Volvamos a las mamadas, manadas,
andadas…sí: andadas, mejor. El anterior post lo comencé de esta guisa: “Volvamos a recomenzar. Empezaba diciendo de
mi mismo que soy malo. Es obvio que no; que soy peor aún: soy un malo pasado de
fecha, caducado. ¿Por qué? Hombre, está claro: España es el país, estoy seguro,
que produce mayor numero de sabios del mundo por kilometro cuadrado. Es
asombrosa la cantidad de gente que sabe donde están los males del país y cómo
arreglarlos. Si hacemos caso a unos cuantos que yo me sé, conoceríamos una
nueva dimensión de palabras como democracia, libertad, ley… “
Vale.
Ahora
hagamos como que comenzamos este post igual y continuamos a partir de los
puntos suspensivos del primer punto de ayer; tal que así: Volvamos a recomenzar.
Empezaba diciendo de mi mismo que soy malo. Es obvio que no; que soy peor aún:
soy un malo pasado de fecha, caducado. ¿Por qué? Hombre, está claro: España es
el país, estoy seguro, que produce mayor numero de sabios del mundo por
kilometro cuadrado. Es asombrosa la cantidad de gente que sabe donde están los
males del país y cómo arreglarlos. Si hacemos caso a unos cuantos que yo me sé,
conoceríamos una nueva dimensión de palabras como democracia, libertad, ley… (Oído
cocina, que a partir de aquí ya es otro rollo patatero nuevo) eso es lo que se
puede deducir, esa nueva dimensión de esos conceptos, si uno lee a personajes
como el Hermann Tertsch o el tal Salvador Sostre ese, que encima cobran por
escribir, lo que subliminalmente me explica lo gilipollas que es uno que yo me
sé, que lo hace mejor y lo hace gratis. Sostiene ese “demócrata” de toda la
vida, el catalán ese del techo, (sostre= techo) que la solución para Venezuela pasa
por un golpe de estado que derroque a Maduro, que se imponga a partir de
entonces una “transición autoritaria” hasta que el país esté preparado para una
elecciones, tomando como modelo, dice el andoba, a Pinochet, que tras su
periodo de “transición” en el gobierno chileno fue capaz de convocar una elecciones,
perderlas y marcharse a casa. Y como se ve que le gustaba la libertad que el
general le procuró al pueblo chileno durante su gobierno, propone incluso que
los venezolanos copien el modelo económico que impuso en Chile Kissinger y
Milton Friedman, un desbocado neoliberalismo salvaje que llevo al país a las
más altas cotas de pobreza y miseria que recuerda el pueblo chileno y que
desembocará, finalmente, sostiene este paladín de la libertad de los pueblos
oprimidos, siempre que los pueblos oprimidos no sean árabes, africanos o
asiaticos porque esos que se jodan, que todo ello confluirá al final en unas
elecciones libres en un país saneado y plenamente democrático como es Chile a día
de hoy, gracias a lo que él considera un modelo “clásico”, en el que la imposición
autoritaria del orden es el primer paso hacia la libertad y las guerras
ganadas, asegura el tío del techo que está que lo peta, las que aseguran la
paz; mismamente como en España, donde un tal Franco tuvo a bien rescatarnos y
salvarnos de caer en las garras del Pacto
de Varsovia y de haber vivido al otro lado del telón de acero. Para este
individuo Pinochet tuvo “algunos errores como todo el mundo”; pero sobre los más
de 4.000 muertos y desaparecidos entre 1.973 y 1.990 y sobre los famosos vuelos
de la muerte, la represión política y las torturas, robos y saqueos de la policía,
militares y grupos paramilitares no dice ni pio. Debe considerarlo una
menudencia, una anécdota sin la suficiente relevancia como para que él, el
libertario español, dedique su tiempo a escribir unas letras mencionándolo. Si
esto no es fundamentalismo, extrema y peligrosa radicalidad, publicidad
fascista y bazofia intelectual remunerada, es que me ha dado mucho el sol esta
mañana y ya no distingo entre eso y una égloga al amor y la libertad rupestre.
Como
aprieta el sol, nene. Menos mal que nos ha dado un poco de tregua. A ver si se
reponen de la calentura algunas cabecitas locas, que salen a la calle sin
protegerse la cabeza y claro, al ratito les empieza a bullir la sesera y salen
los efluvios de la ebullición en forma de pensamientos profundísimos que recién
descubrimos, como el que nos ha ofrecido recientemente la nueva libertaria del
PP, Andrea Levy, que se declara reivindicativa y revolucionaria lo que, unida a
la Cospedal que con su pañuelo palestino nos decía ser la defensora de la clase
trabajadora, tenemos en el PP elementos
subversivos o es que bien el PP es todo un elemento subversivo en sí mismo y,
naturalmente, los cuatro catetos de turno no lo vemos, no lo sabemos interpretar
porque somos tontos del culo que no distinguimos entre un general
revolucionario y libertador y un dictador comunista criminal y sanguinario. Po
cierto que no siempre gana el amor…oh…¿qué me dices?: que la Levy se ha
separado de su novio independentista. Toma catalufo, ahora a buscar otra
alternativa para tu melindro separatista. ¿Cómo dices?; no: que la calor… ¿o es
el calor?; el mar…la mar…el PP…la revolución… lo que está dando de si este
verano solo es la antesala de las fiestas que viviremos en la nueva colección de
otoño que vendrá por gentileza del corte inglés: comenzaremos con la algarabía festiva
y colorida en el noreste peninsular el 11-S, entrante del primer plato allá por
octubre, un salteado de libertos a la catalana flameados con orujo gallego,
todo muy nuestro. A ver si es que me está dando también mucho sol…
¿Sabéis
qué?: vamos a comer y mañana el destino proveerá en justicia para cobardes y
valientes, para pobres y avarientos, para zánganos y voluntariosos porque hay
que creer en la justicia del tiempo, justiciero implacable en ocasiones que
desnuda las sandeces de unos y las memeces de otros. No es que siempre acabe
bien la película, pero tampoco se puede esperar mucho más del elenco. Más de 42
millones de actores interpretando una vida, una vida de prestado que no es
suya, delimitada, circunscrita al modo de vivirla impuesto por gente poco
amiga, a los que solo los más imbéciles rinden pleitesía con la misma altura
moral que destila un confeso y orgulloso chivato dentro de una cárcel.
Ahora tas
pasao, bacalo…; que no, que es el calor. Otras se dicen revolucas de derechas y
mírala, tan pancha. No te pongas mucho al sol que ya ves que pasa, crápula.
A más ver
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