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domingo, 29 de octubre de 2017

HACER HISTORIA




Tenemos la atención el mundo puesta en nosotros. Soy plenamente consciente de las dificultades que vamos a tener que atravesar hasta la consolidación de este anhelo y voluntad del colectivo que se ha puesto en marcha. Pero hay una premisa fundamental, vital, que tenemos que tener clara y cristalina: no somos violentos; que lo sean ellos. Lo hemos demostrado y lo vamos a seguir demostrando, como lo hemos hecho hasta ahora, de forma tan ejemplar a lo largo de los últimos años. Nuestra fuerza es la unión en la consolidación de ese objetivo que nos hemos propuesto. Porque toda la ley que pretendan rebuscar, retorcer o inclusive violar su propia constitución española para usarla contra nuestro autogobierno, todas las declaraciones europeas y mundiales; toda la maquinaria de intoxicación, falsedades, amenazas de futuros apocalípticos y, repito: todo cuanto quieran ponernos como obstáculo, todo, depende al final de nosotros irlos superándolos. Solo hay un camino para ello. Uno solo. De ese camino, depende todo. En los próximos días y tal como ha señalado Oriol Junqueras en una carta en el El Punt Avui, vamos a discutir las próximas acciones y es posible que se tomen algunas medidas que no contente a algunos, que puedan parecer desconcertantes; pero que estarán en todo momento encaminadas hacia la reafirmación de nuestra voluntad libre y democrática. Hasta donde uno sabe, hoy Catalunya se despierta como república independiente del estado español. Nace una república y nace a flor de piel, desnuda de apoyos pero con la incontestable fuerza y vitalidad que representa una nueva vida, otro ser. Como república independiente del estado español y ante la ola de ataques que se avecinan contra nuestras instituciones y nuestro autogobierno, debemos defender estas y no aceptar imposiciones ajenas. A título personal, y a la espera de que se tome la decisión que se consensue para hacer frente a la convocatoria de elecciones del próximo día 21 de diciembre, mi opinión es que no me siento llamado a ninguna urna de un país extranjero en Catalunya. Pero no adelantemos acontecimientos porque, y como decía, puede que se tomen medidas que no todos compartamos puntualmente, que haya dudas, temores, desalientos incluso; pero el objetivo es invariable, es innegociable y es irreversible. Y para que ello sea así y más pronto que tarde lo podamos contar con pleno orgullo y satisfacción, la clave de todo somos nosotros mismos, la unión de todas esas almas y corazones que creen en una Catalunya mejor, libre, defensora a ultranza de los servicios y derechos sociales, republicana, igualitaria. La unión. No hay otra alternativa a esa y; con ella, todo.

Volver a caer en la retahíla de argumentos que nos han traído hasta aquí, amén de cansino ya no aporta nada, de tan sabido. España tiene un verdadero problema con el gobierno que tiene, y lo más penoso es que parece que os da igual. Ya sé que no, por dios. Pero no hay, ni se esperan, cambios. Tenéis una vida. Eso dicen. ¿Pero realmente es vuestra, o solo os dejan ser unos usufructuarios de ella a ratitos así…esporádicos? Cuando uno toma las riendas de su vida, pasan cosas. Las que tú quieres que pasen, principalmente. Y en España ni hay libertad ni democracia, ni esta Constitución española pasaría el filtro de una constitución elaborada como se elaboran las constituciones serias, de forma libre y democrática: con la implicación de los representantes políticos y sociales, con los trabajadores y trabajadoras de ese país. Aquí no. Aquí se encerraron 7 caballeretes estrechamente auspiciados-vigilados-comedidos, para elaborar una constitución entre 7 de los que 6 venían del régimen y el 7 Solé Tura estaba a título meramente decorativo que le diera imagen de unidad. ¿Qué unidad? Nos endiñaron un producto precocinado como única opción; o lo tomas o lo dejas. Resultado: hoy. Un país envuelto en su peor crisis política desde la instauración de eso que dicen democracia, con un gobierno que ostenta el título de ser el más corrupto de Europa gobernándolo, apoyado por aquellos otros que han sido sus cómplices durante 40 años de saqueos, viajes a paraísos fiscales, buena vidorra y cuatro parches para que no se diga, que hoy van por la vida en yate presumiendo de socialistas y de más españoles que nadie. Yo diría que vuestro problema no es precisamente menor. Básicamente porque ante todo eso os falta unidad de acción. Y previa a esta, obviamente, hacen falta más cosas: hace falta no solo decir que hay que cambiar las cosas: hay que hacerlo. Y hacerlo implica mojarse. Pasad de los políticos. Sois el pueblo soberano. Ejerced. Levantaros del puto sofá. 

Todo este proceso os lo he venido relatando durante los años que llevo compartiendo con vosotros este espacio, este medio de comunicación que tanto me ha aportado personalmente en lo humano y otras materias, espacio en el que, por demás, me habéis engalanado la vida con la amistad de muchos de vosotros, con los que he compartido lo mejor y lo más angustioso que he vivido. Nunca le pedí la amistad a nadie. Nunca me embarque en esto por eso. Lo hice, como he dicho tantas veces, solo por una cosa: amo escribir. No puedo vivir sin hacerlo como tú no puedes vivir sin aire. Esa es mi realidad desde mi adolescencia, cuando comencé a disfrutar de los placeres de escribir, cuando aun escribíamos a mano y la caligrafía era un arte. Iba para amanuense. Y me puse a escribir en la red con la intención de reflejar unas inquietudes, una opinión más perdida en el infinito mundo virtual como otras tantas. Sin más pretensiones que, como digo, disfrutar de escribir y, si por añadidura, a alguien le gustaba disfrutar del placer de la lectura y le podía servir de algo, pues mejor. Ignoro en qué forma o medida yo haya podido influir o afectar de un modo u otro a alguien ajeno a mí: solo tengo la piel que tengo y no puedo saber mucho más allá de la mía. Pero vosotros me habéis influido a mí. Esa parte no la tenía tan prevista. Y porque os aprecio y os aprecio bien, no puedo dejar de ser sincero y debo seguir diciéndoos lo que pienso; os guste más u os guste menos. Conmigo no hay otra fórmula. Por eso me da tanta pena España: por vosotros, que vivís atrapados en una jaula dorada que está perdiendo lo que solo era una pátina, un baño de disimulo: un fraude en toda regla de democracia. Y no va a cambiar si no lo cambiáis vosotros. Si vuestra primera reacción es el consabido “yo solo no puedo”, es que tu chip anda algo atrofiado el pobre y debes cambiarlo. Tu solo lo que puedes es buscar a otro como tú, y así sucesivamente ir sumando, asociándoos, pasando de políticos…ser vosotros los protagonistas, los auténticamente soberanos de ese país y dueños de sus vidas. O eso… o Ibex35 y si me apuráis mucho, Europa y sus intereses creados, una Europa construida para la defensa del capital y del beneficio, que ha dejado de construir la Europa de las personas y trata a los refugiados e inmigrantes como los trata. Otro replanteamiento que debería hacerse: ¿A dónde va Europa con tanto austerísimo? ¿Dónde está el beneficio de tanto sacrificio? ¿Para cuándo una Europa de las personas?   

                                                                       



Aquí, en Catalunya, vamos a seguir a lo nuestro. Cada bando defendiendo lo que cree. El nuestro desde toda clase de demostración pacifica y democrática. Ellos que hagan lo que quieran. Y vamos a seguir porque si ayer me sentía fuerte, hoy me siento aun más cuando pienso que todos lo ven tan claro como yo, que solo es a través de la unidad y la ausencia de violencia que lo conseguiremos, dándole un ejemplo al mundo de cómo hacemos las cosas los catalanes. Mañana lunes es un día importante porque mañana se reanuda la actividad normal, que va a tener poco de normal. Yo me he pedido fiesta para estar disponible.

Hagamos historia.
                                                                       

A más ver 

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