Sí; el nombrecito se las
trae, que tiene su guasa, su punto tragicómico, vamos, como la idiosincrasia de
la Ñ. Es un nombre que, al oírlo o leerlo y saber lo que hay detrás, uno tiene
que pensar que, a quien se le ocurrió, debía estar inmerso, inconscientemente
quizá, en alguna especie de tripijuego
que lo llevó a parir semejante título para una asociación de juristas
españoles: Confilegal. Sobre todo,
mucha confi, colega. Pues estos personajes, recientemente, han congregado a
todo dios que han podido para reunir a unas 300 personas y celebrar un acto. ¿Un acto de qué, una copula global rollo
Sodoma y Gomorra? ¿Serás animal…? Llevaron a cabo un acto en la capital del
imperio borbónico, ya sabéis: ese imperio que quiere amores; aunque sea a base
de conquistarlo a palos, para hacer entrega de un premio a un hombre que,
últimamente, viene significándose mucho por su ductilidad y prestancia en la
salvaguarda de los valores morales de la patria, defendiendo a riesgo incluso de
su integridad física, el imperio de la ley y demostrando, al mismo tiempo, que
todo eso se puede y se debe hacer desde la generosidad, la humildad, la
ecuanimidad y la justicia, sin merma alguna de su integridad moral ni de su
total, absoluta, transparente y cristalina independencia política. Yo creo que
así ya estará bien ¿no? Ya le he dorado la píldora lo suficiente y no necesita
más alabanzas y lisonjas. Cuando os diga el nombre del personaje que ha
recibido semejante galardón, y sobre todo por lo que lo ha recibido, que cada
cual lo interprete como quiera; yo me lo tomo a guasa porque, como dije al
principio, ya solo el nombre de la asociación tiene su gracia, su garbo…Confilegal; tela 😉 Ah, sí, claro; disculpad: que cabeza la mía, el nombre del hombre super
evolucionado al Cid Campeador del siglo XXI,
digno galardonado por Confilegal,
no es otro que el de Pablo Llarena, alias
el independiente, el apolítico y,
si se esfuerzan un poco, aun te vas a creer que hasta Pablito es el valladar
inexpugnable de nuestra soberanía y nuestro estado de derecho. No hay que
enfadarse por estas cosas, son pintorescas, y hay que pitorrearse, porque si te
enfadas te sube la tensión, la sangre comienza a fluir a torrentes desbocados por
las venas, que se te hinchan, y luego viene la factura de la luz y lo
comprendes todo. O no.
Honoré de Balzac escribió una vez que
“Todo poder es una conspiración
permanente”. Y ciertamente no hay más que echarle un ligero vistazo a
nuestra casposa casta política para cerciorarse de la inmundicia que asoma. Un medio
de comunicación tan prestigioso como The
New York Times, otrora punto de referencia de la libertad, la democracia y
el periodismo objetivo, hoy es tildado poco menos que de ser un medio comunista
que osa atreverse a cuestionar nuestra ejemplar monarquía, precisamente por
parte de aquellos que tanto alababan a ese mismo medio, años ha. Y esto es así
porque en un articulo publicado recientemente por este periódico, se decía que
la monarquía española debía someterse a referéndum para ganar la credibilidad
misma de su jefatura de estado, puesta más que en entredicho por los
movimientos separatistas catalán y vasco, en un país en el que no se ha llevado
a cabo ninguna encuesta en los últimos 3 años, convulsos, en la que se
preguntara a la ciudadanía sobre la realeza. Y esto no lo dice el The New York Times, sino que lo digo yo:
la monarquía en este país se sostiene porque da de comer, y muy bien, a toda
una cohorte de vividores que intentan sacar partido de las puertas que la
figura real les abre de par en par, a cambio, claro está, de su fidelidad
inquebrantable a la corona. Todo ese sequito de empresarios, a veces incluidos
militares de alta graduación, que acompañaban al emérito y ahora al preparao en
sus viajes al extranjero, están encantadísimos de ese status y, naturalmente,
van a poner todo lo que esté en sus manos para que siga siendo así. No tiene el
mismo glamour ni el mismo empaque, acompañar al presidente de tu gobierno que a
todo un rey. Un ejemplo, claro y meridiano, de esa cosa en lo que se ha
convertido la política, al menos la política de occidente que más nos llega, lo
tenemos en Donald Trump, que, aunque todo el mundo, incluida la CIA, tenga
absolutamente claro que el príncipe saudí se cargó al periodista aquel que huyó
de Arabia temiendo por la vida de su familia y la suya propia, descuartizándolo
o como quiera que acabase el pobre hombre, a pesar de las evidencias y certezas
tan cristalinas, para el presidente norteamericano prevalecen los intereses
mercantilistas a todo lo demás, los millones de dólares que ellos reciben a
cambio de la venta de armas a un país que ya vemos como trata a los disidentes,
a los que protestan y se oponen a vivir bajo una dictadura enmarcada en la
realeza. Pues esos mismos intereses mercantilistas, como decía, son los que
esos sequitos reales del país de la Ñ, van a defender a toda costa; exactamente
los mismos, con la salvedad, quizá, de que no van por ahí descuartizando a
gente que, en un momento dado y si se te pones muy tonto, igual se pringan para
perpetuar la especie de carroñeros y miserables. Como decía mi abuela, la de
los mantecados, la de Osuna, en la Estepa sevillana, “tu fíate de la virgen y no corras, que verás…” Cualquier parecido
que se haga con la muerte real del hermano del emérito, casualmente, solo es
fruto de vuestras mentes conspiranoicas.
Como la perla del Josep Borrell anda
más preocupado en inventarse escupitajos, que no vieron ni los de su partido
como reconoció el portavoz socialista, por parte de un diputado catalán a la
salida del hemiciclo del congreso, que en ocuparse de los intereses de su
España en Gibraltar, el revés que va a sufrir la llamada diplomacia española va
a ser monumental porque, evidentemente, la primera ministra británica no le va
a hacer ni caso a España, que exigía tener la
última palabra sobre el tema Gibraltar en las negociaciones entre Europa y
Gran Bretaña por el Brexit, máxime si esta ya le ha dejado claro a Pedro
Sánchez que van a defender la soberanía británica del peñón. Claro que, como
según Pepe Borrell, le preocupa más la unidad de Gran Bretaña que la de España,
y que cree que la británica se dividirá antes, preguntado sobre los movimientos
independentistas catalán y vasco, podemos respirar aliviados. Debe haberlo
dicho, seguro, después de comprobar personalmente, in situ, como las familias
británicas ya no se hablan y hasta han decidido no compartir más; nunca más,
esos ágapes con esa comida elaborada a base de los platos más tradicionales de
la famosa cocina británica, o como los niños son obligados a hablar en
británico en los patios de los colegios y todo el país está lleno de golpistas,
así en general.
Y dadme las gracias que no os
desgloso el último informe de la OCDE sobre España. Ya se me odia
demasiado…como si uno lo hubiera escrito y rubricado. Yo solo firmo lo que escribo
y todos conocéis mi firma, que no es otra, en este medio, que la del
A más ver
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