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domingo, 2 de diciembre de 2018

IRREFLEXIONES




Hay que ver qué lastima, que pena tengo, que este año eso de la campaña andaluza haya pasado tan desapercibida como la campaña nacional contra la calvicie de los bajitos con un soplapollismo crónico. Mañana es el día (hoy) en el que, como se suele decir con una de esas frases grandilocuentes que, parece que una vez la digas, va a cambiar hasta el plato de las torrijas por un sándwich vegetal, Andalucia decide su futuro. Andalucia decide su futuro. Ahí es nada. Siempre puede haber alguien que me diga que me calle, que yo no tengo derecho a opinar sobre Andalucia porque no soy andaluz, ni vivo en Andalucia, que encima vivo en una región que oprime a la suya y es insolidaria…etc. Y convencid@ que me lo diría; no sería el primero; aunque, eso sí: el-ella sea el primero en opinar sobre Catalunya, y el-la primer@ a la hora de azuzar los perros contra nosotros, con aquel “A por ellos, oe…” que muchos pretenden  que nos olvidemos los catalanes, como si hubiera sido un mal chiste del facha del Arévalo, aunque vayan votando en las encuestas que les parece bien que los Jordi, Junqueras y cía., permanezcan en prisión. Hoy por cierto han comunicado que inician una huelga de hambre Jordi Sánchez y Jordi Turull, que fue aquel al que Llarena no le dejó jurar su cargo como President de la Generalitat, porque no le dio la gana al juez, sencillamente. Pero ahora es el momento de la guasona esa, la que tuvo que currárselo, pero currárselo a base de bien, durante 10 años, diez, para obtener la Licenciatura en Derecho. No máster: licenciatura, que no es lo mismo, la misma que hace un par de semanas lo veía muy claro eso de gobernar en solitario; pero ahora…mm…ayayay…está a punto de cualquier cosa, menos de tener mayoría absoluta, cosa que descarta todo el mundo. ¿Tú te imaginas que debiera depender de Teresa para gobernar ella, o los del PP y C´$ le arrebataban la presidencia? Menudo mejunje. Menuda guasa…si no fuera tan triste y todo ese politiqueo socialista no fuera tan derechoso. Todo parece abierto a cualquier cosa; menos a lo natural, que sería un pacto entre las fuerzas de izquierda, o que dicen serlo, porque a la hora del reparto de los garibolos la cosa ya… como que no es la misma para una de esas dos formaciones que, de tanto escorarse de costado, acaba siempre colgándose de la derecha que, si no es su hermana natural, parece su madre política. Pero, eso, la Susana se lo deja para los periodistas, que ella de eso no entiende, ella lo que entiende es que se dedica a trabajar para los andaluces y andaluzas desde hace muchos años, como socialista que ha tenido los mejores referentes del socialismo en España, desde Felipe y Alfonso o desde Pepe (Chaves) a Jose Antonio (Griñan) y muy orgullosa de ello. Y que espera, naturalmente, que la dejen seguir dedicándose a su gente con todo su amor y todo su empuje, porque Andalucia se merece lo mejor, y lo mejor solo se lo puede ofrecer el partido socialista. Desgraciadamente siempre hay “gente” de por “ahí” que no le gusta Andalucia, que impide su desarrollo y su progreso, porque son insolidarios, garrapos, saboríos y antisistemas varios, que confabulan contra ella por ser tan guapa y tan rubia natural. ¿Cómo dice? ¿Qué dice de Ere? ¿Que si soy qué? Es que aquí hay mucha gente, ¿sabe usted? ¿Que no entiendo eso de que si ERE…que si soy quién? Soy la presidenta de Andalucia, no sé qué quiere usted que sea…dios le bendiga. Vaya tela, que siempre tiene que haber algún gracioso…

Habría que instaurar una mención especial para el político más hipócrita de la semana. Este…Homo Erectus salido de las catacumbas de la época en la que se debió construir la biblioteca prohibida del Vaticano, se ha ido a Andalucia a cerrar la campaña con la idea de decir un pecado mortal: que el PP es el partido de la honestidad. De la honestidad. Podía haber dicho, el bicho, que era el de las patatas fritas con Coca-Cola; pero no: la honestidad, que es sinónimo de recato, de pureza...en el PP, donde a partir de ahora todo es honestidad, porque venga él y lo diga, porque se llama Pablo Casado y ha ganado unas primarias. ¿Y qué? La hipocresía no distingue nombres, solo precisa de la falsedad de quien la demuestra con sus actos y palabras. Si ha convencido a alguien por y con esas palabras para que los vote, ese alguien… ¿de verdad que ese votante puede ser un ente viviente con capacidad para votar? El próximo domingo sabremos cuál de los dos ha perdido más: si Rivera o Pablo, que jugaban a algo más, muchos más que unas autonómicas en Andalucia: se jugaban el liderato de la derecha en España. Ser cuartos, tras P$OE, PP y Adelante Andalucía, sería un varapalo para Albertito de imprevisibles consecuencias para él y su partido, ya que quedará en evidencia la fuerza de atractivo electoral para esa acción de renovación política, que tan pía y tan poco practica. Por eso no le importa “sumar y/o sumarse” coaligándose hasta con Vox, ni mostrar recato al hacerlo porque, al conseguir sumar con Vox, siempre podrá decir que él quiere y practica la unión de las derechas, como si estuviesen engañando a algo más que a simples entes.
                                                        

Osea que, por lo poco visto y poco oído que me ha llegado de la campaña, la única que ha intentado, y sin mucho éxito, hablar de Andalucía y de los andaluces y andaluzas, es Teresa Rodríguez, la que intimida solo a aquellos que tienen algo que esconder y que no se sepa. Y no deben ser pocos, ni poco poderosos, cuando desde el corral de la Susana destila tufo a cagaleras si esa niña llega al gobierno. Ella, y me imagino que cualquier otr@ que no sea del P$OE, del PP o C´$, que están por el statu quo y estos, seguro que encontrarían vías de dialogo y consenso para que te tape yo esto; y te calles tú lo otro. O, lo que es lo mismo, mis queridos y queridas andaluces y andaluzas: coger todo ese potaje, lo metéis en una olla, le dais unas cuantas vueltas y eso es lo que tendréis para los próximos 4 años: más de lo mismo. Nunca hubo tanta gente necesitada de movimiento con menos ganas de moverse, por ni creerse que tuvieran la necesidad ni la capacidad de movimiento.

A más ver       


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