En esta sociedad, eminentemente de la
imagen, todo se llena de pura apariencia. Pasó el 21-D y, con la jornada de
ayer, hay un sinfín de cosas que parecen; pero que es eso: solo parecen. Parece
que Pedrito el breve tiene otro talante, otra manera de hacer las cosas en
relación al tema catalán; pero solo lo parece, porque una cosa es lo que viene
a decir en Catalunya sobre el dialogo y la llamada cohesión social, y otra muy
distinta el discurso que emite desde Madrid, en el congreso y el senado, foros
donde últimamente incluso se a lanzado a llamar “pandilla” a los más de dos
millones de catalanes que votamos independencia. Parece que viene con las mejores intenciones, incluso nos anuncia que, oh albricias, va a cambiar el
nombre del aeropuerto de Barcelona, que pasará a llamarse Aeropuerto Josep
Tarradellas, Barcelona El Prat. Genial. ¿Y a la zona de Llegadas como la
llamaremos, Ya Soc Aquí? Parece, también, que ese “gesto” no está exento de ese
espíritu conquistador castellano que, con ese detallito, nos viene a recordar a
los catalanes que el Aeropuerto de Barcelona sigue siendo de dominio
castellano. De hecho, no lo parece: lo es porque no tenemos las competencias
aeroportuarias, que sigue siendo de titularidad de Aena. Parece que vino con el
espíritu dialogante, pero en realidad ha venido porque le ha interesado la foto
por diversos y poderosos motivos, como conseguir el apoyo catalán, sino para
los presupuestos, al menos para que le apoyen en la subida de su techo de
gasto. También, gracias al empeño de la España fascista que anda últimamente
muy alborotada, esto, Catalunya, parece que es poco menos que Bosnia y,
naturalmente, no han dejado de poner el grito en el cielo por unas carreras y
algún que otro pequeño altercado con la policía que es, de hecho, bastante
habitual en infinidad de manifestaciones de todo tipo, desde las que se hacían
contra el plan de Bolonia, a las manifestaciones antiglobalización, o
reivindicativas de mejoras laborales, salariales, de mejoras sociales, etc. También
parece que con Sánchez se inicia un nuevo periodo en el conflicto político,
porque al menos el hombre viene a Catalunya, se reúne con el President del
Govern y hablan y hablan, para llegar a la conclusión de que están de acuerdo
en que no están de acuerdo ni con la raíz del conflicto, ni en como llegar a su
fin; pero que hay que seguir hablando porque, lo que también parece, es que, a
día de hoy, ni a Sánchez ni a Torra les conviene un adelanto electoral, que es
a lo que se verán abocados si no llegan a un acuerdo en materia presupuestaria.
También parece, desde la óptica independentista, que esos acuerdos con Sánchez
no van en la vía en que los independentistas quisieran, porque parece que Torra
está más por proseguir en la caducada senda del autonomismo, cuando lo que
debería hacer es política republicana y dejarse de servilismo con la monarquía.
También parece un gesto de buena predisposición que el gobierno socialista
rechace la pena de muerte de Lluís Companys; pero no anula el juicio que lo
condenó. Incluso parecía que pudiera parecer que aparentemente el anfitrión de
la reunión y dueño de la titularidad del Palacio de Pedralbes sea el Govern
catalán, hasta que apareció en escena el jefe de protocolo de la Moncloa, para
poner unas ponsetias amarillas allá donde había esas plantas tradicionales de
estas fechas, pero rojas. Hasta yo me imbuí de ese espíritu de apariencia y,
como parecía que hacía buen día, que lo hizo, de sol y buena temperatura, sería
ideal para salir a hacer piña con el resto de los manifestantes como uno más;
pero ayer estaba mal, griposo, débil, que lo mejor hubiera sido quedarme en
casa y verlo por la tele, pero tenía que ir, sí o sí, porque era un compromiso
ineludible con la libertad de este país llamado Catalunya. Acabé la jornada
agotado, con dolor en la espalda y aun tuve que ir a comprar al super porque a
mi esposa la deje en la cama, más griposa, aun, que yo. Incluso parece que te
fastidie un poco que le llame país a Catalunya, ¿verdad? Pues es lo que hay:
para muchos es tan país como pueda serlo su antagonista España.
Al final, teniendo en cuenta el
escenario de preguerra en el que los fascistas pretenden que se viva en
Catalunya, la jornada de ayer fue de lo más normal, porque si me niegas que
altercados con la policía en manifestaciones se dan en todos sitios (repásate
las movidas de los chalecos amarillos los últimos sábados en Paris), estas
negando una realidad empírica y contrastable al 100% y quizá formas parte de
ese enfermizo y ciego colectivo fascistoide para el que, sea como sea, arde
Catalunya. Por cierto, ayer por la tarde unos 100 manifestantes fascistas de
congregaron en la zona de Vía Augusta para lanzar gritos y proclamas racistas,
anticatalanistas y, por supuesto, muy y muchas viva España. Nadie se metió con
ellos. Hay en España un anticatalanismo atávico, que curiosamente siempre le ha
resultado electoralmente productivo para sus promotores. No me hago el mártir:
a los hechos me remito: Rajoy solo pudo ganarle a Zapatero metiéndose con
Catalunya y su Estatut, atrayendo así el voto de la derecha reaccionaria e
intolerante que siempre muestra una buena predisposición para demostrar al
mundo como se trata los terrenos conquistados y sometidos. Afortunadamente hoy
la cosa esa de la lotería relegará lo acontecido ayer aquí a un segundo
término, y volverán a ocupar la cabecera de los informativos las típicas
imágenes de los afortunados brindando con cava, perdón: champagne, y mostrando
una sobrevenida afición al noble arte del tapamiento de agujeros. Felicidades a
los afortunados de antemano y, al resto, a seguir soñando hasta el año que
viene, como cada año, chispa más o menos.
Y bueno, os deseo a todos una felices
fiestas y blablablá, que se dice en estas fechas. Pero sobre todo lo que os
deseo es salud. Que muchos no la valoráis como yo tampoco lo hacia hasta
que…llegó este tren, arremetiendo con toda mi vida como un elefante en una
cacharrería y, a partir de ese momento, todo cambió. Todo. Respiramos
mecánicamente, sin pensar; mientras otros solo piensan en poder respirar. C'est
la vie. Salud, República y fuera el mamón del borbón.
Por cierto, que seguimos enquistados
en el conflicto, y lo que te rondaré, morena… 😉 Porque nos va la marcha y hasta que
no acabemos con esta monarquía, no vamos a parar. La única posibilidad de que
España siga manteniendo Catalunya, pasa por convertir España en una república.
No hay otra, ni va a haber otra que esa, o la independencia.
A más ver
Si el verdadero mensaje del dios de la navidad es "PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD" LA HUMANIDAD AL COMPLETO lleva 2.018 años pasándose el mensaje por el arco del triunfo.
ResponderEliminarSALUD Y FELICIDAD para tí y tus seres queridos. De los malditos que se encargue LA VIDA.
Gracias Manuel.
Eliminar