ORATES Y OTROS VITUPERIOS

Hace falta mucha mala leche o ser un estúpido o un completo ignorante. Escójaseme lo que se quiera; pero afirmar que, con la Guardia Civil al mando de la lucha antiterrorista en Catalunya, no habría muerto nadie en Las Ramblas, es una tontería superba. ¿A cuántos ha matado la ETA, con la Guardia Civil al mando de la lucha contra los terroristas? ¿No estaba la Guardia Civil al mando, cuando los yihadistas atentaron en Madrid el 11-M? Pues quien reclama que vuelva la Guardia Civil a Catalunya es nada más y nada menos que el General en la reserva Pedro Pitarch, que dicen es uno de nuestros generales más reconocidos. Así que por respeto a su carrera no lo voy a llamar ni estúpido ni ignorante, con lo cual solo me queda calificar sus declaraciones de propias de alguien que encuentra una válvula de escape a su frustración y su mala leche. Hasta afirma que informar en catalán del atentado en Catalunya por parte del presidente catalán, es una solemne tontería. Yo prefiero que quien informe, desde su casa, en su idioma natural, el materno, si es posible y máxime cuando hay víctimas de hasta 35 nacionalidades distintas, lo haga en 4 idiomas como hizo Puigdemont, no como Rajoy, al que difícilmente a veces se le entienda en el único idioma que habla, y de forma harto mejorable, por cierto. Pero de un general que ya nos advertía a todos que la independencia en Catalunya ni por las buenas ni mucho menos por las malas, no puedes esperarte ninguna muestra de simpatía hacia los Mossos que se han enfrentado a los terroristas abatiéndolos y deteniéndolos; sufriendo algunos de ellos heridas en la contienda; y no como otros que se dedican a criticar tranquilamente desde sus sillones y calificar de estupidez que uno hable en su tierra en su idioma materno. La senectud, y un concepto de democracia todo lo sui-generis que se puede haber dado, en unos cuarteles con el pasado que tienen los del ejército español, donde se han formado nuestros viejos militares, hace el resto. Por no hablar de las declaraciones machistas de este individuo en relación a las mujeres de la CUP y de Podem. De asco.

Tengo que tomarme todo esto con mucha filosofía y mi mejor de los talantes porque mi mosqueo lo noto in crescendo a medida que leo y escucho declaraciones de unos y otros, al tiempo que Puigdemont continua con su hoja de ruta, completamente a su bola, y que salga el sol por Antequera. Aprobada la Lley de Transitoriedat, como es obvio Rajoy la recurrirá al Constitucional y este la suspenderá, lo que no va a evitar que el Govern saque a las calles las 6.000 urnas que dice tener para la ocasión, porque en realidad mientras el Govern tenía despistados a los de Moncloa mirando facturas para ver si alguna tenía que ver con la compra de urnas, Puigdemont y los suyos se buscaban la vidilla yo no sé si pidiéndolas prestadas, o se las han regalado o ha formado un comando nocturno de salteadores y las han robado de alguna nave industrial así rollo butrón y tal. Que la gente que quiera podrá votar lo que quiera el 1-O, no tengo dudas. Otra cosa es que esa votación reúna las características propias de un referéndum acordado, legalmente constituido e internacionalmente aceptable. Pero Puigdemont ya asume que, aun y ganando ese referéndum, declarar la república independiente catalana no le garantiza su viabilidad; pero quizá tampoco se trate tanto de eso, como de dejar la impronta a nivel internacional de la represión política de Moncloa hacia lo que comenzó siendo una simple consulta no vinculante, y ha derivado en vete a saber qué patata frita.

Entre bambalinas, como a escondidas aunque fueron cazados, se reunían la noche del sábado pasado tras la manifestación de Barcelona, en casa del presidente de Mediapro Jaume Roures que ejercía de anfitrión, lo que bien podría ser la cúpula del próximo Govern de la Generalitat de Catalunya, Oriol Junqueras y Xavier Domench de Podem, acompañados de Pablo Iglesias y el propio Roures. Independientemente de lo que ocurra el 1-O, Puigdemont ya dijo desde prácticamente el minuto cero de su mandato, que su presidencia al frente de la Generalitat tenía una fecha de caducidad: la fecha del referéndum, y que una vez celebrado este convocaría elecciones constituyentes y él se retiraría a su Girona a seguir con su vida y sus cosas. Y en ese proceso constituyente de una nueva República Catalana, quieren estar situados en primera fila los republicanos de Junqueras y el Podem de Ada Colau, para hacer más efectivo un marco jurídico más social y más práctico en la lucha contra la corrupción política. La coalición política de ex convergentes y republicanos independentistas toca a su fin una vez celebrado el referéndum. Todas las encuestas dan como ganador de unas elecciones presidenciales a Esquerra Republicana, salvada de la quema de la corrupción que además se ha visto favorecida y de qué manera, por la sensatez, moderación y mesura de la mejor agencia propagandística que ha encontrado el movimiento independentista catalán, y que responde al nombre de Mariano Rajoy Brey, toda una máquina de fabricar independentistas, el fiera: Gracias, Mariano. Sin ti, quien sabe si no lo hubiésemos logrado nunca. Igual un día hasta te ponemos el nombre de una calle o algo, como señal de gratitud.

Bien; ahora viene la verdadera cuestión que justifica que yo me ponga a escribir esto en vez de hacer otras cosas con mi vida: ¿realmente yo me creo lo que estoy diciendo en lo relativo a la viabilidad inmediata (corto/medio plazo), de una República Catalana, en el actual marco geopolítico? No puedes crear un nuevo estado sin la aceptación internacional. O puedes crearlo y quedarte aislado del resto. No parece que los actuales vientos en Europa, que tiene en algunos de sus países conflictos territoriales pendientes como por ejemplo Francia y sus Corsos, auguren mucho bueno para los deseos independentistas; una Europa centrada casi que exclusivamente en parecerse a lo que nunca se ha querido parecer: una unión de desuniones de desiguales, gracias a las políticas neoliberales que fomentan las desigualdades sociales y las hacen más latentes y extensivas. No hay más que ver las declaraciones de Rajoy o del de Guindos, para comprobar que están implementando un sistema de productividad esclavista, con un modelo de contratación laboral en precario de forma crónica y unos salarios de miseria. Que digan que la revisión de los salarios es algo que hay que dejar para el 2.019 0 2.020 cuando se hayan creado los 20 millones de puestos de trabajo, no deja de ser una falacia porque para entonces o ya se habrán buscado otra excusa para no hacerlo( amenazas de deslocalizaciones de empresas, etc) o lo harán evidentemente a la baja, porque y a pesar de que Rajoy diga que hemos vuelto a recuperar el poder adquisitivo de antes de la crisis, es mentira o lo habrá recuperado él, porque lo que es la clase trabajadora ha registrado una media de más de 6 puntos porcentuales de pérdida de poder adquisitivo, en la comparativa entre las subidas del IPC y los salarios desde el año 2.007 al 2.017.  El incremento del IPC está teniendo efectos devastadores sobre el poder de compra de los salarios. Hasta el extremo de que hay que remontarse al siglo pasado para encontrar una coyuntura tan desfavorable para las nóminas, tanto las de carácter público como las de naturaleza privada. Dos datos reflejan esta evolución: Mientras que la inflación crece a un ritmo anual del 3%, como avanzó en febrero de este año el Instituto Nacional de Estadística (INE), los salarios, según los datos del Ministerio de Empleo, han crecido apenas un 1,2% hasta el pasado 31 de enero. Miente Rajoy una vez más porque los números lo dejan por mentiroso, que es lo que es en definitiva desde tiempo inmemorial; como ese cronificado bulo sobre sus aptitudes opositoras: otra patochada más que le gente nos tragamos como tantas y tantas cada día, sin cuestionarnos nada o preguntándonos que pasa en Venezuela.

Por cierto ¿qué pasa en Venezuela? Yo denuncio desde aquí este apagón informativo al que nos someten a todos, los putos comunistas que se han apoderado de todas las televisiones de este país salvo 13tv; que bueno: esos cómo viven en otra dimensión, pues como que para qué.

A más ver