Con la cantidad de cosas que se están diciendo últimamente,
me llama la atención sobremanera que, personas supuestas y aparentemente
maduras e inteligentes, digan alguna que otra chorrada, incluyendo el llegar a creérsela
como un axioma indiscutible. No es que haya dejado de ser una persona madura e
inteligente en este caso concreto, pero no me pareció un comentario ajustado a
la realidad el de Xavier Sardá, al afirmar en la noche de ayer sábado, por
ejemplo, que la ciudadanía no se merecía lo que le estaba pasando por culpa de
esta clase política. Y hombre, te niego la mayor porque es la ciudadanía la que
los ha votado, y viene votando repetidamente, a pesar de que sabemos, no ya de
esta legislatura sino que ya llevan unas cuantas, que son unos embusteros patológicos
y unos corruptos de tomo y lomo. No puedes eximir a la ciudadanía de su parte,
y grande, de responsabilidad, en la elección y reelección de estos elementos. Estamos
pagando la desidia, la indolencia y la cerrazón mental de una ciudadanía apalancada
en su autocomplacencia que, como contrapartida a su voto de confianza en esa
banda de falsos y de delincuentes, ha sido engañada, burlada y saqueada como no
lo ha sido nunca desde que uno tiene memoria. Algunos llevamos muchos años denunciándolos
aquí mismo y en otros foros, pero al ser uno un simple mindundi no parece que
haya convencido a nadie prácticamente de nada, viviendo cada cual encerrado en
su caparazón ideológico, sin capacidad ni ganas para la autocritica y la rectificación
como viven, como así mismo lleva uno años diciendo que hay que salir a la calle
en masa; y volver a salir y salir de nuevo, una y otra vez, hasta que esto
cambie. Recordad como no hace mucho los defensores del régimen del 78 incluso
han llegado a declarar pública y abiertamente que salir a la calle a protestar
no era muy cívico y que así no se consigue nada. Mansos y sumisos como
corderitos, así nos querrían por los siglos de los siglos, porque no hay nada
peor para una casta política corrupta, que verse ante una ciudadanía organizada
y pertinaz en la protesta callejera. Como así mismo llevamos algunos muchos
años denunciándolos, también hemos exigido que a sus señorías, antes de la irrupción
a nivel estatal del caso Rivera, se les someta a controles de alcoholemia y de sustancias
estupefacientes, que os parecerá una ocurrencia, pero que podría deparar más
sorpresas de las que se podría esperar, en un principio, de gentuza que pasa
por creerse por encima del bien y del mal. Lo malo es que esa ciudadanía que se
cobijaba bajo el paraguas de su inamovible parapeto ideológico, hacia como que
no llovía, estaba cómoda y tranquila porque no se mojaba, cuando en realidad estaba
lloviendo a cántaros. Ahora lo pagamos todo eso, y no podemos ni desentendernos
de nuestra responsabilidad ni decir que no nos lo merecemos. Nada es
irremediable, por supuesto que sí, nada menos la muerte lo es. Pero tampoco
parece que hayamos aprendido gran cosa en el fondo si, de resultas de todo lo
que está pasando últimamente y según todas las encuestas, vamos a darle a una
derecha podrida, y a la otra que está más a la derecha aun que la podrida y que
crece en proporción a la crispación que la sustenta y que ella misma provoca,
una mayoría aun más solida en el congreso. Ciertamente las opciones no ofrecen
alternativas con garantías de nada, porque la izquierda en España está, una
parte de ella, defendiendo vergonzosamente el status quo como parte integrante
que es de ese régimen del 78, y la otra anda desaparecida en la guerra de sus
luchas internas cainitas y nada constructivas; pero ambas, P$OE y Podemos, sin
capacidad operativa aparente para movilizar a la gente y/o darle respuestas
alternativas, atractivas y creíbles. Sin mentar a los sindicatos, una pieza básica
en todo esto que se ha ido disolviendo como un azucarillo y que viven atrapados
por sus dependencias y sus subvenciones, amenazadas si se implican en exceso en
la protesta. ¿O es que con 6 millones de parados como hemos llegado a tener, o
la mera legislación laboral vigente, no ha sido y es motivo suficiente para
movilizar a la gente? Porque mucho quejarnos de la precariedad laboral, de los
contratos basura y los sueldos miserables, pero no veo a los sindicatos
mayoritarios llamar a la gente ni para salir a pasear. El otro día, por
ejemplo, le ofrecían a una sobrina mía un puesto en la cocina de un colegio: un
contrato de 3 horas diarias a 5 euros la hora, de lunes a viernes. ¿De quién es
la responsabilidad final de esa oferta de trabajo: de quien legisla para
hacerla posible y legal, o de quien se acoge a ella para no pagar más? Quitaos la
venda de los ojos porque un gobierno de C´S y PP con más escaños aun en el
congreso, no va a cambiar esto para nuestro bien, es ilusorio y fantasioso,
como la Fanta de naranja. El 8 de marzo recuerdo haber escrito, después de
alegrarme y congratularme de la movilización femenina en su día reivindicativo,
que con una movilización no basta, que hay que ser constantes en la protesta
porque si todo se reduce a una movilización el día que lo dicta el calendario,
para el 8 de marzo del 2.019 no se habrá conseguido nada. Desgraciadamente ha
tenido que ser el caso de esa victima de esa manada de miserables, ayudados por
unos jueces que son el espejo de buena parte de una judicatura podrida que
padecemos que es heredera de la cultura franquista y misógina, la que ha vuelto
a poner a las mujeres en la calle. Para marear la perdiz, o para callarlas y
callarnos a todos, nos sale el gobierno con una salida por lo superfluo:
revisar el Código Penal. El problema no es el Código Penal vigente o, para no
ponernos tan radicales, no es el único ni el principal: son esa pandilla de
jueces que hacen las interpretaciones que hacen, absolutamente incomprensibles
para la sociedad, destinataria final de sus decisiones y sentencias, de las que
todos somos víctimas en mayor o menor grado, porque, entre otras cosas, existe
un corporativismo atávico muy poderoso en el mundo judicial, fruto de no
haberse implementado la democracia en esa otra casta de los poderes del estado.
Y todo esto trae como consecuencia que esa chica, mañana, puedes serlo tú.
Pero vamos a tener que ser más constantes en la protesta,
necesariamente, si tiene que ser colectivo a colectivo, ya que no hay un P$OE,
ni un Podemos ni tampoco unos sindicatos que ejerzan de lo que tienen que
ejercer y hagan lo que forma parte de sus responsabilidades: oponerse y hacer
frente a este gobierno con todas las armas licitas y legales a su alcance. No
os preocupéis, que no lo harán. No se pueden mover, porque si Pedro Sánchez se
volviera loco y ejerciera de lo que se supone que tiene que ejercer, se lo
comen vivo; y el otro ya ha tocado techo al parecer y anda más pendiente de su
propia supervivencia en el partido, ahora mismo, que de los problemas de la
sociedad, con el miedo añadido de Catalunya, con la que desearía estar y no
está por temor a restar votos en los terrenos hispánicos.
Nos queda mucho por pasar. Tenemos en lontananza la
sentencia del juicio de Alsasua que, visto lo visto, va a servir a la derecha para
seguir agitando el ambiente patriotero a través del relato manido de un estado
perenne de terror solapado en el país Vasco. Vamos para atrás, como los cangrejos,
porque hay muchos intereses en juego y cuando los intereses se anteponen a la política,
se acaba la democracia. Los poderes fácticos de este país han decidido, parecer
ser, que debemos hacer un repliegue y centralizarnos y unirnos todos, queramos
o no, bajo la misma bandera y el mismo himno, o correr el riesgo de ser
considerados rebeldes, sediciosos y antisistemas peligrosos. Se empieza
marcando al que discrepa y se acaba imponiendo el pensamiento único.
Venga, una de buena: como sabéis soy un adicto a las drogas
duras y ahora me estoy tirando el pegote con la quimio, currando y todo, a mi
bola: hemos reducido los nódulos a la mitad de su ridículo tamaño, pasando de 9
a 4/5 milímetros. Me han preguntado qué quería hacer, si seguir o parar, y
obviamente, eso ni se pregunta: aniquilarlos sin compasión. Sigo con la quimio
y en julio veremos otra vez y, espero que, lo que veamos, es que no vemos nada
ya. Lo que peor llevo, a mí que me gusta la buena mesa, es la tortura que
representa el comer. Pero lo relevante y prioritario es lo que es: acabar con
esas células locas y no dejar ni una viva. El martes encima es mi cumple y en
Barcelona tenemos esta semana nuestra feria de abril sevillana montada por todo
lo alto. Allá que me voy de cabeza. No es lo mismo, claro, pero… menos es nada
y hay que disfrutar lo que se pueda.
(Fijaos como están de nerviosos ya, que la foto que encabeza este post la publicó en un error el propio Ministerio de Hacienda. Ya la han retirado, claro... 😅 )
(Fijaos como están de nerviosos ya, que la foto que encabeza este post la publicó en un error el propio Ministerio de Hacienda. Ya la han retirado, claro... 😅 )
A más ver