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miércoles, 4 de abril de 2018

TU QUERIDA ESPAÑA


¿Alguien en este país que se tenga por persona de bien, temerosa de dios, patriótica, sanamente democrática, con sus luces, claro está, sensata, moderada, razonable, ecuánime y justa, una persona, en definitivas, como dios manda y no como tú, pollo, puede asegurar que, en España, no hay democracia ni estado de derecho? ¡Yo mismo, caballera! Calla, tú eres un jodido republicano, agnóstico y pecador. Oiga, pero es que yo… ¡que te calles, puto antiespañol de mierda! Jodeeeer…como está el patio. Venga, vamos, en serio: ¿podemos asegurar, de forma taxativa, sin el menor atisbo de duda, de la menor duda, que porque aquí se vote periódicamente en una urna, eso per se nos valida como país democrático y que el estado español es un estado de pleno derecho? Pasamos de una dictadura a una “democracia” en un plis plas, en un chasquear de dedos cuasi mágico, llamándolo a eso periodo de transición que, algunos osados, incluso se atrevieron a adjetivar como modélico y exportable a otras latitudes del orbe. Pero deberían decirle también, a los bisoños que nos compren ese pasado nuestro, toda la historia y como ese periodo de la llamada transición, nos costó un balance de unos 200 muertos, muertos reales de personas humanas de carne y hueso; la inmensa mayoría de ellos víctimas de la represión franquista, de la llamada ley de fuga y de ataques fascistas, que daban sus últimos coletazos violentos. Para los ignorantes y desmemoriados, la ley de fuga consistía en detener a fulano o mengano, llevárselo al campo o la montaña, quitarle las esposas, decirle que estaba libre y se podía marchar y, cuando el detenido salía corriendo, volarle la cabeza o acribillarlo a balazos porque “había intentado fugarse”. Naturalmente que algunos y algunas disentimos claramente de la versión oficial de las cosas que nos pinta este país de color de rosa, con unos gobernantes modélicos, sí; modelos de lo que no deben ser nunca unos gobernantes en todo caso: embusteros, ladinos, lamesuelas, ladrones, delincuentes… ¡y que poco cala en este país de busca vidillas y Lazarillos de Tormes, la vergüenza y el lastre que supone tener el gobierno más corrupto de esa envidiada Europa! Mismamente, como si los envidiados fuesen los corruptos patrios. No sería la primera vez que uno tiene la vergüenza de escuchar, por ejemplo: “…pues si yo fuese mengano o zutano, me lo montaría mejor y robaría más aun”. No es que uno pretenda pasar por un ciudadano ejemplar, naturalmente, sobre todo si estoy delante de determinadas “autoridades”; pero como servidor público me abstendría muy mucho de según qué cosas y seguro que no me iban a pillar una cuenta en un paraíso fiscal, porque no va con uno aprovecharse de las situaciones más de lo debido y un servidor público debe dar ejemplo público de una gestión honesta. Pero por lo visto la honestidad en este país cotiza a precio de diamantes; de ahí que si los cabrones y cabronas volaran, íbamos a tener un verdadero conflicto aéreo por la excesiva masificación del espacio entre nubes   y desaparecería nuestra fama de país del sol para pasar a ser el país gris plomizo.
                                                                                     

Decía Shakespeare que la reputación es una atribución vana y falsa que suele ganarse sin mérito y perderse sin motivo. Dudo mucho que pensara lo mismo después de unas pequeñas vacaciones en España en 2.018, empapándose de la idiosincrasia española y sus dirigentes políticos, porque es justamente lo contrario. Si alguien se ha ganado, a pulso y con todos los méritos para colgarle el cartelito, la reputación de gobierno fascista, corrupto, ladrón y embustero como no hay otro en el viejo continente, ese es, sin lugar a ningún género de dudas, el gobierno de un tal Eme punto Rajoy, al que no localiza ni detiene ni dios. Que jode si lo has votado, me lo imagino. Como me imagino a tantos y tantas mintiendo al respecto porque nadie de tu entorno, seguro, los ha votado; como de mi entorno o el entorno de tu prima. Pasa en este país con tanta alegría como frecuencia que, a los fascistas, nunca los votan; aunque tengan mayoría absoluta. Eso sí: después salen españoles españolísimos hasta debajo de los sobacos de los moros; que mira que hay que tener mal gusto; pero bueno: allá cada cual con sus placeres públicos y sus vicios privados. Ya podéis, esos españoles españolísimos, volver a creeros las mismas mentiras que proclama el gobierno en sus frustrados presupuestos y podéis, por supuesto, culpabilizar a quien se os antoje: catalanes, vascos, socialistas o el sempiterno contubernio que se alía siempre contra los gobiernos de la derecha españolísima. La realidad es que no tiene apoyos porque, si por algo se caracteriza Rajoy, es por ser un político pésimo, sin capacidad de diálogo y con un excesivo bagaje autoritario, que se traduce en su soledad parlamentaria; de ahí que pasara de su mayoría absoluta a su absoluta minoría, salvada en última instancia por la extrema derecha de C´$ y la derecha “centrada” del P$OE, por el bien de la gobernabilidad del país, o eso vinieron a decir en la posterior etapa (la actual), precisamente de mayor conflictividad territorial y en la que estamos dando inequívocos síntomas de involución democrática. Después de la estrategia del despiste desviando vuestra atención hacia Catalunya, que no solo le ha servido para que pasáramos por alto tanta corrupción, represión y delincuencia de altos vuelos (seguro que ya nadie se acuerda, a estas horas, por ejemplo  de cómo Gallardón nos salvó los muebles –el 20% de nuestra deuda está en poder chino- impidiendo que la justicia española actuara contra el ex presidente chino Hu Jintao acusado de genocidio, que nos obligó a retirarnos de la esfera internacional y de poder actuar internacionalmente contra los grandes delincuentes internacionales y criminales de lesa humanidad), sino que le ha servido igualmente para aplicarnos las medidas represoras (Ley Mordaza) con la que siempre históricamente se ha sentido muy a gusto esta derecha cavernícola nuestra, que encuentra de lo más pecaminoso y criminal criticar al rey, cosa que aquí y solo aquí puede enviarte a prisión, al tiempo que ve de lo más natural que en semana santa, contraviniendo la normativa al respecto, ondeen a media asta las banderas en los cuarteles militares de un país constitucionalmente aconfesional, en honor a la muerte de un tal Jesús de Nazaret. No, si cuando hasta mi gato dice que hay más fuera que dentro…hasta el pobre animal se ha dado cuenta ante la ceguera de muchos bípedos que se dicen pensantes. En esa línea represora, como digo, en la que se siente tan a gusto le acompaña, incluso marcándole el camino, cómo no, la extrema derecha de C´$ y, albricias, pardiez, me cago en la leche hasta que se vuelva cacaolat, el propio P$OE; al que se le presuponía, cuando menos, en segunda línea de oposición oponiéndose, consiguientemente, al gobierno. Pero… hay que salvar España, señores. Y para eso se hace acompañar Rajoy, como digo, de ese P$OE adherido con todo entusiasmo a la represión, hasta el punto de confundir protesta con rebelión, libre asociación con asociación para revertir el orden constitucional, manifestaciones pacíficas con violencia sediciosa y, así, hasta donde se quiera llegar porque, como digo, hay que salvar a España de los rebeldes catalanes.
                                                                               
Ante la clara y diáfana manifestación, una y otra vez repetida, de las voces de más de dos millones de catalanes que solo querían ser consultados sobre si querían seguir formando parte de una España así, o preferían una República, PP, P$OE y C´$ aprovecharon y aprovechan para sacar la mayor y mejor tajada posible: los primeros desviando la atención sobre su podredumbre y sus organizaciones criminales que rebosan como la leche hirviendo, los segundos desviando la atención igualmente sobre su propio detritus ideológico que los lleva a la más absoluta irrelevancia política y los terceros, uy, los terceros, intentando convencer que son algo más allá de Catalunya, sin la cual no serían verdaderamente nada porque ni existirían, ya que es un partido creado en primera instancia para combatir el catalanismo. Curiosidades del destino, ha sido Llarena el que ha desbaratado los planes de Rajoy y lo ha colocado a merced de Puigdemont, de quien depende el inquilino de Moncloa para investir un presidente autonómico que de carpetazo al 155 y pueda así aprobar sus presupuestos Rajoy. No. No tiene nada que ver esto con la independencia judicial, sino más bien yo diría que con un afán de notoriedad desmedida de otro juez, que no solo se cree estrella sino manumisora del país, a quien le han dado carta blanca para actuar como convenga al interés del país. Y no digo justicia, que digo país, que son dos cosas que no tienen nada que ver en este ni en muchos otros casos.  
                                                                             
¿Y la Cifuentes, pollo? Uy… voy a ver si me asesora para obtener un máster así como ella 💃🙆 Pero no os olvidéis, sobre todo, que los más malos de la peli seguimos siendo los catalanes. Yo ya hasta le estoy cogiendo el gustillo, mira tú qué cosas.

A más ver     






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