Estos son tiempos para que campe a
sus anchas el ser malvado, la persona pérfida, el embustero académico que
convierte la mentira en materia para eruditos, tiempos donde brilla con luz
propia el ladrón de guante blanco, tiempos extremos en los que afilan sus
dientes la derecha de este país, por fin destapada como una cueva de Ali-Baba
llena de ladrones, y la nueva izquierda, compuesta por un grupo de jóvenes con
toda la bisoñez del mundo en materia política patria, que se enfrenta no ya
solo a los miedos naturales de la gente, sino a todo el daño que hace la
campaña propagandística de unos medios de comunicación que viven entre la poca
afinidad ideológica hacia esa izquierda, y el miedo de que se les acabe las subvenciones
estatales si hay un cambio de gobierno que quiera cambiar el status quo de los
medios de comunicación generalistas. Por otro lado tenemos, como muestra, a
miembros del PP de Castilla La Mancha, hay videos en la red que lo corroboran,
que proclaman, tras el anuncio de la coalición PSOE-U-Podemos en la comunidad
manchega, que Podemos está lleno de delincuentes de todas las especies, incluso
pederastas. ¿Y qué hacen, acuden al juzgado a denunciarlo?; no: solo lo dicen
ante la alcachofa de un micrófono. Por enésima vez: yo no voto Podemos. Soy
peor aun para esos que tanta tirria le tienen a los podemitas. Pero me limito a
constatar que no hay nadie en la cárcel de Podemos, no se ha juzgado y
condenado a ningún alcalde, senador, presidente autonómico u otro cargo público
por corrupción. Y sí: muchos son ya cargos públicos. No conozco tampoco a ningún
podemita que, tras cinco años de abandono de la política, siga disfrutando de
coche y escolta oficial, por ejemplo como ese autoproclamado “progresista”
llamado José Bono. ¿O tú si conoces alguno? De hecho, muchos de esos de U-Podemos
han renunciado al coche oficial o lo limitan, si están obligados por el protocolo,
a la mínima expresión y no se de ninguna alcaldesa podemita que lo haya usado
para que la lleve a la peluquería en sus horas de asueto, como si hizo la
Botella, aquella que fue alcaldesa de Madrid sin presentarse a unas elecciones
como alcaldable y que hoy sabemos que, entre otras perlas de su mandato, una
fue venderle pisos de protección oficial a un fondo de inversión relacionado
con su hijo, que trabaja allá en las Américas del norte, como muestra inequívoca
e irrefutable de lo mucho que se interesaba la moza esta por los madrileños.
Como ciudadano de una capital con una
alcaldesa de la banda del coletas, tengo que decir que con Ada Colau en el
ayuntamiento de Barcelona no he visto ni he percibido problemas más graves que
los que haya podido tener esta ciudad con otros alcaldes de otras fuerzas políticas.
Es más: Ada ha abierto un melón que era imprescindible abrir, como era el de la
masificación de turistas en el centro de la ciudad de Barcelona y los efectos
nocivos de cierto turismo depredador, especulador e incívico. Con la
problemática del proceso independentista de fondo y todo lo que arrastra,
cualquier noticia proveniente de Barcelona, y más con una alcaldesa tan
singular, se magnifica exponencialmente y se extreman los discursos de los que
ven en Podemos el fin del mundo o poco menos. Si tu inventiva te llevara a
entrar en un chat y leer el argumentario de aquellos y aquellas que echan
pestes de Podemos, comprobarás que es bastante limitadito y con un perlado
excesivo de insultos personales, de rocambolescas ideas como esa de que quieren
instaurar aquí un régimen comunista, convertidos todos en una suerte de nuevos enfebrecidos
senadores McCarthy en plena cruzada contra los rojos. Y por fin la derecha reaccionaria,
intolerante y cavernícola nos muestra su sentido de la democracia y su alto
concepto del respeto hacia quien piensa de forma diferente, cada vez que
proclaman que o ellos o el caos, cuando precisamente y con ellos este país no
ha podido ser conducido al caos con mayor presteza y diligencia. Es ridículo, esperpéntico
y constituye una verdadera payasa intelectual, ver a un político del PP que, se
trate el tema que se trate sobre un caso concreto de corrupción en su partido,
o se proponga como punto de debate los avatares de un tal Undargarín, los
fondos públicos que subvencionan esa aberración democrática como es la Fundación
Francisco Franco o la amnistía fiscal, siempre, indefectiblemente, acaban
aludiendo a Venezuela y Podemos como eje principal del Mal, así con mayúscula, como
si nos estuvieran haciendo un favor librándonos de esa banda de criminales que
hoy son rojos y mañana nazis, que hoy quieren acabar con la democracia y España
y mañana con nuestros símbolos patrios como la llamada Fiesta Nacional, reverberación
primaria de una cultura primitiva basada en el salvajismo de la tortura y
muerte de un animal, convertido todo ello en espectáculo.
Hay, al menos yo lo veo, lo percibo
en los semblantes, mucho odio irracional, de ese primitivo, en muchos de esos
del PP contra Podemos que en ocasiones encuentra la respuesta de algún miembro
del otro bando. Ese odio, esa inquina personal y en ocasiones febril hacia
Podemos por parte de los peperos, va a ir desplazándose hacia Pedro Sánchez y
los socialistas a medida que vaya configurándose y afianzándose la posibilidad
real de una entente a nivel nacional del PSOE y U-Podemos contra el PP, porque
nuestro drama nacional, nuestro principal problema como españoles, se llama PP.
Este PP. Yo no digo, como una del PP de Castilla La Mancha dice de Podemos, que
todos sean unos delincuentes y pederastas en el PP. Es obvio que no; como es
obvio el desbarre de la individua en relación a Podemos, que no hace sino
reflejar ese odio irracional y como es obvio que, la pervivencia del PP,
depende en gran medida de la capacidad que tengan en Genova13 de mantener vivo
un enemigo nacional al que combatir; ahora Podemos, mañana los catalanes y
pasado mañana los socialistas convertidos al comunismo bolivariano. Lo que sea,
con tal de salir en la foto como los salvadores de la patria. Y cuando decimos
lo que sea, es lo que sea: como el chusco capítulo de la policía política de
ese paladín de la democracia, que se
pasó por el forro leyes y hasta nuestra Constitución, con una ley mordaza que
viola los derechos de la ciudadanía y otros capítulos de infausto recuerdo.
Parece como si uno vislumbrara en
lontananza a esos canes de la prensa del régimen afilar los dientes para lo que
se avecina, que va a requerir que se muestren en plena forma para combatir a
dentelladas al Gran Mal, que llegará después del verano en forma de catalanes
primero y socialistas después. Y dice un
pariente lejano que tengo así como muy lejano y cuanto más lejano mejor, que le
gusta Catalunya pero no soporta a los independentistas. Yo me abstengo de
replicarle que a mí me gusta España, mucho además, y adoro el castellano
sobremanera como idioma y que encuentro de una ridiculez supina creer que un
idioma con más de 500 millones de parlantes, corre peligro ante otro que lo
tienen como lengua materna apenas 4 millones y medio; nací de echo español y
eso nadie me lo va a quitar como no sea yo mismo; pero obviamente en esta etapa
y a estas alturas de mi vida, que me quieran más o me quieran menos es algo que
no me preocupa tanto, como que me toquen los cojones los putos fascistas de
mierda. Entre otras cosas, porque ya lo debe saber. Y para mí un fascista es un
fascista, tanto me da si es rojo o azul; aunque y como bien sabemos en esta
piel de toro predomina el azul por razones de supremacía histórica. De eso, mis
queridos mastuerzos, yo no tengo la culpa. ¿Y a quien estas llamando tu
mastuerzo, eh? mírate, esmirriado, que parece que te hayas escapado de Auschwitz,
puto muerto de hambre.
Ay…que dolor de España tengo.
A más ver
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