Vistas de página la semana pasada

sábado, 26 de agosto de 2017

MESCOLANZA





Cuando, un ciudadano X, observa desde Catalunya como ese periódico que antaño fue un medio de comunicación aparentemente progresista, donde podías leer artículos de opinión, editoriales y artículos comprometidos con la democracia, la libertad y la igualdad social; y ese mismo ciudadano X contempla la actual deriva de El País, que no ha perdido subscriptores solo por la cuestión digital sino que también por su actual conservadurismo editorial, quizá ese ciudadano X pueda llegar a pensar que, tate, igual es que eso de que queramos un referéndum en Catalunya, les escuece. Pa mi que se han enfadao.

Quizá haya que recordar a ese españolismo que pretende achacar responsabilidades a quien no toca, que los responsables del atentado son los criminales abatidos por los Mossos y los detenidos y llevados ante el juez de la Audiencia Nacional. No hay otros responsables de los asesinatos en Catalunya. Pero a veces el odio, el rencor, la envidia, la obcecación te ciegan perturbando el poco sentido común que pudieras tener y como consecuencia de ello, te pones a decir disparates tales como los que se han oído y leído últimamente sobre Catalunya, los catalanes y sus máximos representantes políticos y su cuerpo policial. Yo lo escribí aquí mismo durante estos últimos días, y es algo que algunos medios de comunicación, como el The Economist o el New York Times, lo recogen en sus páginas, no porque me hayan leído y yo me sienta copiado, sino porque es un razonamiento del más puro sentido común: el gobierno de Moncloa ha desaprovechado una ocasión extraordinaria para conquistar a la ciudadanía catalana, para dar alguna muestra real de comprensión, de tolerancia y de afecto hacia el pueblo catalán y de reconocimiento hacia su singularidad nacional. ¿Y qué hace el gobierno de Moncloa y su servil caverna mediática? Si Susana Díaz hace mención a una víctima andaluza de los atentados en Catalunya, no pasa nada; pero si quien hace esa diferenciación entre catalanes y españoles es el Govern de Puigdemont, leña al mono que está haciendo proselitismo independentista. Por la misma ley si a Puigdemont le entrevista un medio de comunicación extranjero y el presidente catalán se queja de una realidad empírica, como es la reiterada negativa de Rajoy a dotar de presupuesto para crear 500 nuevas plazas de Mossos d´Escuadra, y todas las trabas que ha puesto Moncloa a la policía autonómica para acceder a la base de datos de Europol y otros organismos de seguridad europeos, Puigdemont está usando el terrorismo con fines políticos y eso que dijo el regidor del ayuntamiento de Pozuelo sobre Ada Colau, por ejemplo, de que la alcaldesa  ha allanado el camino a los terroristas por no poner bolardos en Las Ramblas, es una nadería sin importancia. Obvian, como es lógico, de la deriva de la que venimos con Rajoy diciéndole a Puigdemont a todo que no, e incluso ni mencionan, para qué, la reunión en la delegación del gobierno en Catalunya que mantuvo Rajoy, Zoido y los mandos de la Policía Nacional y Guardia Civil, de la que excluyeron a los Mossos, uno de los cuales por cierto mientras esos se reunían, abatía a tiros a 4 terroristas que habían atropellado a una mujer matándola en Cambrils, y otro Mosso enviaba al paraíso a vivir eternamente con 70 o 70 mil vírgenes, al quinto mártir de la causa de los desquiciados religiosos. Digo yo que, por extensión, son y serán a partir de ahora responsables los alcaldes de todas las ciudades del mundo donde atenten los terroristas y, en el lugar del atentado, no haya puesto el ayuntamiento los preceptivos bolardos. Da igual que tras la reunión de los mandos de los cuerpos de seguridad del estado, entre otras recomendaciones a las autoridades políticas, desestimaran el tema de los bolardos porque estos no hacen otra cosa que desviar los atentados hacia otros espacios y eventos donde se aglutine la gente; no soluciona el problema de los atentados: solo los desvía a otros espacios. Pero hay que pringarlo todo, hay que gritar a pleno pulmón que los de Podemos son amigos de los terroristas, que Puigdemont es un enemigo declarado de España y de que los independentistas están haciendo campaña con los muertos.

Otro tanto de lo mismo ocurre con las cadenas de televisión generalistas españolas: Tele5, Antena3, Cuatro, incluso La Sexta y ya no digamos TVE, han estado obviando sistemáticamente los insultos hacia Catalunya y los catalanes y se han centrado en buscar cualquier cosa que sirviera para acusar de algo a Puigdemont y los suyos. Es obvio que así no vamos a ninguna parte y que ese ciudadano X de Catalunya, puede incluso sentirse incomodo con la presencia de ciertos personajes, por ejemplo en la manifestación de hoy sábado en Barcelona y esto, me parece tan obvio, como la propia incomodidad que puedan sentir los propios personajes que provocan, a su vez, ese malestar en el ciudadano X. Que no; que yo no soy el ciudadano X: a mí no me incomoda la presencia del rey y de Rajoy esta tarde en Barcelona: me repugna. Pero la soportaré porque entiendo que son un símbolo y representantes de los españoles y yo no tengo nada contra los españoles así en general: yo mismo nací español, muy y mucho español, que diría “el poeta”. Pero después de nacer, a algunos, que no a todos, nos ha dado por tener la puta manía de crecer; y así, con el tiempo, me he configurado como un republicano y un antifascista, sin distinguir fascistas rojos de azules porque el fascismo la única ideología que tiene es la de su supremacía, por las buenas o por las malas. Y a mí, por las malas, no.

Es obvio que Rajoy no va a seducir a los catalanes; ni ahora ni nunca. Ni sabe, ni quiere ni políticamente le interesa. Y tan obvio como eso, es para mí que este tío no tiene la capacidad intelectiva para presentarse a las oposiciones de Registrador de la Propiedad, en igualdad de condiciones con el resto de opositores, y ganarse la plaza. Es uno de esos hijos de personajes construidos durante la dictadura fascista, que gracias a las influencias de papa acabaron bien colocados, como se ha hecho en este país históricamente. Todo un portento de padre, por cierto, que ni yo hubiera querido para mí, que colocó de registradores a 3 de sus 4 vástagos y al cuarto de notario. No te digo nada, la mano que tenía el perla del padre, como Presidente de la Audiencia Provincial de Pontevedra, cargo durante el cual el padre de Rajoy se vio envuelto en el famoso “Caso Redondela” en su calidad de juez, caso instruido y juzgado por la desaparición de millones de litros de aceite. Se realizó un juicio sí, que duró hasta noviembre de 1974 y pringó a un buen número de respetables ciudadanos. Por decirlo de algún modo, nunca se supo la "verdad" del asunto; uno de los implicados directos, Isidro Suárez, murió en la cárcel de Vigo en extrañas circunstancias; otro implicado, José Maria Romero, que fue uno de los que destapó el "affaire", apareció muerto también en su casa de Sevilla (padre, madre e hija, asesinados en su domicilio); uno de los principales accionistas afectados era Nicolás Franco Bahamonde y como abogado defensor se encontraba José Maria Gil Robles. Nombres añejos donde los haya, sin duda. Nos ha estado tomando el pelo con su curriculum, como le tomó el pelo con su curriculum en su día un tal Roldán al gobierno de Felipe que lo aupó a la Dirección de La Guardia Civil y el posterior choriceo del falsario; y como tantos y tantos espabilados inflan su curriculum con títulos y conocimientos imaginarios en todo el orbe. Rajoy vendría a ser el tuerto en el país de los ciegos, sí; lo que pasa, entre otras muchas cosas que pasan pero esta no la nombramos mucho, es que al españolito de a pie le toca mucho los cojones reconocer sus errores, que se aferra cuando la caga al más vale malo conocido que bueno por conocer; que su bravía está sobrevalorada, porque mira que le han dado por culo últimamente y ahí lo llevas: manso y santurrón, incapaz de rebelarse ante quien le deja sin trabajo, le roba tirando así por lo bajo 60 mil millones en el mayor atraco de la historia, no a un banco, sino de la banca a todo el país, le echa de su casa y lo condena a vivir en precario de forma crónica y aún tiene los santos cojones de creerse que sus problemas son Catalunya y Venezuela. Equivocadamente o no, en Catalunya al menos hay alguien con intención de cambiar algunas cosas; en el resto del estado español, no: debe ser que les va de fabula.  

Suerte tenemos que en Catalunya pervive la simiente republicana porque, como diría Jorge Drexler: vale más una quimera, que un trozo de tela (bandera) triste.

Y os voy a poner una canción, fruto de la fusion de lo catalán y lo andaluz, hala…por tocar un poco los… daixonses .

A más ver  




No hay comentarios:

Publicar un comentario