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martes, 3 de abril de 2018

ESPINA, ESPADA, ESPAÑA


                                                                           

Algunos de esos españoles que se dicen tan españoles al tiempo que se llevan los parnés a paraísos fiscales, mismamente sí, como esos catalanes que se dicen tan catalanes y hacen lo mismo, con la salvedad de que en Catalunya ya los hemos echado de la política y el “españolismo” no tiene cojones de meterlos en la cárcel (me refiero a los Pujol, esos que yo soy el primero que quiere verlos ente rejas y “ciertos españolísimos” no tienen testiculina suficiente, visto lo visto, de sentarlos en un banquillo) y de que los ladrones españoles muchos de ellos siguen, no solo activos, sino con ganas de volver a presentarse (me refiero a los Rajoy&Brothers), muchos de esos españoles, como decía, se sienten llamados a allanar el camino para la próxima ola de represión que puede desatarse sobre el independentismo. En esa línea, demonizan y pretenden criminalizar las movilizaciones y cortes de tráfico protagonizadas por los miembros de los CDR, a los que la Fiscalía, presionado como está Rajoy por Rivera que lo conmina a hacer algo contra los manifestantes desde su cómoda posición de oposición que nada pierde y mucho tiene a ganar, está estudiando si querellarse contra ellos acusándolos de rebelión, nada menos. Por cortar una carretera y provocar lo que tantas y tantas veces han provocado otros colectivos de manifestantes. Pero claro, es que estos son catalanes independentistas y no es lo mismo que unos mineros, que unos trabajadores de tal o cual empresa o gremio ¿verdad? de los primeros se ríen más o menos como siempre, los otros al talego a la menor ocasión. Y si no, siempre podemos recurrir a medios como Crónica Global, que tras explosionar un pequeño artefacto en un concesionario de Mercedes en Barcelona que rompió una de las puertas, les ha faltado tiempo para calificarlo de Kale Borroka y atribuirle sibilinamente a los CDR la autoría de un acto del que, hasta ahora, nadie ha reivindicado su autoría. La última vez que el estado español quiso garantizar la seguridad en Catalunya, se trajeron a 10.000 agentes a repartir porrazos indiscriminadamente a madres, abuelas e hijas ergo, ¡ay, coño, que me ha pinchado! medalla que se ganaron los de las porras repartiendo patriotismo español del bueno. Por cierto, el edificio del Ateneu de Sarrià de Barcelona que quemaron los fascistas, que dejaron, aquí sí, su sello inconfundible junto a sus amenazas de muerte a los miembros de los CDR que se reunían en el Ateneu, va a tener que ser derruido totalmente por los efectos del incendio sobre el inmueble. Pero como estos fascistas no quieren revertir el orden constitucional sino devolvernos a las catacumbas, el señor fiscal puede dormir tranquilo que sus lobeznos han llevado a cabo una acción heroica en aras de la salvación de la unidad territorial de la patria.
                                                                         
Veo, percibo, intuyo a la gente temerosa últimamente. Porque yo no sé hasta que punto sois conscientes, en el resto de España, del estado fascista que ha implementado Rajoy, a la chita callando. Y hay gente que se está reprimiendo de llegar y de decir bon día, no sea que eso constituya un acto irrefutable de violencia insurgente y de manifiesta rebelión. Os lo he dicho tropecientas veces: la verdad no existe, solo existe la verdad del relato que cada uno quiera creerse y defender y, en cuestión de relatos, el estado cuenta con toda suerte de cerebros pensantes, pasantes, jueces y fiscales que te lo “afinan” convenientemente, perlado, además, por una oposición socialista en posición perruna, que se entremezcla con esta derecha reaccionaria como el huevo y la harina para hacer la masa de los buñuelos y las rosquillas anisadas: son su complemento ideal, cómplices necesarios para la instauración de un régimen embustero, corrupto y autoritario, que roba, transgrede las leyes sin rubor alguno y, al tiempo que lo hace, lleva a cabo sus fechorías con total impunidad, exigiendo a lo demás su escrupuloso cumplimiento. Hipócritas de la peor calaña que le ponen el ribete al ridículo canturreando la canción de la legión; estoy convencido, además, de que la cantaron creyéndose por un segundo que eran valerosos y aguerridos legionarios en plena misión de rescate patriotero. Nos quieren callados, en casa, sumisos y sometidos. Y van a golpear y machacar fuerte a quien ose levantar la voz y enfrentarse al estado. No podemos aceptar como algo normal, como algo de lo más común y cotidiano que se pretenda acusar de rebelión a quienes cortan una carretera poniendo unos neumáticos ardiendo. Podemos estar de acuerdo en que esa no es la mejor de las formulas para reivindicar lo que sea, esta o cualquier otra reivindicación que se haya hecho usando el mismo procedimiento de los neumáticos ardiendo en mitad de las carreteras; pero, y hasta donde uno sabe, no se ha agredido a nadie ni los de los CDR iban armados, ni pretendían dar un golpe de estado contra el gobierno ni nada que se le parezca remotamente. Lo malo es que se levantaron las barreras de los peajes y, amigo, eso es pecado mortal porque las empresas del Ibex35 perdieron dinero, corrieron raudos y veloces a quejarse al Rivera y a este no le quedó más remedio, con lo bien que se vive en la oposición, que reclamarle a Rajoy que hiciera algo; ese algo era enviar al fiscal a decir que si se podía, se querellarían contra los del CDR por rebelión. Con un par. Pero esa misma demostración de “fuerza” a nivel interno, que le va muy bien a Rajoy para dirimir sus cuitas con Rivera en la batalla por el españolear más que el otro, fuera de aquí se vuelve en su contra porque da a la defensa de Puigdemont argumentos para rebatir la acusación por rebelión. No tienen más que decirle al juez: …” ¿Lo ven? Acusan a cualquiera por rebelión y malversación, hasta a simples civiles que cortaban una carretera con unos neumáticos como señal de protesta, pacífica y no violenta, por la detención de mi cliente, señoría”. La próxima acusación por rebelión, sedición y malversación me la pido para mí, que me iba a divertir un rato. Porque yo, tengo una banda, de rock and roll, uoo uoo…ay, no; perdón: porque es obvio que, yo, he contribuido a este estadio pre guerra civilista con mis votos a los sediciosos y por una república, y queda manifiestamente demostrado que no me trago ni una puta palabra de esos ladrones fascistas de mierda que habéis elegido para gobernarnos, por lo que aliento, según el relato que pueden usar como acusación que yo mismo les ofrezco al módico precio de cero euros, desde las redes, a la gente a la rebelión en todos y cada uno de mis post y de mi Blog. En ese línea, confieso públicamente haber malversado mis propios fondos privados al haberme comprado un par de lacitos amarillos, un foulard del mismo color, una camiseta con la imagen de Trapero reivindicando su buen hacer, una urna pequeñita de plástico conmemorativa del 1-O, una bandera republicana, una estelada nueva que la que tenia estaba ya desgastada de lucirla en el balcón de casa, un par de pins reivindicando la libertad de los presos políticos y…ya está, creo. Así que mi despreciado amigo fiscal, sírvase querellarse contra este individuo insurgente y pecador por los delitos de rebelión, republicanismo y malversación de fondos; aunque sean los míos, ganados con mi trabajo; da igual: la cosa es intimidar ¿no? ¿Dónde hay que coger número, por cierto, para ponerse a temblar, todo intimidado yo que vivo ya? ¿Y se puede temblar y llorar al mismo tiempo? ¿Eso sería una eximente, o una agravante?
                                                                             
La mesa del Parlament de Catalunya acaba de aprobar el voto delegado de Puigdemont con los votos de JxCat y Esquerra con la advertencia de los abogados de la cámara que se contraviene el auto del juez Llarena, que entre otras medidas cautelares adoptó la de negarle el voto delegado. ¿Un nuevo lio? Más bien parece una probatura de la defensa de Puigdemont, alentada por la “recomendación” de la ONU al estado español de respetar los derechos políticos de Jordi Sánchez, que quiere comprobar la reacción de Llarena para añadirla como argumento de su defensa en función de su principio de conveniencia. Lo mejor que podría pasar, aparentemente, por tanto y desde el punto de vista de la defensa de Puigdemont, es que le conceda el voto delegado y lo peor, obviamente, que no se lo conceda. Pero lo que en realidad más le interesa a la defensa es justamente lo contrario: poder demostrar que su defendido sufre un estado de indefensión y se vulneran sus derechos políticos. Rajoy, per se, no es tan hábil ni estratega como Puigdemont y, realmente, no lo necesita porque cuenta con los poderes del estado que juegan para él y un estado que pagará el precio que deba pagar, para impedir la independencia y hacer la vida imposible a los independentistas.

Después del patético llamamiento al PSOE para que “le presten” cinco votos al azar y así poder aprobar sus presupuestos, ¿a quién llamaran esos del PP “traidores al pueblo español”, que se niegan a favorecer los derechos de todos los españoles, reflejados en los presupuestos con las subidas de las pensiones y salarios que no se van a poder aplicar, entre otras cosas de “interés social” según el PP? ¿los del PSOE, los del PNV? Mejor los del PNV ¿no?, total: son vascos y también abrazarían la independencia con el mismo entusiasmo que los catalanes ¿o no? Alguien se va a tener que tragar el sapo de su antiespañolismo porque así lo dictaminarán esos “patriotas” del PP. Ellos no, por supuesto, que tienen valor para decir ante las cámaras que se desviven por colaborar con la justicia, al tiempo que tiene que acudir la policía a la sede del partido en Génova 13 porque no les daba la gana de darle al juez la documentación que este les requería sobre los costes y financiación de las obras de rehabilitación de la sede del partido. Venga, ese pedazo de pase de pecho…oleeee. Y esa chicuelina…oleeee. Y de ole en ole hasta el triunfo final, que solo se producirá cuando no quede ni un indepe porque estén presos o calladitos.       

A más ver

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