Porque yo, tengo una banda, de rock
and rock, who whoooo…tate callao, Venceslao. Veo a mucha gente devanándose los
sesos aun con el tema catalán, y centrándolo todo en que si independencia sí,
estáis como cabras y cabrones los independentistas, no. Yo, personalmente, ya
he superado ese estadio. Se perfectamente lo que siento y lo que quiero, y eso
no lo va a cambiar nada, ni nadie que no sea yo. Dicho lo cual, avancemos un
poquito.
Yo no sé si vamos a estar mejor o
peor por independizarnos o no, ni sé ahora mismo si lograremos la República o
no. Anoche se reunió Puigdemont con su Govern y varios representantes de
asociaciones civiles (ANC; Ómnium Cultural, empresarios, asociaciones de
vecinos, comerciantes, profesionales, logísticos, padres de alumnos…) reunión
que comenzó a las 7 de la tarde y acabó pasadas las 2 de la madrugada. Hubo
tensiones, posturas encontradas, Consellers que abogaban por unas elecciones,
los menos, la mayoría por la DUI, todos dijeron lo que pensaban, sus dudas, sus
miedos, sus deseos, sus compromisos…el presidente escuchó a todos, se informó
de las consecuencias de una decisión u otra por parte de Puigdemont, y se
establecieron unas líneas de actuación en ambos casos, tanto si había DUI como
si no. Con todas sus consecuencias, en cualquier caso, incluida la de la
confrontación violenta con el estado español en las calles. Pero la decisión
final de este embrollo y que iniciará el siguiente que viene a continuación, es
de Puigdemont. La clave, a estas horas del jueves 26 de Octubre del 2017, pasa
por el relato. Es crucial para la composición de la historia de cada bando.
Madrid espera la DUI para justificar su 155 que, sea como sea, ahora mismo dice que ya no lo para nada ni
nadie; los independentistas esperan que Rajoy aplique el 155 para justificar su
declaración de independencia. Pero es un momento de mayor volatilidad y
cualquier cosa puede pasar en un instante que lo trastoque todo. Crecen las
voces en el seno de la judicatura que cuestionan la viabilidad y absoluta
legalidad del 155, al tiempo que lo señores fiscales lo gozan de lo lindo
viendo ya a Puigdemont en la cárcel. Desde Madrid la prensa ataca exigiendo a
este que no solo lo deje; sino que además pida perdón, declare que España es
una democracia y asuma sus responsabilidades penales. Cómo rula la grifa por
ahí, por dios, tete; y lo que no es la grifa, porque recientemente un estudio
refleja que España es el segundo país de Europa en consumo de coca. De la cola
no; de la otra. “Ande” andará tanto polvo mágico ¿eh? 👾 Puigdemont le ha
hecho llegar a Rajoy 4 condiciones para abandonar la idea de a DUI: 1ª: Que no
se aplicará el 155; 2ª: Que se libere a los líderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez
y Jordi Cuixart; 3ª:, Que el Gobierno se comprometa a atar a la Fiscalía
General del Estado en sus actuaciones contra los dirigentes soberanistas y 4ª:
la retirada de los policías y guardias civiles desplegados de forma excepcional
en Catalunya. La respuesta, hasta el momento, es que esas peticiones no son
viables. Puigdemont, hombre que proviene de Girona, provincia con un marcado
perfil independentista, periodista de profesión y un convencido demócrata, se
encuentra en la gran encrucijada que, dependiendo de su decisión, puede llegar
a arruinar su vida, de su familia, de sus amigos y Consellers y provocar un
terremoto político y social de primera magnitud, con unas consecuencia que, a
día de hoy, son imprevisibles. Estos, los Consellers, están divididos en dos
bandos en cuanto a la decisión final, en el que predomina el beligerante al que
Puigdemont, por ideología y afinidad, se siente más predispuesto a escuchar,
por lo que parece que la opción elecciones es descartable. Y la Dui…es su
ruina. ¿Quién querría estar en el puesto de Puigdemont?: Yo. Absolutamente, yo.
Cambiando de tercio para darnos a
todos un pequeño respiro, esto de la cosa de la democracia…Eso siempre depende
de muchos factores porque, y por ejemplo, que vivamos en una supuesta
democracia de telediario, de estas modernas, de las guays, y que nos pase todo
lo que nos pasa…vamos, garantías de felicidad, justitas tirando a ninguna.
Hasta donde yo sé, que es bastante poco, una persona lo que necesita es
trabajo, unas condiciones mínimas, y poder salir adelante. Lo simple; lo de
toda la vida. Lo otro: que te toque la lotería o no, provengas de una alta cuna
o de una baja cama, que seas un fiera con la Play o no te enteres donde tienes
el pito, son lo que se denominan silicutansias andaya…adyacentes! (Contigo que
es que no puede ser, ¿verdad, chaval?) Quisir: nos han revolcado la vida
últimamente, y no hay mucha salida en perspectiva. Este país, España, necesita
de un meneo como el comer, de arriba abajo y de izquierda a derecha; o lo que
le vamos a dejar a nuestros hijos va a ser una mierda mucho más grande que la
nosotros hemos tenido. Lo más importante que podemos y que debemos hacer con
nuestra vida es nuestro legado, lo que deje huella de nosotros. Morirte sentado
viendo la vida pasar sin formar parte de ella más allá de tu sofá, no es vida:
es una claudicación. Las cosas se cambian moviéndose. Cuantas veces os habré
dicho que aquí, a España, no va a venir un puto superman a rescatarnos de nada?
¿Y, de verdad, no os cansa la corrupción? Porque todo lo que nos pasa tiene,
como elemento vehicular, la puta y jodida corrupción, con la complicidad de
todos esos “patriotas” que son cómplices del saqueo con su voto y van por ahí
presumiendo de españolear, de toros, de aguilucho y de toda una concatenación
de exabruptos hacia quien no piense como ellos, digno de una enciclopedia de lo
más chabacano y vulgar. Esta situación ni Rajoy la puede sostener por mucho
tiempo, porque el revuelo ha llegado ya a Europa y desde Milán, que siempre ha
sido una ciudad que ha admirado Barcelona y con la que hay muchos lazos
comerciales y de todo tipo, observa con simpatía el movimiento independentista,
que refuerza la posición de la Liga del Norte en Italia en sus disputas con
Roma. Juncker recientemente ha señalado que más temprano que tarde Europa debe
debatir en profundidad sobre el tema de las regiones. Y la única y clara
conclusión que se puede derivar de todo esto, a día de hoy; a estas horas, es
que nadie sabe qué va a pasar mañana; como de hecho no sabemos nunca.
Las próximas horas, menos de 24,
marcaran la vida de muchas personas. De millones de personas. Sea cual sea la
decisión de Puigdemont, es imposible que contente a todo el mundo, como igual
de imposible es encontrar ahora una salida para ambos bandos que salvaguarde la
dignidad de los dos contendientes. Hay un hombre con una respuesta y hay,
también y sobre todo, una ciudadanía que le dio un mandato democrático en unas
urnas, y una República que se nos debe a los catalanes; aunque solo sea por
haber tenido los cojones de levantarnos contra todo esto, mientras el resto de
España se dedica a verlo desde el sofá. Deberíais rodear La Moncloa cuando
estuvieran todos dentro, y forzar la dimisión de ese gobierno corrupto y
convocar elecciones constituyentes. Es vuestra única salida. O el staus quo…
A más ver
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