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domingo, 16 de diciembre de 2018

UN, DOS, TRES, BUTIFARRA DE PAGÉS.



Podríamos decir que me he pasado toda mi vida votando a Esquerra Republicana de Catalunya. Y puedo decir que siempre he admirado a personajes como Joan Tardá o, más recientemente por motivos más que evidentes, a Oriol Junqueras. Pero el otro día al escuchar al Joan Tardá hablar de proponer a los catalanes si queremos el actual Estatut, uno de mejor o la independencia, se me cayó el alma al suelo. Si llevas un año defendiendo la tesis de que estas donde estas, porque estas obedeciendo un mandato electoral surgido de las urnas, como es el de la proclamación de la república independiente de Catalunya que el pueblo catalán decidió mayoritariamente en las elecciones, lo que no me puedes proponer, porque me estas ofendiendo, es ese bodrio del mismo Estatut o uno de mejor. ¿Me tomas el pelo? ¿Uno de mejor? Ya sé, y lo asumo, que uno no es un filósofo ni un intelectual de altos ni de bajos vuelos, pero me ofende la propuesta porque insulta hasta a mi escasa inteligencia. Porque ¿qué significa eso de un Estatut mejor que el actual?; ¿significa que el resto de las comunidades lo van a aceptar, sin apelar a la discriminación que eso conlleva para el resto de las autonomías?; ¿significa que nadie lo va a recurrir al Constitucional, en el que la actual correlación de fuerzas nos garantiza que lo declararan inconstitucional la mayoría conservadora? ¿y qué pasa con el mandato surgido de las urnas que defendíais? ¿vamos a seguir tolerando ser regidos y reinados por una monarquía podrida, corrupta y heredera del fascismo? ¿vamos a transigir ante un cúpula judicial igualmente corrupta, que ahora mismo está defendiendo los postulados y la acusación de Vox? Sí: de Vox. Hubo un momento, durante el proceso judicial, en el que la fiscalía no se oponía a que se pusiera en libertad a Joaquim Forn, ex Conseller de Interior; pero el TS se acogió a la petición de la acusación particular de Vox, para denegarle la libertad al ex Conseller. 

Otro tanto pasará, como ya expliqué aquí, con las peticiones de condena. Por mucho que las rebajase la fiscalía, basta que la acusación particular, Vox, se mantenga en sus peticiones de 30 años por rebelión, para que el Tribunal pueda aplicar esa cantidad de años de condena haciendo suya la tesis de los fascistas. ¿Nos olvidamos, de repente, de todo, y vamos a votar alegremente que hemos conseguido del estado español que nos validen un nuevo y mejor Estatut?; a ver, Joan, company, ¿me tomas por gilipollas? Lo único que tenemos que negociar con el estado español, es el derecho al referéndum de autodeterminación. Y otras paridas son, simplemente, una traición a ese mandato electoral. Hay que decir las cosas como son y llamarlas por su nombre, así que conmigo, para ese viaje a ninguna parte, no contéis, company Joan Tardá. Y no voy a entrar a valorar el hecho de que nadie de Esquerra acompañe a los que han decidido hacer huelga de hambre, porque eso es una decisión muy personal de cada uno, y debo respetarlo. Otra cosa es lo que yo haría si estuviera allí dentro, porque siendo como soy hasta podría declararme en huelga de hambre…y de sed. A ver entonces qué hacia el estado español, porque en una huelga de hambre y de sed, a las dos semanas estas prácticamente para el arrastre. Pero…es una decisión personal que debemos respetar, sea la que fuere de cada cual. No. No voy a votar a una Esquerra Republicana que, después de todo lo vivido durante estos últimos años, lo que me proponga sea un nuevo y “mejor” Estatut. Que cada cual obre como quiera, obviamente; yo lo único que reclamo es coherencia y determinación para llevar a cabo aquello que los electores les hemos reclamado a nuestra clase política. Tenía que decir esto y, como es natural, lo digo. Y hace muy mal el señor Tardá, olvidándose de que todo esto, nació de la iniciativa que surgió de las dos asociaciones civiles como la ANC y Ómnium Cultural, y que los partidos políticos no son más que unos adheridos a la causa, porque es obvio que ellos son los debían hacer posible la reclamación popular de independencia y los necesitábamos, en ese sentido; pero no les hemos votado para que cambien a su libre albedrío nuestra reivindicación, por una tomadura de pelo como es esa de un nuevo y “mejor” Estatut. De chuminadas, nada, monada.
                                                           

Van a ser unas nuevas navidades “distintas”. Estará muy reciente en nochebuena lo que ocurra el próximo día 21 en Barcelona, y será el segundo año consecutivo en el que esa nochebuena habrá sillas vacías en algunas casas, porque quienes debían ocupar esas sillas están en prisión, como rehenes de una mafia judicial fascista y corrupta como pocas; también  hay que decirlo: ante el ignominioso silencio de las instituciones europeas, que no es un club que defienda la libertad y la justicia social, sino los intereses particulares de sus países miembros. Sí, claro que sí: esperamos que un día el TEDH de Estrasburgo ponga a cada uno en su sitio…dentro de unos cuantos años. Mientras, los presos se habrán podido pasar de 6 a 9 o 10 años en la cárcel. ¿Cómo se les devuelve ese tiempo si finalmente son absueltos por la justicia europea, que es en lo que confiamos las personas que aun creemos en que se haga justicia?; ¿con qué clase de moneda se recompensa esa perdida, y en cuanto la podemos cuantificar? No podemos ser tolerantes con los intolerantes ni transigir ante los intransigentes. De ninguna manera. Y no podemos porque al final la intransigencia acabará imponiéndose a nuestra permisividad y se impondría la lógica de la imposición y el totalitarismo: del fascismo. Así que no, conmigo que no cuenten para ese viaje al pasado, para ese viaje a ninguna parte, para ese viaje a la derrota de la libertad no te voy a comprar el billete.

Vamos a ver de qué estamos hechos el próximo día 21. Catalunya debe ser una Catalunya libre, o no será. Así que ¡Visca Catalunya Lliure!
A más ver

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