros en los cuarteles de padre y muy
señor mío denunciados, con las correspondientes represalias contra los
denunciantes, perlado de ayudas a fundaciones franquistas, el nepotismo
convertido en el pan de cada día, el timo, el fraude generalizado, la
estulticia secular de los borregos que se tragan lo que les echen y los vuelven
a votar, quizá también en parte porque votan lo que ellos también harían si
pudieran, y que forman parte de nuestra fauna que, presume por demás, ser más
autóctona, patriota y con más cojones que nadie.
Claro que hay buenas gentes; y
muchas. Y muchas muy validas. Pero ante esta situación generalizada de a un
hervor del total descontrol, a esas gentes las veo espantadas, asustadas,
alarmadas, asqueadas muchas de ellas, dolidas, apesadumbradas, tristes,
apocadas, deprimidas, desubicadas o por querer desubicarse, mustias, como la
propia alma del país.
Mucho antes de que el conflicto
catalán estallara en los morros de todos nosotros con esta virulencia, cuando
lo que nos copaba y ocupaba era la corrupción política, los escándalos diarios
en Marbella, el levante, Madrid, Andalucía, Valencia, Catalunya, y así casi
cada pueblo y rincón de todo el país, era susceptible de haber sufrido el
saqueo de sus arcas públicas por una pandilla de rateros, a los que se volvían
a votar por que al menos eran “sus rateros”, en esos tiempos de escándalos
judiciales que acompañaban a los políticos para aderezo del menú diario, yo ya
me preguntaba, y os preguntaba, qué más nos tenían que hacer para que
espabiláramos (os pego el link que me enrollo yo solo, se me va la olla y
endespué no macuerdo: https://elpais.com/elpais/2017/09/10/opinion/1505057260_026217.html ). El día que todos veáis que el conflicto catalán es una consecuencia
más del grado y nivel de corrupción política que nos tensa y amenaza con
romperlo todo, tendréis una visión más completa del mal que hace la mafia y del
por qué no hay que tenerles simpatía ni colaborar con ella: son los amos de eso
a lo que quieren que juguemos y que lo llaman aquí democracia.
Hay como una ola que pretende
reconducir la situación para culpabilizar de todo al independentismo catalán, como
Zapatero ya no está…obviando una cosa fundamental: es una reacción de abajo
hacia arriba ante una acción que, los que han reaccionado, lo han hecho por
dignidad ante el enésimo oprobio. Alguno, y alguna, es probable, sí, que quizá
no recuerde muy bien o nunca haya sabido qué es eso de la dignidad por mucho
que se ofusque con un servidor. Pero esa realidad, que es inherente por su
naturaleza a la magnificencia que ha alcanzado el conflicto por mor de todo el
independentismo prefabricado en Moncloa, desde Moncloa, para beneficio de
Moncloa, ahora quiere taparse empezando el relato desde el tercer cuarto. El
cómo y el por qué empezó todo esto hay muchos esforzados en que se obvie, que
sea irrelevante, que no venga al caso porque es que claro, se han saltado las
leyes; ¿y eso quien lo dice?: pues mire usted, esos que las hacen a su modo,
colocan para controlar el tema a sus amigotes y ellos mismos las violan, como
llevan violándolas, robando desde el primer día que pudieron hacerlo. Quisieron
hacerse ricos muy ricos, a nuestra costa claro, de quien iba a ser, y codearse
con otros ricos muy ricos en los sitios a donde van esos ricos, sobre todo si
son paraísos fiscales donde puedan ir a tomar una copichuela, que queda muy
cool coger el avión y darse un volteo por esos lares. Mientras, a todo esto,
tanto el poder judicial, como las organizaciones de jueces y fiscales, estos
por distintos motivos que más tienen que ver con el corporativismo que
cuestiones políticas del primero, se niegan a investigar las extralimitaciones
el día del referéndum catalán, obvias y transparentes de la PN y GC en algunos
casos como ha podido comprobar todo el mundo; y todo el mundo es literal y ahí
están las portadas de los diarios el 2-0 de toda la prensa mundial. Se van
sumando en Europa más voces que critican abiertamente la actitud de Rajoy y,
tras las amables palabras de Juncker, hay una seria advertencia a Rajoy: no
estás a la altura de estos negocios, de nuestros negocios: los europeos, y me
vas a desmadrar el gallinero. Pero Juncker aun no sabe, como Carlin no sabía,
que esto es España, donde antes, ahora y siempre, Europa va a acabar en los
pirineos porque, sino, dejaríamos de ser nosotros mismos.
¿A dónde vamos? : tenemos a dos
responsables presos de sí mismos y del destino que les depare este embrollo, en
el que si ha habido una constante desde el primero día, no es otro que el
nombre de Mariano Rajoy. Lo hemos visto tantas veces sentado apaciblemente
viendo a sus adversarios pasar, convertidos en cadáveres políticos, que hasta
alguno le describió eso con una gran virtud política solo al alcance de los
grandes estadistas. José Maria García, el butanito como le conocíamos algunos,
dice de Rajoy que es el tío más vago de España. No conozco con tanta
profundidad al personaje, pero siendo todo lo objetivo que puedo en este caso
tan particular, con esos antecedentes de inmovilismo natural suyo propio, pues
hombre, muy activo, activo, lo que se dice activo, no parece mucho. Y ponlo
delante de una cámara y quítale los papeles; veras de la que es capaz de liarte
él solito: ya lo hace con su propia letra, que no la entiende ni él mismo.
En serio: ¿del 1 al 10 que puntos le
daríais a Rajoy como político con credibilidad y autoridad moral, para
enseñarnos lo que está bien y lo que está mal? Ni es pregunta de examen ni
necesito vuestra respuesta. La respuesta la necesitáis vosotros; quienes aun no
la tengáis. Si de verdad esperáis que esto lo arregle este tío, es que sois más
cachondos que lo que ni yo podía imaginar que seriáis. Me descubro,
sinceramente. Pero la política, y con ella los políticos, hay que observarlos
siempre con escepticismo, con incredulidad y exigencia. Más que ellos, lo que
nos condena irremediablemente siempre ha sido, es y será nuestra apatía,
nuestro pasotismo, apalanque, huida…a ninguna parte.
Y ahí tenéis, todos aquellos que han
sostenido que todo esto era un montaje de la burguesía catalana, que nos habían
sorbido la sesera y no sé cuantas chuminadas más por el estilo, como quiere
salir por pies esa burguesía por la boca de ese que ni ha sido ni es
independentista en su vida y que responde al oportunista nombre de Artur Mas. Cuando
un organismo está enfermo, y es obvio que el estado español lo está en tanto y
cuanto hay una zona afectada, es posible que esa enfermedad no te mate por sí
misma; pero abre la veda a enfermedades y contagios oportunistas que sí pueden
hacerlo. Afortunadamente, suelen menospreciar la fuerza de quienes no los
necesitan a ellos para nada, porque sin ellos empezó todo.
The people do not want leeches. 🐍
A más ver
No hay comentarios:
Publicar un comentario